Outward es un proyecto tan ambicioso y abrumador que cualquier explicación de qué es o qué ofrece puede convertirse en un revuelto de palabras sin sentido. Por esa razón vamos a ir paso a paso y empezando por el principio:
¿Qué es Outward?
Outward es más que un título RPG de mundo abierto, es una experiencia de rol pura y que recuerda a los orígenes del género. Ofrece una profunda simulación y capacidad de inmersión en un mundo fantástico que recibe el nombre de Aurai. Desde que comienza, recuerda a lo más clásico en el género, comenzando sin nada en un lugar seguro donde deberás prepararte para salir ahí fuera y conocer lo que es estar a la merced de todos los males del mundo. El viaje del héroe está presente en este juego, nace a raíz de una perdida o una misión, el héroe debe llevar a cabo una tarea. Se pone en marcha y, a lo largo del camino, se encuentra con adversarios o aliados. Logra hacerse con la fórmula mágica y hace frente a sus oponentes, venciéndolos. Una vez consigue lo que busca, deshaciéndose de sus perseguidores, toma el camino de regreso a casa. Pero en esta ocasión hay un factor diferenciador, en Outward no eres un héroe. Tan solo eres un aventurero corriente, sin ninguna cualidad salvo las que tengas que aprender a fuerza de jugar y perder.
Los primeros pasos determinan tu camino
En todo viaje hay una motivación, y la de nuestro aventurero es la de pagar una deuda que carga sobre su linaje. Un elevado precio de sangre que, si bien él no tiene nada que ver, lo lleva cargando sobre sus hombros. Ante la necesidad de dinero con la que pagar las deudas, nuestro personaje sale al mundo para recaudar todo lo posible, pero al regresar el barco arremete contra unas rocas provocando el naufragio. En el accidente se pierden muchas vidas, todo tipo de bienes materiales y el dinero de nuestro aventurero. La situación es extrema y es en ese punto en el que da comienzo nuestra aventura.
El juego tiene un tutorial muy bien enfocado, deja que tu mismo te hagas a los controles y reconozcas los menús, pero a tu ritmo. Todo responde perfectamente a la formula RPG clásica, por lo que los más veteranos en el género se sentirán como en casa. Una vez te encuentres en Cierzo, que viene a ser el punto de partida del viaje, deberás hablar con los aldeanos y, mediante un sistema de selección de preguntas y respuestas, podrás aprender todo lo necesario. Pero no solo lo necesario para gestionar tu inventario, sino para saber que hay que tener en cuenta una vez cruces el umbral de las grandes puertas y te asomes al mundo exterior. Ahí fuera hay muchos más enemigos de lo que piensas, y no, no todos son monstruos y hombres. Ahí es donde reside una de las mayores virtudes del juego: tu vulnerabilidad.
El verdadero enemigo
Y es que una vez salgas al mundo exterior, el principal enemigo no serán las criaturas o la gente mala que te encuentres, que también, faltaría más, sino que deberás estar atento a lo que tu personaje necesite. Deberás procurar que no muera de sed, de hambre, de cansancio. Que no pase frio, o calor. Deberás tener un control total sobre la situación, pues todo cuenta. El sistema de necesidades va a un paso más allá, y es que si descasas no solo curas la fatiga, sino que también ganas una bonificación de duración limitada por estar descansado. Deberás usar eso a tu favor, enfrentándote con cabeza y estrategia a algunas misiones peligrosas. Llevarás a cuestas una cartera que si excede el peso te ralentizará. Si, eso no es nada nuevo, pero podrás dejar la cartera en el suelo para hacer frente a los peligros sin renunciar a la movilidad, solo con lo indispensable en los bolsillos. Una vez cumplas con tu cometido, podrás volver a recuperar la cartera. Si esta pesa mucho, no podrás realizar la acción de rodar que tan útil resulta en los combates, por lo que dejarla a veces es determinante para salir victorioso.
Por supuesto no podemos obviar que durante tu viaje deberás enfrentarte a bandidos y todo tipo de criaturas. Los combates no son el punto fuerte del título, siendo bastante lentos y torpes. A veces los ataques no responden bien ante lo que haces con el mando, y la lentitud del enemigo no hace ningún favor. Al final los combates se resumen a atacar y esquivar de forma reiterada, especialmente durante las primeras horas de juego. Podrás equiparte con una amplia variedad de armas, bien que adquieras en comercios o que robes del cadáver de tus enemigos. Podrás empuñar una espada en una mano mientras en la otra sujetas un escudo, pero también existen armas a dos manos como lanzas que resultan útiles si quieres herir a tu adversario sin acercarte demasiado.
Forja tu camino
En todo momento el juego te pone a prueba, no solo por cómo eres jugando, sino por las decisiones que vayas a tomar. Como en muchos tantos juegos, tus decisiones determinan que tipo de persona eres, pero ojo, tus decisiones son mucho más trascendentales de lo que puedas imaginar. Outward cuenta con una función de autoguardado constante, es decir, deberás vivir con las elecciones que tomes. No hay vuelta atrás.
Por supuesto el juego cuenta con sistema de guardado manual, pero Outward te anima a vivir con tus acciones y a medida que progresas, las decisiones del personaje se vuelven más importantes y significativas. Es tu vida, tu aventura, tus acciones y por ende tus consecuencias. También hay que hacer una mención especial a la muerte. Si, en Outward puedes «morir» como he dado a entender, pero no se limita a reaparecer en el último punto de guardado o de control. Si te derrotan, el juego se adapta a la situación. Digamos que has entrado en una cueva dominada por trogloditas (si, existen y se llaman así), y tras un duro enfrentamiento contra uno de ellos eres abatido. Lo que te aparece a continuación son una serie de pantallas con imágenes estáticas y un texto donde te cuenta que los trogloditas te han capturado. El juego comienza a contarte que están cocinando y que te miran con hambre, pero que de pronto un intenso ruido les llama la atención y salen todos armados a ver que sucede, dejándote, para tu sorpresa, solo y sin vigilancia. Entonces vuelves a tomar el control de tu personaje y puedes proceder a escapar y/o continuar tu misión. Y es que lo que suceda tras ser derrotado cambiará y dependerá de varios factores como la localización, el enemigo o las razones de haber perdido la vitalidad. De modo que podemos decir que no existe la muerte como tal, tu personaje siempre saldrá vivo bien sea solo, porque alguien te ayudó, o porque te han capturado y te toca ingeniártelas para escapar del cautiverio.
Gestiona tu inventario
Algo fundamental es tu equipo. Llevar la ropa adecuada para hacer frente a condiciones climatológicas es importante. Podrás preparar comida a partir de ingredientes que recolectes o incluso ser todo un artesano para crear artículos o restaurarlos. Un arma se puede desmontar para obtener piezas que sirvan para elaborar otro objeto. Debes ser creativo.
Como todo RPG que se precie tendremos a nuestra disposición un inventario. En él encontraremos en primera línea los objetos equipados, como armas o ropa. Justo debajo encontramos lo que tenemos en los bolsillos, estos bolsillos son bastante metafóricos pues tienen una nada desdeñable capacidad. Por último, pero para nada menos importante, la cartera, donde llevaremos lo más grueso de nuestro equipo. Es importante no sobrepasar las capacidades tanto de los bolsillos como de la cartera, para no ralentizar nuestra marcha. Ya comenté que la cartera se puede tirar al suelo a la hora de afrontar un combate, pero ojo con perderla de vista. Si caes tras ese combate, puede que sea donde sea que despiertes, la cartera no esté contigo y tendrás que regresar a donde la dejaste para recuperarla. Perderla supone un duro golpe, especialmente tras muchas horas de juego.
En Outward dispondremos de todo tipo de pociones y brebajes. Algunos aumentarán el sigilo, otros te harán soportar mejor tanto temperaturas altas como bajas, también encontraras todo tipo de antídotos. Habrá ocasiones en las que tras salir airoso de un combate acabes envenenado o con una herida infectada. No es letal, pero te irá restando vitalidad durante el transcurso del tiempo si no lo tratas cuanto antes. Deberás asegurarte de tener el odre lleno de agua, pero agua potable, si por error lo llenas de agua salada solo te dará más sed. En Outward hay numerosos detalles que pueden parecer poco importantes, pero lo son, y debes estar atento a todos ellos.
El juego te obligará a ingeniártelas para sobrevivir, bien sea construyendo una antorcha para ver en zonas oscuras o construyendo trampas para encarar algunos combates complicados. Podrás echar un vistazo a tu equipo y comprobar el estado de tu armadura (si la llevases). En la pestaña de signos vitales podrás ver tu nivel de salud, de energía o de maná si ya has comenzado con la magia. Se mostrarán las necesidades de tu personaje con porcentajes y también la temperatura ambiente. Cuando a tu personaje le sucede algo aparece un icono en la parte inferior de la pantalla. Por regla general es fácil saber que le sucede solo con ver el dibujo, pero sino puedes acceder a la pestaña de Efectos donde te aparecerá explicado qué significado tiene y de que problema adolece. Otra pestaña que encontramos es la de Fabricación, donde podrás construirte armas y escudos bastante rudimentarios pero que te pueden salvar de algún apuro si has perdido tu cartera o si te has quedado sin armas.
En Outward existe un sistema de acceso rápido a objetos o habilidades. Pulsando los gatillos seguido de presionar un determinado botón podrás coger el objeto que asignaste anteriormente. Puede resultar confuso y algo engorroso de llevar a cabo, pero al final termina siendo completamente necesario. He mencionado también habilidades y es que podrás ir aprendiendo ataques según vayas avanzando en tu aventura.
La historia es una excusa
Como ya sucede en otros juegos, la historia es solo un pretexto para crear toda una historia que tu mismo te forjarás. Ningún jugador de Outward vivirá la misma experiencia a partir de determinado momento. Tu decides que hacer, como y cuando hacerlo. Esto provoca que el juego goce de un alto valor de rejugabilidad, ya que eres el que teje tu propio destino.
Una vez completes las primeras misiones, el mundo se abrirá ante ti y tendrás la oportunidad de unirte a una de tres facciones distintas. Estas facciones se encontrarán en distintas regiones de Aurai, bien en el Bosque Enmerkar, en el Pantano Sagrado o en el desierto de Abrassar. Estas facciones son la Sagrada Misión de Elatt, el colectivo de la Cámara Azul o el Heróico Reino de Levante. Estas tres facciones dividirán la historia en tres partes y será posible escalar puestos en cada una de las facciones. Outward también cuenta con juego en cooperativo. En cualquier momento puedes invitar a un amigo para que se una a tu partida y juntos hacer frente a la aventura.
Importante sentido de la orientación
Otro aspecto fundamental a tener en consideración en Outward es el/los mapas. Si bien todo transcurre en Aurai, durante nuestro viaje el mapa se dividirá en varias secciones. Por lo general el escenario es bastante amplio y abierto, pudiendo seguir sin mucha dificultad los caminos hacia otras regiones. Y esto es especialmente importante porque al abrir el mapa no se nos muestra nuestra ubicación.
Si viajamos al norte, hacía Tramontana, el clima será frio y el invierno traerá la nieve llegando hasta incluso acumularse. Si en cambio viajamos al sur, a la regio Abrassar nos toparemos con desiertos y climas muy cálidos. También encontramos zonas pantanosas en el centro de Aurai, concretamente en la regio de Hallowed Marsh. No obstante, cuando llega el invierno no nieva exclusivamente en el norte, si llega el invierno, llega para todas las regiones, incluso las costeras. De esta manera se logra que los escenarios sean más dinámicos, ofreciendo cambios visuales en función de la estación que nos encontremos. Por supuesto cada clima tiene sus obvios inconvenientes y deberás adaptarte a todos ellos. No solo se reduce a si hace frio o si hace calor, sino que incluso la humedad, bien por zonas húmedas o por lluvia, afecta negativamente al rendimiento de tu personaje.
Sólido, pero no puntero
Existen juegos en los que el apartado grafico no lo es todo. Son títulos que ofrecen una experiencia tan enriquecedora que lo demás poco importa. Outward le sucede exactamente eso, y es que en lo gráfico no sorprende en absoluto. Nos encontraremos texturas poco trabajadas, así como animaciones por debajo del estándar que encontramos hoy en día. No obstante, creo que es importante señalar que el juego tiene un rendimiento prácticamente perfecto, sin caídas de imágenes por segundo que entorpezcan la experiencia. Da igual que estés en una cueva, en lugares con varios NPCs o en el exterior, el juego se mantiene salido como una roca. Durante las horas que he jugado no he apreciado ningún bug, ni ningún otro tipo de problema técnico. Podría decir que Outward es un juego solido en lo técnico, pero nada puntero en lo gráfico. Como punto muy positivo esta la banda sonora, que no solo abunda sino que es realmente magnifica. Acompaña constantemente y ayuda a que te sumerjas más en su mundo de fantasía.
Conclusiones
Aun con un amplio margen de mejora, no puedo evitar quedar fascinado por la propuesta que ofrece Outward. Un mundo amplio y dinámico al que enfrentarnos a nuestro ritmo, ya sea contra enemigos o contra inconveniencias climáticas. La historia es tan solo un pretexto para que, durante el camino, puedas crear tu propia aventura. Un RPG con sabor clásico que gustará a los más fans del género, pero que incluso la propuesta tan original atraerá a los menos fans.