Pese a que la nueva generación se ha retractado, a todas luces el futuro apunta a la desaparición del formato físico. El formato digital se ha confabulado como una alternativa viable, pero las continuas inversiones por parte de la competencia y la costumbre entre usuarios de consolas han retrasado su llegada ¿Han hecho bien?
El formato digital está dejando muestras evidentes de que suplirá al formato físico, dada la experiencia de los PC, que sustentados por Steam, han conseguido desbancar al formato físico de una forma prácticamente definitiva. El reciente anuncio de empresas como Electronic Arts y Ubisoft, que han confirmado que ya no producirán más juegos en formato físico para PC, ha permitido que estas unan sus plataformas contra Steam, ofertando en Origin y UPlay, juegos de ambas compañías.
Incluso, la propia Microsoft aseguró que el prototipo inicial de XBOX One estaba conceptualizado para ser una plataforma sin lector, es decir, iban a apostar por la distribución digital, aunque finalmente se retractaron. El motivo principal, es el mismo que se ha empleado para obviar otras propuestas, como el streaming para los juegos que podría haber llegado a través de la nube, así como el Gaikai para Playstation 4, la desigual disposición de conexiones en todo el mundo, haciendo alusión a Europa como un ejemplo evidente. Dadas las circunstancias, este aspecto que afecta por igual tanto a consolas como PC, no ha sido considerado en el caso de estos últimos dado que este mercado empezó a explotar este sistema hace años y desde hace años ha ido consagrándose para convertirse en el recurso único de distribución de videojuegos con el respaldo de una comunidad creciente. El auge de este sistema de distribución motivó a Electronic Arts y Ubisoft a lanzar el suyo propio, aunque, al limitar la oferta, se ha limitado mucho su rendimiento.
El mercado de PC ha sido uno de los mercados que mejor ha representado esta evolución, y volvemos a mencionar a Electronic Arts, quien recientemente se ha hecho eco de que abandona la producción de juegos para PC en formato físico, con el fin de potenciar el uso de su plataforma digital, a la que ha añadido juegos de la otra compañía que ha apostado por su propia plataforma de distribución digital, Ubisoft, que, en un acto desesperado por mantener su propia infraestructura, vende juegos de Electronic Arts en UPlay al igual que se venden juegos de Ubisoft en Origin. Todo esto sirve para dar cuenta de la competencia feroz que este sistema de distribución mantiene, aunque ha derivado en una consecuencia irreversible, el formato físico en PC ha muerto.
Pero ante esta evidencia y pese a que la distribución digital llegó a las consolas en la anterior generación, esta no ha tenido las mismas consecuencias en estas plataformas. En cierto modo, la única ventaja que se ha podido atribuir a este modelo de distribución en las diferentes consolas es la comodidad implícita en poder comprar sin salir de casa, pero esta no se veía compensada en unas plataformas que dependían del formato físico y con ello, la principal ventaja, la reducción de precios, no ha podido considerarse. La presencia de un formato físico tan lucrativo ha obligado a que no se reflejen esas diferencias de precio respecto a las ediciones físicas. Como consecuencia los usuarios han preferido mantener la costumbre de comprar en tienda y así, mantener ese afán por el coleccionismo, que se ha empleado como argumento que justifica el tipo de consumo que los usuarios tipo de cada plataforma tienen. ¿Hasta qué punto este argumento se sostiene como base para frenar la evolución lógica de la distribución de videojuegos?
No parece del todo razonable argumentar que los usuarios de consola son propensos al coleccionismo, en cierto modo, da la sensación de que este argumento no se sostiene por completo. En cierto modo, en las últimas fechas se han dado grandes ofertas de juegos en las diferentes plataformas digitales con un éxito interesante en las ventas de juegos que, pese a tener un tiempo, han cosechado interesantes repuntes gracias a la distribución digital. Con esto, si bien el usuario de consola siempre ha tenido a su alcance una interesante oferta de ediciones limitadas y coleccionistas, el precio rebajado que puede ofrecer la distribución digital ha demostrado que este aspecto no es tan importante, aunque sí tiene su efecto. Aún así, la llegada de la nueva generación ha supuesto más trabas a la evolución de este sistema de distribución.
La nueva generación ha traído consigo juegos cuyo tamaño ha crecido de forma exhorbitada para abarcar un posible relevo digital. Dadas las limitaciones, desde Microsoft desestimaron hacer uso de este sistema de distribución como único recurso, lo que, pese a la opción disponible a través de XBOX Games Store, la dependencia del formato físico evita que este sistema de distribución proporcione las ventajas inherentes del mismo. Con esta generación lanzada, el futuro puede residir en dar pequeños pasos, pero todo apunta a que habrá que esperar años para poder debatir nuevamente si merece la pena mantener el formato físico y dar el salto al digital. Esos años son los necesarios para que las diferencias de conexiones en el mercado no resulten hirientes para algunos usuarios que se encontrarían en una desventaja clara, aunque, dados los volúmenes que se manejan actualmente, incluso el formato físico está teniendo problemas para dar una experiencia adecuada a la hora de poner el juego por primera vez, con largas esperas que ponen en cuestión si no se podía haber dado el salto en esta generación.
Dadas las circunstancias, tener como referencia una plataforma en la que el formato digital ha sido respaldado, sirve para observar qué aspectos se están retrasando, como es, poder rebajar el precio de los juegos, como es prescindir de la dependencia de un formato que puede llevar consigo problemas técnicos cuando el lector acumula horas de actividad, la comodidad de comprar sin moverse de casa y evitar acumular cajas. El escepticismo ante la llegada del formato digital tuvo como principal responsable el famoso pero desconocido DRM, con el cual, las empresas vinculan una licencia al usuario que la ha comprado. El pasado año se utilizó algo que está presente en todos los juegos digitales de todas las consolas como un argumento que invalidaba una propuesta generosa de Microsoft, como era compartir juegos con los amigos mediante el obsequio de una licencia adicional con cada juego, lo que chocaba con el mercado de segunda mano ya que se requería una cancelación de esa licencia cuando el producto cambiaba de dueño.
Puede que, pese a que existen aspectos que pueden ser auténticos problemas para la llegada del formato físico, se haya desestimado por aspectos que no deberían ser un problema, por un lado, porque el mercado de segunda mano no es competencia del productor y porque redefinir las licencias no debería ser tan complicado como parece ser. Siendo algo que ni siquiera ha sido solventado en Steam, el mercado de segunda mano no es importante en esta plataforma, pues, a los precios que se suelen encontrar los juegos, y por la continua variación de los mismos, resultaría imposible de acertar a hacer una transacción rentable para ser competitivos. Y es que, gracias al formato digital, PC goza de buena salud, incluso podría determinarse que es el responsable del auge que esta plataforma está mostrando con un crecimiento sostenido gracias al ahorro continuo que llega a suponer el uso de este sistema de distribución.
Pese a todo, los acontecimientos que han marcado el lanzamiento de la nueva generación de consolas ha dejado entrever la existencia de una gran brecha entre los usuarios de consola y los usuarios de PC. No solo podemos evidenciar que cada usuario tipo tiene preferencias muy diferentes y un grado de exigencia inusualmente distante, también podemos comprobar que el mercado de PC ha sabido aprovecharse de una evolución lógica que ha beneficiado a los usuarios, aunque, este mercado ha sido continuamente despreciado. Las evidencias de que el mercado de consola está, en parte, mediatizado han crecido en este último año, ya que las grandes ventajas que suponían las iniciativas de Microsoft no llegaron a buen puerto por una extravagante campaña que convirtió las ventajas en desventajas. Da la sensación de que si la propuesta de Microsoft hubiese llegado por parte de otra empresa, sería una de las mejores noticias recibidas por la comunidad, pero dados los intereses que promueven la continuidad de nuevos formatos físicos, el futuro de la distribución de videojuegos está muy condicionada.
Y es que las decisiones para actual generación están tomadas, cabe la posibilidad de que la próxima generación pueda ser la que de ese salto. De todas formas, ya se puede entrever que el futuro puede mantener las mismas políticas y acabar igual que la actual, ya que hay que considerar que Sony ha planteado un nuevo formato que puede almacenar hasta 1Tb, el Archival Disc. ¿Será el formato que empleará la próxima generación o es mejor dar el salto definitivo a los sistemas de distribución digital?