Muchos de los amantes de la velocidad y de los juegos de conducción tienen en el recuerdo uno de esos juegos que provocan nostalgia. Hablamos de TOCA Race Driver. Una experiencia que propuso Codemasters hace ya muchos años, y generaciones de consolas, y que intentó replicar a lo largo de los años con su licencia GRID. Sus intentos han sido más o menos acertados, pero en todos los casos la referencia sigue provocando nostalgia. ¿Habrán dado con la fórmula correcta? Lo sabremos a continuación con nuestro análisis de GRID Legends en Xbox Series X.
Allá por 2019 Codemasters se replanteó una misión, reiniciar la saga para recuperar el éxito que con ella obtuvo tras algunos bandazos. Aquel juego sentó muchas bases, aunque su propuesta, en general, resultaba tan amplia como disuasoria. Muchos coches, muchas pruebas y más que llegaron con el pase de temporada. Aún así, parecía faltar algo para que los jugadores se implicasen de principio a fin. Una falta de cohesión que posiblemente hayan encontrado en su nueva etapa con Electronic Arts.
GRID Legends viene con un aire renovado, donde se recurre a ese elemento narrativo para intentar, nuevamente, que los jugadores se enfundan el casco y quieran ascender a lo largo de la afamada GRID World Series para ser, el número 1.
Una historia junto a Seneca Racing
Una de las principales novedades introducidas en GRID Legends es el modo historia. Un modo que puede recordar mucho a lo que se vivió en F1 2021 con Braking Point. En el fondo, se expone una serie de vídeos que se suceden para dar paso a diferentes pruebas, encarnando al anónimo piloto “número 22”. Este piloto ascenderá por el escalafón de la fama desde su reclutamiento en el equipo Seneca Racing, hasta ser el número 1 de las GRID World Series.
Recordar, que este campeonato no consta de una serie de categorías de potencia ascendente, sino que es una competición multidisciplinar. Con esta excusa, GRID siempre ha intentado abarcar diferentes temáticas y modos de conducción que han buscado dinamizar mucho la experiencia. Ahora, siguiendo un guion, iremos poniendo a prueba nuestras habilidades en la pista con diferentes vehículos, incluyendo camionetas, coches eléctricos y algunas joyas clásicas que evocan aquella portada del TOCA Touring Car Championship.
El modo historia recuerda a Braking Point, llevándonos a través de los desafíos con secuencias cinemáticas
Para dar cuerpo a esta historia narrativa, se han empleado actores reales que encarnan a los diferentes rivales y compañeros de esta aventura. Desde el jefe de la escudería, el mecánico y nuestra compañera en Seneca, hasta los estereotipados rivales, encabezados por Nathan McKane de Ravenwest. En cierto modo, estas secuencias recuerdan mucho a aquel reboot de Need for Speed. Sin llegar a ser actuaciones de prestigio, ni merecedoras de ningún premio especial, consiguen transmitir los típicos valores que los clichés pueden conseguir transmitir.
Del mismo modo vuelve a denotarse que estos modos carrera, o modos trayectoria, podrían incluir algún elemento que permita cambiar el transcurso de la historia. Un sistema de respuestas, acciones e interacciones que puedan cambiar el curso de la misma. Hacer más propia la experiencia no debería ser tan raro a estas alturas. Y es que, en ocasiones, no resulta creíble que hablen de ciertos resultados cuando están sucediendo otras cosas en la pista. Al fin y al cabo, el objetivo de cada capítulo no solo es lograr superarlo y continuar. Está en desbloquear el trofeo dorado de la primera posición.
Aún así, el modo historia cumple con su propósito, que es que nos impliquemos en este modo historia durante 36 pruebas que nos llevarán de la categoría amateur, hasta la cumbre de la competición.
Superando los desafíos en cada prueba, pasamos al siguiente capítulos. La victoria es otra opción
Nueva generación para un mejor rendimiento
Otro de los aspectos novedosos que se incluyen en GRID Legends es la llegada de mejoras para las consolas de nueva generación a la franquicia. Una vez se ha logrado introducir estas mejoras en sus otras sagas, DIRT y F1, era el turno de GRID. Y lo cierto es que Codemasters en este aspecto nunca ha tirado la casa por la ventana. Desde que se implicó de forma notable en el motor Ego, sus juegos siempre han parecido guardar cierta semejanza técnica.
Al principio, este motor buscó establecer un estilo tan característico que era imposible confundir un juego de Codemasters de otros juegos de otros estudios. Ahora, la evolución de ese motor ha sido paulatina y se han ido consiguiendo logros importantes. La llegada de las nuevas consolas, los nuevos hardwares, han permitido empujar, sobre todo, el rendimiento. El apartado técnico, per se, no parece haber revolucionado nada demasiado, porque seguimos viendo algunas cosas que son marca de la casa.
GRID 2019 ya mostró un gran apartado técnico y parece que GRID Legends le sigue de cerca. Mejores modelados, mejoras en el sistema de daños, pequeñas correcciones visuales, pero en general, todo resulta muy similar con una resolución más elevada. En gran medida, se puede ver que se ha tendido a mejorar el modelado general, incluyendo en ocasiones humo, fuegos artificiales y otros elementos que parecen rellenar la pantalla de una forma un tanto alternativa.
Un rendimiento extraordinario para una propuesta donde la velocidad es la clave
Ahora bien, en torno al rendimiento, se puede optar por los 60fps e incluso, los 120Hz. Siendo una clara prioridad este aspecto en un juego de conducción, podemos afirmar que la decisión es correcta. No obstante, se puede llegar a detectar algún pequeño desliz en este aspecto. Puede ser que, en determinadas ocasiones, se pueda dar una confluencia de efectos y coches que pueda provocar algunas “rascadas” notables que pueden solventarse con alguna actualización. No obstante, estas suelen darse, casualmente, tras algunas curvas donde se tiene que cargar una zona cargada de detalles.
Lo que queda bastante claro, es que no hubiese venido mal que se hubiesen implicado un poco más en hacer algo más ambicioso. El reciclaje de materiales para hacer un juego nuevo no suele ser de buen gusto, y si en el F1 podía pasarse por alto, porque es una licencia cerrada, en este caso tenían total libertad creativa.
A falta de novedad, la nostalgia
Uno de los factores que más llama la atención de los contenidos, es que lejos de ahondar nuevos contenidos se ha intentado recurrir a la nostalgia del pasado. De este modo, no solo ha sido cuestión de buscar qué elementos de juegos anteriores habían causado una grata sensación en la comunidad. Ha sido cuestión de recuperarlos para que, en gran medida, regresase ese efecto nostálgico de quienes siguen esperando el regreso de algo más cercano al TOCA Touring Car Championship de 1997.
De hecho, resulta especialmente llamativo encontrarse con el Audi A4 BTCC, con el Renault Laguna que fue protagonista de la portada de aquel juego. Pero donde más se notan las novedades en torno a los coches, está en los requerimientos de haber querido introducir nuevos modos de juego. Lo cierto es que se puede ver que en algunos casos se ha buscado tirar de la nostalgia, pues los coches de drifting son, a estas alturas, clásicos.
Pero la introducción de las camionetas, camiones y, sobre todo, los coches eléctricos, hacen que el catálogo de coches se vea algo más renovado. Con ello se consigue superar, con algo de margen, los más de 100 coches. Puede parecer mucho, puede parecer poco, siendo cierto que este juego tiene un ámbito bastante limitado y no se puede tirar de catálogo amplio para abarcar la experiencia.
Son grandes los recuerdos que nos dejan la presencia de algunos circuitos, coches y sensaciones al volante
Claro que siempre se puede pedir más y siempre se echarán en falta más coches, aunque fuese diversificándose en más categorías. Muchos de ellos se clasifican entre los coches “Especiales”, que son para eventos un poco aleatorios, limitados, aunque no por ello menos atractivos. Ya fuese elegir más coches de algunos campeonatos de turismos, más variedad de monoplazas, incluso que algunas modalidades de juego casi sean monomarca, hacen ver que el trabajo de ampliar la experiencia ha estado muy limitado, sabiendo que la mayor parte de lo que encontramos, suena al juego de 2019.
En el tema de los circuitos, más de lo mismo. Replicando los circuitos de su anterior entrega, se ha apostado por sumar algunas pistas clásicas que regresan por todo lo alto. A esa mayor variedad que se requería, se suma el efecto nostalgia al recuperar pistas que se habían quedado fuera en su anterior edición. Con esto, no solo hablamos de esos entornos, sino de todas sus variantes. Del derecho o del revés, con diferentes trazados para la mayor parte de circuitos, se llegan a enumerar más de 250 variantes para competir.
Una experiencia que se hace familiar
Y es aquí donde vamos a ahondar en uno de los aspectos más atractivos y disuasorios que ofrece la saga GRID. La experiencia de conducción se hace especialmente agradable por ser muy disfrutable en todos los aspectos. Es una conducción directa, repleta de interesantes sensaciones que consiguen ofrecernos buenas sensaciones en general. Los coches muestran un comportamiento distinto según sus prestaciones y tipología, y transmite bien a las manos, ya sea con mando, como con volante.
Son aspectos realmente interesantes cuando intentas ofrecer una experiencia tan diversa. Que en cada tipo de vehículo, en cada tipo de competición, el jugador pueda ser capaz de interpretar cada reacción del coche para actuar en consecuencia. Obviamente, esto se ve agudizado cuantas menos ayudas a la conducción se lleven configuradas, pero en todo momento, el coche reacciona de una forma que podemos definir como lógica.
Una dirección más-menos pesada, que permite distinguir entre coches potentes y pesados de los que son más ágiles. Del mismo modo, un comportamiento más o menos nervioso según la relación peso y potencia. Aunque dadas estas circunstancias, y unos reglajes básicos que son más intuitivos que realistas, la sensación de control puede dar algún que otro susto. Estos sustos suceden si nos confiamos demasiado en algunas maniobras, sobre todo, si mordemos algún piano alto o bordillo en circuitos urbanos. Pero en todo caso, no es un comportamiento que haga inaccesible el juego, siquiera cuando quitamos todas las ayudas. Podríamos decir, que lo hacen más disfrutable.
Competiciones al gusto del consumidor, tanto en solitario, como en el multijugador
Debemos tener en cuenta de que la apuesta de GRID, en general, y de GRID Legends, en particular, es acercarse más a lo arcade. Su espacio está definido para aquellos que buscan algo accesible, atractivo y dinámico en el entorno de la competición sobre asfalto. Resulta sencillo sentirse el amo de la pista cuando el coche va bien pegado al asfalto y que las correcciones frente a derrapes de cualquier índole, sean sencillas y rápidas. Lo cierto es, que lo único por lo que este juego parece mantener cierto grado de exigencia, son las frenadas y el trato con la IA.
Y una vez dejamos de lado el modo historia, que puede venir bien hacerlo para empezar, ya que con ello se consiguen créditos para comprar coches y poder abordar la carrera profesional. Es más, ahí encontramos un nuevo elemento que permite aprovechar mejor las cualidades de nuestro equipo. Según superamos pruebas iremos desbloqueando mejoras, principalmente, según vamos subiendo nuestro nivel de piloto, así como nuestra afinidad a marcas y competiciones. Se podrán mejorar aspectos como el compañero, manejado por la IA, y el mecánico, con unos árboles de “habilidades” que ofrecen ventajas a medio-largo plazo.
De este modo podremos reducir los costes de comprar coches, de las reparaciones y del rendimiento general del coche en aspectos técnicos concretos. Del mismo modo, podremos hacer más competitivo a nuestro compañero de equipo, mejorando sus aptitudes y respuestas a las órdenes de equipo que vuelven a estar ubicadas en la cruceta durante la carrera. Y es que, cuando queremos correr como un equipo propio, gusta ver que no estamos solos en pista.
Una de las novedades es poder desarrollar al segundo piloto y al ingeniero de pista para tener ventajas en el modo Carrera Profesional
Son elementos novedosos para intentar implementar unas mecánicas que nos permitan implicarnos más en la Carrera Profesional. Un concepto interesante, porque en este momento nos encontramos con una propuesta bastante familiar de la que propuso su antecesor. Aunque se han cambiado las formas, el concepto que propone es el de seguir compitiendo en pruebas diversas, clasificadas de una forma ordenada en secciones, que resulta algo más amigable que la parrilla de tarjetas de eventos que tenía el juego de 2019.
Se mantiene esa propuesta multidisciplinar, que busca que se compita en todas y cada una de las disciplinas del motor que incluye el juego. Aquí toman especial protagonismo las novedades. Novedades que acompañan a las pruebas cronometradas, carreras, ya sean de circuito cerrado o punto a punto. Carreras del estilo Super Trucks, carreras multiclase, carreras de camiones, drifting, las pruebas de eliminación, son eventos que suponen una dinámica algo distinta. Habrá unas que gusten más, otras que gusten menos, pero lo cierto es que en la variedad reside el gusto y cuando estas pruebas incluidas en la Carrera Profesional terminen, siempre quedará el multijugador o los contenidos que irán llegando paulatinamente. De hecho, se incluyen opciones para crear carreras, y así adecuarse al gusto ya sea con IA, como con otros jugadores desde todas las plataformas, pues tiene juego cruzado incluido.
La gestión del equipo puede ser bastante interesante, por los puntos de habilidad y la gestión de los patrocinios para la vertiente run & collect
Un multijugador “invasivo”
Si el modo historia y el modo Carrera Profesional pueden completarse, sabiendo que completar es obtener el oro en cada prueba, el multijugador es la siguiente baza que ofrece GRID Legends. Pero no debemos pensar que el multijugador parte de crear o unirse a una sala. El modo multijugador de GRID Legends se implica en todos los ámbitos, menos en el modo historia, donde se ha incluido una opción que se llama Hop-in Multiplayer.
Con esto, esas carreras que pertenecen al modo Carrera Profesional, se pueden convertir en lobbies multijugador. Se pretende que, de este modo, haya jugadores que puedan interferir y ponerse a los mandos de uno de los coches rivales para darle más emoción a la carrera. Debemos ver el lado bueno que tiene esto, sobre todo considerando que hay una opción para que la partida no sea pública. Lo cierto es que, siendo un poco escépticos, esta opción es bastante riesgosa, pero puede poner un punto de acción a lo que sería un mero trámite de prueba tras prueba.
Quitar las ayudas, poner daño realista, quitar los flashbacks, GRID Legends se adapta a cualquier jugador
Otra de las opciones que se ofrece es la del creador de carreras, tanto para jugar solo, en compañía de amigos o en partidas públicas. Este creador de carreras viene a ofrecer una vía sencilla de ampliar el número de pruebas disponible para adecuarlas a determinadas configuraciones de circuitos, coches e, incluso, modificadores como rampas o impulsos de las carreras eléctricas.
Como suele ser habitual en los juegos de conducción, más allá de la propuesta base para la experiencia de un jugador, el multijugador se convierte en una baza para seguir disfrutando. Un multijugador que Codemasters ha sabido cuidar bien en los últimos tiempos, implementando a las opciones básicas, eventos diarios, semanales o mensuales, que junto a los marcadores, convierten su juego en una manera muy bonita de competir con la comunidad en la lucha contra el crono.
GRID de leyenda
Dado el nombre del juego podríamos hacer un juego de palabras que hace referencia a lo que se puede obtener con esta última entrega. Un juego que acierta en una propuesta de conducción directa, sencilla, con una tendencia arcade algo más acusada que su antecesor. Mayor número de circuitos, para una mayor variedad de coches y de modos de juego. Un rendimiento mejorado, adaptando la saga a las nuevas exigencias, cumpliendo así, con todo lo que cualquier fan de la saga podría esperar de este GRID Legends.
Un juego que ve la luz en un momento en el que se puede requerir de algo ameno y atractivo que pueda suplir ausencias. Un juego que se complementa con la oferta arcade que hay en las consolas actuales, más en Xbox. Alejado de las propuestas rudas de simulación como Assetto Corsa Competizione, que también es actualidad, la espera por el siguiente Forza Motorsport puede hacerse más amena gracias a este juego. Un plan certero, correcto, pero que puede pecar de poco ambicioso.
La introducción de un modo narrativo, en ese modo historia, puede ser un acierto que gusta para anexionar cada carrera con una motivación extra. Esa opción que compensa la falta de cohesión que tenía el gran número de eventos del juego de 2019, se suma a otras iniciativas para poner mordiente en cada prueba del modo Carrera Profesional. Pero no podemos negar que se nota clónico y continuista.
Pruebas de todo tipo y con modos de juego bastante interesantes si se sabe con quien se compite. La cooperación puede ser un incentivo en el multijugador.
Una continuidad que se avala con la introducción de contenido, y es ahí donde encontramos las leyendas de esta saga. Leyendas heredadas de aquel juego que sigue siendo una referencia para la licencia. Una larga sombra que a día de hoy, y tras 25 años, sigue mostrándose inalterada. GRID Legends quiere recuperar Toca Race Driver Championship, y en parte, lo consigue. Lo consigue por hacernos recordar aquellos años donde todo era más sencillo y disfrutar era lo más habitual.
Querer crecer como piloto en las GRID World Series sigue siendo un desafío que, aquel que quiera disfrutarlo, lo hará. A veces, es más importante lo que transmite una propuesta que peca de sencilla, que algunas que se hacen complejas para intentar ser más realistas. Se podía haber invertido algo más de tiempo en intentar mejorar esa sensación de ser piloto, que sigue haciéndose complicado al nivel que lo era antaño.
El modo historia es el preludio de muchas horas de carreras en sus diferentes modalidades. Un juego agradable, atractivo y accesible para los que quieran competir
Pero lo importante es que puede llegar a transmitir esas sensaciones que se tuvieron, y que son necesarias para disfrutar plenamente de GRID Legends