Hace unos días, os hablábamos del estreno en Xbox One de Agatha Knife (que podíais adquirirlo en preventa con un descuento), una aventura gráfica point-and-click desarrollada por el estudio barcelonés Mango Protocol, que anteriormente habían publicado MechaNika, título que transcurre en mismo mundo y que comparte personajes y escenarios con su nuevo trabajo. Desde hoy mismo, 27 de abril, ya encuentra oficialmente a la venta en la Store de Microsoft, y después de haber completado el juego os traemos el análisis de Agatha Knife, una aventura con un peculiar sentido del humor que no dejará indiferente a todos aquellos jugadores que disfruten con las clásicas aventuras gráficas.
Una aventura repleta de humor y crítica social
La premisa principal de la aventura de Agatha Knife es un tanto peculiar, pero más sencilla de lo que pueda parecer. Agatha y su madre regentan la carnicería del pueblo, donde su madre despacha y gestiona la tienda, mientras que la niña se encarga de sacrificar a los animales y manipular la carne. A ella le apasiona su vida, ya que disfruta jugando con los animales, y luego comiendo su carne, pero un día todo se tuerce, la carnicería deja de funcionar y Agatha se queda sin sus amigos los animales y sin su preciada carne; su madre desesperada acude a la iglesia a rezar, y uno de esos días Agatha descubre que puede crear su propia religión, el Carnivorismo.
Gracias al Carnivorismo, Agatha espera que la carnicería de su madre vuelva a funcionar y que, al mismo tiempo, los animales dejen de tenerle miedo cuando llega el momento en que ella los sacrifica para tener la carne. Es aquí donde comienza nuestra aventura, la cual nos llevará a conocer personajes de lo más variopintos, comenzando por Sandro, el profesor que la guiará durante la creación de su religión, hasta un extraño veterinario, una familia de leones o una dependienta “friki” que tiene una tienda de cómics.
Personalmente, me ha gustado bastante el tratamiento humorístico y crítico que han utilizado con muchos de los personajes que aparecen, y que rompen con todos los canones o rpejuicios que podamos tener. Ya no hablamos de unas bromas que puedan hacerse respecto a la religión y figuras como Dios, sino críticas que van desde las “marujas” de supermercado que únicamente se preocupan por comprar lo más barato o la escasa moral de algunas personas. Además, Agatha, siendo una niña, rehúye de cualquier topicazo que vemos en personajes femeninos dentro de los videojuegos; nada de rosa, nada de vestidos… Aquí los vestidos los llevan hombres, y los llevan porque les da la gana (así te lo dicen ellos directamente).
Una propuesta clásica y reconocible
A nivel jugable, como ya comentamos anteriormente, Agatha Knife es una aventura gráfica point-and-click fácilmente reconocible para todos los amantes de este género. ¿Qué significa esto? Pues que vamos a tener que usar el cursor del juego para realizar cualquier tipo de acción, tanto si estamos tratando de resolver un determinado puzle, como si queremos mantener una conversación. Al mismo tiempo, tendremos a nuestra disposición un inventario en donde podremos ir guardando objetos que puede sernos útiles en determinadas situaciones. Lo que se echa algo de menos, es que la exigencia de los puzles y/o las misiones fuera un pelín más alta, ya que en muchas ocasiones se reduce en ir del punto A al B con determinado objeto. Es decir, las clásicas misiones de recadero, mientras que los puzles no suponen un gran desafío al intelecto (aunque hay alguno curioso).
Por lo que respecta a la adaptación del control al mando de Xbox, lo cierto es que el título se controla peor de lo que sería si contáramos con un teclado y un ratón, ya que tenemos que ir jugando con los dos joysticks. Con el izquierdo nos movemos normalmente, y con el derecho movemos un cursor que es el que nos permite interactuar con los distintos personajes u objetos. Lo cierto es que en los primeros compases del juego cuesta algo moverse de manera ágil, pero una vez te has acostumbrado mínimamente la navegación es bastante rápida. Especialmente en zonas abiertas donde no necesitamos una gran precisión a la hora de marcar la acción.
Un apartado técnico de lo más resultón
El apartado técnico es uno de los aspectos que mejor lucen en Agatha Knife, principalmente todo lo relacionado con el acabado gráfico. Lo primero que entra por la vista es su diseño artístico, ya que el juego ha sido totalmente dibujado a mano, algo que se nota en prácticamente cualquier rincón del mundo que visitemos. Además, se esconden multitud de detalles, cada personaje esconde un mensaje o una crítica y su apariencia (o su entorno) nos dará alguna pista sobre lo que podemos esperar al interactuar con ellos.
Desafortunadamente, no es oro todo lo que reluce, y si bien el apartado gráfico resulta llamativo y es algo diferente a lo que estamos acostumbrados a ver normalmente, en lo que respecta al sonido el juego no consigue ese resultado tan positivo. Nos encontramos con una serie de melodías que, por momentos, puede hacerse algo cargantes en función del rato que estemos explorando y moviéndonos por el mapeado. Todo ello pese a que en función de la ubicación que visitemos (por ejemplo, la hamburguesería), la música cambiará. A todo esto, debemos añadir que los personajes no hablan en ningún momento, únicamente tendremos los clásicos cuadros de dialogo; por supuesto, en castellano.
Conclusiones
En definitiva, con la más que peculiar propuesta de Agatha Knife, lo cierto es que Mango Protocol ha hecho un trabajo más que destacable para traernos una aventura gráfica point-and-click con una base jugable bastante clásica, pero que a la vez hace referencia a todo tipo de temas sociales que están bastante vigentes a día de hoy. Por ejemplo, nos encontraremos con numerosas referencias a la cultura “friki”, la religión o críticas a los distintos estilos actuales de vida. Todo ello además coge un matiz bastante simpático y sincero, ya que no dejamos de ver el mundo a través de los ojos de una niña, la cual rompe con cualquier idea preconcebida a canon social que podamos tener (acertadamente, o no) en mente.
Sinceramente, lo único malo que puede achacársele a Agatha Knife, si aceptamos la particularidad y las extravagancias de su trama principal son dos detalles muy concretos (aunque están ligados entre ellos). El primero de ellos es su duración, ya que estamos ante un título que puede durar alrededor de unas 5 o 7 horas, y resulta bastante sencillo completarlo ya que, pese a que tendremos que completar distintos puzles a lo largo de la aventura, ninguno nos dará dolores de cabeza. Eso sí, teniendo en cuenta que se trata de un videojuego de corte independiente y que puede adquirirse por 11,99 euros, merece la pena darle una oportunidad.