El fútbol, el baloncesto o el fútbol americano han sido los grandes dominadores recientes del género deportivo dentro de la industria del videojuego. Sin embargo, muchos deportes que también cuentan con un masivo seguimiento a nivel mundial han sido dados de lado durante demasiado tiempo. El golf es uno de ellos, pero por fortuna está empezando a correr otra suerte. Tras haber recibido un juego de 2K Sports el pasado mes de octubre, ahora es el turno de EA Sports PGA Tour, el regreso de Electronic Arts al golf tras Rory McIlroy PGA Tour de 2015. Casi una década después, la firma de juegos deportivos por excelencia se suma al fenómeno golfístico mundial con una entrega repleta de contenido licenciado y con un gameplay tan exigente como divertido. Te contamos qué nos ha parecido en nuestro análisis de EA Sports PGA Tour para Xbox Series X.
Café para muy cafeteros
EA Sports PGA Tour es un juego difícil. Podríamos andarnos con rodeos, pero lo cierto es que es mejor sentar las bases desde un principio antes de meternos de lleno en su apartado jugable y en cómo se desenvuelve una vez comenzamos a dar golpes en sus campos. Practicar golf en la vida real es complicado, especialmente para los recién llegados, y el título de EA Sports se ha volcado en esa idea. Desde su sistema de golpeo pasando por la interfaz con opciones de palos y efectos hasta llegar a las realistas físicas de la pelota al recorrer los magníficamente escaneados campos del juego. En las primeras horas es muy difícil poder ejecutar un golpe perfecto, de esos que dices ‘la he clavado’. Al menos ese es mi caso como jugador poco experimentado en títulos de golf y cuya única experiencia se resume a PGA Tour 2K23 del año pasado.
Lo que seguramente sea una buena noticia para los avezados golfistas y jugadores de títulos de golf, a nuestro juicio no lo es tanto para los nuevos jugadores. En resumidas cuentas, EA Sports PGA Tour es un juego muy poco agradecido con los recién llegados. El problema se agranda si tenemos en cuenta que el juego está íntegramente en inglés. Si no eres un experto en terminología golfística o sencillamente no controlas mucho del idioma de Shakespeare, esta será una dificultad añadida a una experiencia que ya de por sí es compleja.
Pero entremos en materia jugable. El golpeo en EA Sports PGA Tour funciona única y exclusivamente a través del movimiento hacia abajo y luego hacia arriba del stick de nuestro mando. Este sistema, el más extendido en los juegos de golf, es el que ofrece una experiencia más cercana al golf real, pero también tiene sus inconvenientes. Para empezar, es una fórmula que puede generar errores en el golpeo por la más mínima imprecisión y para seguir es uno muy afectado por cualquier mínimo drift que pueda tener nuestro mando. Si nuestro mando no está en las mejores condiciones es posible que realizar golpeos en EA Sports PGA Tour se convierta en un suplicio. Algo que nos encantó de PGA Tour 2K23 fue el sistema de tres clics, que servía como alternativa exigente pero totalmente funcional al balanceo del stick analógico. Lamentablemente en este título no está implementada, al menos por el momento.
El resto de acciones que podemos llevar a cabo antes de ejecutar un golpe comprende la selección del hierro adecuado, tipos de golpeo distintos o aplicar efecto a la bola para sortear obstáculos o paliar la acción del viento. También tenemos un botón para hacer zoom a la zona en la que previsiblemente caerá nuestra bola, de manera que podamos controlar mejor la dirección del golpeo. A este respecto, y especialmente estando dentro o cerca del green, nos hemos topado con algunas inconsistencias y tiros de cámara que en lugar de ayudar a situarnos, nos lo han complicado todavía más, generando perspectivas confusas que dificultan la ejecución de un buen golpe.
Físicas next-gen
El juego de golf que hoy nos ocupa es uno de nueva generación. No lo decimos por decir, sino que EA Sports PGA Tour solo ha visto la luz en Xbox Series X|S, PlayStation 5 y PC. Por supuesto esta decisión tiene un buen número de implicaciones para el juego en sí. La más llamativa a nuestro parecer es la que tiene que ver con las físicas de la pelota y su comportamiento al entrar en contacto con los campos. EA Sports ha hecho un trabajo concienzudo para que todos los campos existentes en la vida real sean una réplica perfecta en el juego a través de escaneos, informes y documentos oficiales. No cabe duda alguna de que eso se percibe nada más empezar a echarte unos hoyos en Augusta o en cualquier otro afamado campo del circuito profesional.
Lo mismo ocurre con las físicas de la pelota. Cuando ejecutamos un golpe y la pelota impacta contra la hierba la vemos rebotar con fuerza, correr a lo largo de muchas yardas y verse afectada por el viento o por cualquier montículo del campo. Tanto es así que en nuestros primeros golpes no daremos crédito a lo que estamos viendo. En nuestro caso particular fue muy común pensar que habíamos hecho un golpe perfecto para dejar la bola a unas pocas yardas de la bandera y ver cómo finalmente iba corriendo más de la cuenta hasta caer por una rampa y llevarnos directamente a un bunker o al heavy rough, fuera del green.
A ello no ayuda un sistema de previsión de dónde irá la pelota muy impreciso. En la vista previa antes de realizar el golpe vemos una sombra ovalada que nos ofrece el adelanto de adónde se situará nuestra bola si hacemos un golpe preciso. Sin embargo, fiarte de ese golpe recomendado (que el juego siempre sitúa más adelante de lo que debería) es un craso error, pues con frecuencia te irás largo y fuera de la calle o el green. Así las cosas, es mucho mejor que aprendas a valorar las situaciones por tu cuenta sin hacerle demasiado caso a la recomendación del juego. Dentro del green también resulta muy complicado hacer lecturas correctas, lo que nos ha costado más de un birdie fácil. Por defecto el juego cuenta con la línea perfecta para embocar la pelota, pero debemos ser precisos a la hora de escoger la dirección inicial. Es una ayuda más que interesante (y necesaria incluso diría para las primeras horas). La cuestión es que EA Sports PGA Tour no perdona. El más mínimo desvío en el golpeo con stick o una pequeñísima desviación en la potencia o la dirección del golpe penaliza mucho. El juego te hace aprender a base de errores groseros.
Contenido inacabable
EA Sports PGA Tour se hace fuerte en su contenido. Desde un primer momento centró su campaña de marketing en ser el juego de golf que fuera “el hogar de los Masters”. Lo cierto es que así es. El título cuenta con treinta campos reales entre los que se incluyen Augusta, The Ocean Course, Scottsdale, TPC Boston o Wetlands, entre muchos otros. Cada uno tiene su dificultad, sus particularidades y pueden verse en todos los modos de juego. Hablemos precisamente de los modos de juego. En primer lugar contamos con un Quick Play para partidas rápidas que tiene muchos submodos (stroke play, match play, skins, best ball, four ball, team ball, alternate shot, foursomes y team alternate).
El resto de modos lo componen Challenges (una modalidad fantástica para probar cosas únicas, probar desafíos de todo tipo y con contenido para decenas de horas) y los online, entre los que se encuentran Competitive, Social para partidas menos exigentes, Tournaments y Private Match para jugar con amigos. Hemos de decir que se echa en falta mayor variedad en las modalidades online, con modos de juego más dinámicos, divertidos y no tan centrados en la técnica pura del golf más simulador. Sin duda alguna es un punto a mejorar en el futuro y no nos cabe ninguna duda de que así será.
Dejamos para el final el más importante de todos, Career, y el que debería absorber la mayor parte de nuestro tiempo. En él podemos empezar desde los torneos más amateur e ir ascendiendo en el escalafón hasta convertirnos en la referencia del deporte. Tendremos que superar objetivos, derrotar a rivales, firmar con diferentes marcas reales y cumplir sus requerimientos y todo ello hacerlo jugando al golf en los campos anteriormente mencionados. Pero ¿cómo mejoramos a nuestro golfista? EA Sports PGA Tour ha optado por un estupendo componente RPG. Cada acción que hacemos dentro del juego y cada partida que jugamos nos da puntos de experiencia que se transforman en puntos de habilidad al subir de nivel. Estos puntos los podemos usar para mejorar las capacidades de nuestro golfista y así que cada vez estemos más cerca de los top mundial. Teniendo en cuenta la importancia del modo Career resulta extraño que el creador del personaje inicial sea tan limitado. Se nos da a elegir entre una serie de aspectos ya predefinidos (tanto hombres como mujeres) y las opciones de modificarlos son mínimas, enfocados únicamente al peinado, el color de ojos o el vello facial.
Lamentablemente el juego no se libra de los clásicos micropagos característicos de los juegos de EA Sports. Y es que uno de los menús importantes del juego es Store, donde podemos comprar equipamiento estético para nuestro golfista con la moneda del juego o, si queremos tomar atajos, con la moneda que se consigue con dinero real. No deja de ser curioso que el único texto que aparece en castellano en todo el juego sea el que nos explica para qué funciona la moneda del juego y nos explica cómo adquirirla.
Relájate y disfruta del paisaje
Los juegos de golf tienen la virtud (diría que prácticamente única en el género deportivo) de ofrecer una experiencia calmada y relajante. EA Sports PGA Tour no la desaprovecha y consigue que su título de nueva generación luzca espectacular. Puede que los modelados de los personajes (y especialmente del público que rodea los campos) no sean su punto fuerte, pero los paisajes, los edificios, la hierba, los campos en general lucen de auténtica maravilla. A ello hay que sumarle la ya mencionada física de la pelota, que a nuestro juicio es uno de los grandes puntos positivos del juego.
Este portentoso apartado visual, no obstante, también ha conllevado sacrificios. Tanto es así que EA Sports PGA Tour funciona a 30 frames por segundo en consolas sin ninguna opción gráfica alternativa que nos permita incrementarla. Por lo general no es problemático, pues como buen juego de golf su acción es muy pausada y la experiencia es disfrutable a pesar de esta limitación. Sí genera inconveniente a la hora de ejecutar los golpes con stick. Y es que a la precisión que exige el juego hay que sumar un cierto delay que dificulta que el golpe sea exactamente como nos hubiera gustado.
El apartado sonoro, por su parte, sí brilla con luz propia. A los relajantes sonidos de un campo de golf, las celebraciones del público y los estupendos comentarios del equipo de narración (en inglés, obviamente) hay que sumar una buena selección de temas musicales que nos acompañan en los menús y que hacen de nuestra experiencia una más amena y disfrutable.
Conclusiones
EA Sports PGA Tour es un gran juego de golf, pero no uno para todos los públicos. Su nivel de exigencia lo convierte en poco apto para los recién llegados al deporte (al menos durante sus primeras horas) incluso con muchas ayudas activadas. Los fans del golf estarán encantados de ver un verdadero simulador en el mercado, que penaliza los errores y que cuenta con multitud de licencias oficiales de torneos y campos, concienzuda y precisamente recreados. Tiene una enorme cantidad de modos offline que te mantendrán ocupado durante decenas de horas y un online funcional al que, eso sí, le falta más variedad para acabar siendo lo que debería. EA Sports PGA Tour es un buen punto de partida, aunque tal vez no la mejor opción para el público casual.