Rebel Galaxy es un producto que se une a la nueva moda de los juegos espaciales, si bien, lejos de ahondar en una experiencia multijugador, como es el caso de Elite Dangerous, o de acceder a una experiencia centrada en el rol y la estrategia, a medio camino, Rebel Galaxy tiene una función que cumplir, entretener. Desde el estudio Double Games han trabajado bien en un concepto que tuviese una impronta propia, si bien, lejos quedan los años en los que estos chicos desarrollaron Diablo o Torchlight, dando un nuevo giro a la ambientación, pero aportando ese grado que solo ellos saben hacer.
De este modo, llega un título que desborda fuerza por todos sus esquinas, si bien, como un proyecto humilde, pretende conquistar los fans de lo espacial, de lo futurista, pero con una estética ambigua, si bien, todo parece medio destartalado, como si tuviese cierto carácter añejo. Rebel Galaxy propone un concepto muy simple, una historia muy básica, para una experiencia más amplia, si bien, no ahonda en lo que los otros títulos del mismo corte incentivan, aprovechando así, el espacio que hay entre ambos, ni es complejo por su combate, ni es disperso en su finalidad. De hecho, cabe reseñar que este juego no cuenta con modo multijugador, algo que ya sucede en Starpoint Gemini 2, sin saber, si es para bien o para mal.
Bienvenidos a una galaxia lejana, que da la sensación de pertenecer al pasado, una especie de salvaje oeste estelar, donde la música rockera aporta ese caracter pasivo-agresivo a todo aquel que pretenda introducirse en esta aventura.
Cuestión de familia
Podríamos empezar diciendo… En una galaxia muy muy lejana, un chico recibe un mensaje críptico de su tío, uno de esos que en la familia poco se respeta, la oveja negra, por decirlo de algún modo. Desaparecido en el espacio, dada su profesión, pero que confiere los códigos de acceso de su nave, la Rasputin, cerca de un sistema abandonado, con el fín de que nos hagamos cargo de ella, pese a ser una reliquia de su juventud. Del mismo modo, se nos otorga una serie de coordenadas que nos dirigirán a una estación, Rust City, donde se nos citará con un extraño comerciante, si bien, el propio lugar es de cuestionable reputación.
De hecho, empezamos al mando de una gran nave, que resulta pequeña frente a las grandes fragatas, pero es un comienzo, ahí es donde conocemos a un extraño comerciante, apostado en un bar, que habla en una lengua extraña, pero que conoce a nuestro tío. A partir de ahí, todo se convierte en una serie de toma de decisiones que determinará nuestro camino, tal como hizo nuestro pariente, debemos hacer valer nuestras dotes y demostrar que la comandancia de esta nave, viene en los genes.
Claro que la propuesta de Rebel Galaxy recuerda en este apartado a todo lo que ha visto la luz en este género, donde tomamos las riendas de nuestro destino, en un universo formado por varias galaxias interconectadas, en las cuales encontramos una serie de estaciones con las que establecer comercio, una serie de facciones que se las tienen entre ellas, y una libertad absoluta de hacer lo que nos venga en gana, considerando que nuestras acciones pueden ser neutrales, pero lo normal es que favorezca a unos… y cabree a otros.
No obstante, estas galaxias son un lugar hostil, donde ladrones y mercenarios se buscan la vida engañando, robando y mintiendo, de modo que hay que tener mucho cuidado a la hora de avanzar, si bien, un aspecto interesante de este juego es poder interactuar con los diferentes personajes que forman parte de la historia, con otros comandantes de naves, sean de la facción que sean, incluso comerciantes, tanto en las estaciones de comercio como en pleno vuelo. En estos casos, se abrirá una secuencia en la que entablamos una conversación, que, en el caso de que pertenezca a la historia principal, otorgará opciones de diálogo nuevas, si bien, cuando nos acercamos a otros personajes, siempre se disponen las mismas opciones de conversación.
Es aquí donde tomamos decisiones, decisiones que no aportan una profundidad demasiado exigente, donde, en el caso de la historia, nos permite seguir adelante en ella, de forma bastante lineal, o renunciar a determinadas fases en las que, en el fondo, obtendremos beneficios. No obstante, cuando hacemos alusión a otros personajes con los que se permite interacción, las opciones se reducen bastante. Con esto, cierta sensación de monotonía y linealidad surgen en un título que, no obstante, ofrece una amplia diversidad de opciones de acción, donde nosotros elegiremos nuestro destino, más por como actuamos, que por lo que decimos.
Un Comerciante o un Guerrero
Como es habitual en estos juegos, nuestra decisión de cómo abordar el progreso es algo que dependerá de nosotros. Ofreciendo varias opciones, si bien, se puede resumir en dos tendencias, el comerciante o el guerrero. Claro que todo dependerá de cómo gestionemos ambas posibilidades, si bien, siendo comerciante, debemos atender a los mercados y los precios de los objetos que pretendemos transportar, con una vasta base de datos y una interfaz gráfica que simplifica mucho la comprensión del valor de los objetos. Claro que no siempre es cuestión de comprar barato y vender caro, también podemos piratear a otros comerciantes, abordándolos en el espacio, robando su mercancía y vendiéndose con un mayor beneficio, si cabe.
Pero qué podemos decir de un juego que nos permite combatir con una nave espacial, incluso con la opción de ser acompañados por un mercenario. Es evidente que en la galaxia hay bandidos, otros piratas, mercenarios y facciones repletas de guerreros y comandantes, habrá recompensas sobre la cabeza de algunos, habrá quienes sean objetivo de misiones que permitirán estrechar lazos con unas facciones y ganarse la enemistad de otras. De este modo, salir al espacio es una oportunidad de vivir una aventura, que en todo momento, supone la implicación del jugador para tomar la decisión de qué camino seguir.
La mecánica de juego ofrece alternativas a las decisiones que podemos tomar, no obstante, podemos denotar que existe un límite muy marcado, donde las mecánicas de juego son lo que parece restar diversidad. Combatir, tendremos que combatir, ya que aun eligiendo el camino legal del comercio, habrá piratas que no querrán que lleguemos a nuestro destino con la carga que tenemos, y si luchamos, siempre habrá botines que recoger en forma de mercancía. Puede que la galaxia no sea tan grande como se espera, aunque en ella se esconden un buen número de objetos que nos obligarán a explorarla, aunque lejos de pensar que el universo se expande en todas direcciones, Rebel Galaxy ofrece una visión más limitada para evitar perderse en el.
Una galaxia bidimensional
Tras comprobar que los juegos basados en esta ambientación gozan de un elemento como el mapa para trasladarnos al vacío espacio tridimensional, Double Games ha concebido para Rebel Galaxy un concepto mucho más plano. A la hora de navegar con la nave, pronto nos daremos cuenta que esta no se traslada por todas las dimensiones que dispone el universo, estando todo reducido a un plano. A la hora de explorar, sin que veamos un suelo o un techo, solo podemos desplazarnos hacia la izquierda o la derecha, donde, esquivar un obstáculo sólo puede hacerse rodeándolo.
Una sensación extraña, pues en la infinidad del espacio, estar tan limitados, resulta increíble. Con el potencial que estos juegos han mostrado para abordar la exploración en cualquier dimensión, esto parece un límite demasiado extraño, aunque el espacio cuenta con infinidad de kilómetros en cualquier dirección, se ve algo limitado. Ahora bien, a la hora de hacerse con el juego, estos límites parecen intentar evitar que nos perdamos, centrando todo en la búsqueda efectiva de objetivos.
Bien por avanzar en la historia, que nos llevará por diferentes estaciones, conociendo diferentes personajes, aceptando sus condiciones y ejerciendo de chico de los recados, todo por conseguir información, permite también abordar misiones a través del tablón de anuncios. Misiones que nos permitirán ganar dinero, con el que mejorar la nave, contratar un mercenario o mejorar nuestra capacidad adquisitiva para conquistar el comercio. En este aspecto, dista de un título como Starpoint Gemini 2, al cual recuerda bastante en algunos elementos de este apartado, donde la capacidad de equipar, o personalizar la nave, está más limitado, haciéndose más comprensible, pero dejando en evidencia una falta de profundidad que en otros aspectos ya denota. De hecho, también comparte la ausencia de un modo multijugador, de cualquier índole, si bien, podría tener su gracia poder disponer de un modo cooperativo, puede no echarse en falta al estar limitado en su propuesta a algo poco más que una historia que sirve para seguir jugando y haciendo lo que nos venga en gana.
Equipar armas, defensa y otros componentes que nos permiten ir más rápido, tener más capacidad de carga y poco más, sobre todo al principio, que nos limitamos a un sistema dentro de una galaxia. Se requiere de paciencia, pues requiere bastante dinero, ejercer otra profesión que no sean las citadas, pudiendo extraer minerales de algunos lugares, o visitar otros sistemas con nuevas opciones de expansión. Para alcanzar esto, se requiere de una inversión ingente, y dado que no hay un sistema de progresión de jugador basado en niveles, es solo cuestión de horas, muchas, para de completar misiones y poder alcanzar una nueva nave, nuevos equipamientos y expandirnos en Rebel Galaxy.
El universo lleno de peligros
Ya hemos comentado que Rebel Galaxy ofrece una experiencia que, si bien puede recordar a otros títulos, no abarca su misma extensión o complejidad. Limitado en un plano bidimensional, no resta espectacularidad a la belleza del espacio. Ahora bien, en cuanto a lo que el apartado visual se refiere, es un juego que cumple con lo justo, sin hacer alardes de ningún tipo, cumple por encima de lo que los juegos independientes suelen ofrecer. El diseño del universo es bastante común con lo visto, adaptado a esa ambientación de Rebel Galaxy, donde la mayoría de cosas parecen extraídas de un desguace.
Lejos de hablar de construcciones complejas o diseños imposibles, no hay demasiada originalidad en el diseño, si bien, la construcción es correcta a nivel de texturas y se luce bastante en efectos de luz e iluminaciones. En la oscura galaxia, los haces de luz de los astros, así como el brillo de los láseres y las explosiones, permiten que Rebel Galaxy tenga una belleza mística, aun viendo que el duro metal ajado por los combates y las colisiones. Claro que en cierto modo, podríamos pensar que el juego ofrece un espectáculo repleto de objetos, con cientos de naves y que el rendimiento puede flaquear, no obstante, nada de esto se cumple. Si bien podemos observar efectos visuales interesantes, no podemos ensalzar ningún aspecto de cantidad de elementos, aunque ciertamente, en los combates despliega gran parte de su encanto.
En cierto modo, Rebel Galaxy ofrece un apartado visual muy particular, que puede que busque destacar, en cierto modo. Colorido y repleto de explosiones, resulta llamativo, o atractivo en muchos aspectos, pero pronto nos damos cuenta de que no realiza alarde técnico alguno. Esto no supone un impedimento para no disfrutarlo, si bien, la galaxia se muestra más colorida de lo habitual, rompiendo esa monotonía de fondo negro y puntos blancos, pero puede que en exceso. De hecho, son las batallas donde el juego luce más espectacular, si bien, la cantidad de naves, sin ser excesiva, se puede convertir en un enjambre de objetos que nos atacan, con múltiples rayos, misiles y bolas de plasma, que nos golpearán sin cesar. Es una parte interesante, pues casi se puede decir que es la base de este juego.
Y es que hasta ahora no hemos concretado que Rebel Galaxy es un juego puro de acción, donde resulta importante mantener la cabeza fría, preconfigurando las armas para que ataquen automáticamente según nuestro criterio. Pero la acción nos traslada a un concepto interesante para un juego de esta índole. A bordo de una fragata, emplearemos diferentes tipos de armas, donde dispondremos de un ataque lateral y un ataque guiado. El ataque lateral es uno de los elementos más llamativos, pues recuerda a las batallas navales, donde se despliegan cañones por banda y disparan a los que se ponen a nuestro lado, incluso, con el sistema de apuntado, se puede concentrar el fuego para realizar un impacto más poderoso. A parte de eso, considerar que habrá un ataque guiado, pero que no requiere de tanta habilidad para apuntar, si bien, es importante acercar el objetivo para ganar precisión, esto casi lo hace de forma automática. No es tanto una prueba de habilidad, tampoco entabla una relación directa con los juegos de rol, se queda a mitad de camino, aportando acción a la estrategia.
De este modo, la acción transcurre de una forma fluida, para llevarnos a combates que pueden ser intensos, largos y donde debemos considerar más nuestra posición que la prioridad de disparar. Las armas de energía tienen además un problema, tal como sucede con el turbo, hay un tiempo limitado para usarse y posteriormente un tiempo de carga. Todo esto dependerá de nuestro equipamiento, un equipamiento que dependerá de qué nave llevemos, y que otorgará una presencia más o menos respetada por los enemigos. En ocasiones, tener que hacer frente a bastiones de varias fragatas supone un trauma que nos obligará a retomar el juego en el último punto de guardado, que se realiza, automáticamente, en las estaciones, de modo que no es bueno permanecer mucho tiempo en el espacio, no al menos, hasta que seamos alguien poderoso.
De hecho, la ausencia de una evolución en base a niveles, difculta un poco la comprensión de como debemos avanzar en el juego, incluso, supone un trauma a la hora de valorar el riesgo de un combate. Sin que exista un nivel, no podremos progresar habilidad alguna, de modo que las opciones se reducen a la compra de objetos que potencien la nave en base a nuestro objetivo, si bien, en el caso de los enemigos, en ocasiones será de ayuda plantear una rendición a tiempo, liberar la carga y salir huyendo. Claro que sin saber de que nivel es el enemigo, solo nos queda rezar para que no nos destruyan antes de encontrar el botón o de que aparezca la opción de pedir «sopitas».
Con todo esto, podemos darnos cuenta de que el juego parece limitarse mucho a combatir y viajar, pero en el fondo, existe una libertad interesante, similar a la de otros juegos, pero simplificada para hacerlo más directo. Esto puede ser, tan bueno como malo, pues la simplicidad puede ayudar, pero puede resultar monótona. Claro que si hay algo que permite que esta monotonía sea agradable, es una ambientación muy peculiar que confiere a Rebel Galaxy, un punto a favor.
¡Rock´n Roll baby!
Una de las cualidades más interesantes de Rebel Galaxy, es que lejos de recurrir a la típica banda sonora estrambótica basada en sintetizadores, han usado una base rockera al puro estilo anarquista americano. Que si nos vemos con una gran moto al puro estilo de los Hijos de la Anarquía nos lo creeríamos, pero lo más interesante, es que confiere al título un caracter muy especial.
No resulta sencillo, con la cantidad de juegos dentro de esta ambientación, lograr destacar porque tu producto ofrece un resultado característico. En cierto modo, la base rockera del juego confiere en todo momento un carácter muy propio y especial, atractivo cuanto menos, si bien, en este aspecto me han tocado la fibra sensible personalmente. No obstante, ante la estética, ambientación y opciones de juego, ese toque desenfadado, más bien ‘macarra’, que aporta esta banda sonora invita a seguir peleando, pues la intensidad de la música sube y el tema se calienta mientras los blasters, misiles y notas de a bordo se superponen al estribillo o al solo de guitarra.
Un acierto que no se extiende en otros elementos del apartado sonoro, si bien, se ha tratado que las especies alienígenas del juego tengan su propio idioma, el juego está en total inglés, así que da igual lo que digan los aliens, incluso los humanos dispersos por la galaxia, que ni siquiera los subtítulos vienen traducidos. Amen de que el juego no ofrece mucha dificultad, pues con las ayudas visuales y los términos concretos que se usan para absolutamente todo, podemos avanzar, perdemos la gracia de entender algunas de las características bromas de este mundillo creado por Double Damage. Al menos, no se impone un ritmo, sino que se espera a que nosotros actuemos para pasar el texto y podamos comprender, si se puede, lo que nos están diciendo.
La Galaxia Salvaje
Rebel Galaxy es un juego interesante, por tener una propuesta concreta, ambientada de forma extraordinaria, pero que deja entrever que su potencial va mucho más allá de lo que el juego ofrece. Puede resultar repetitivo, puede resultar complicado, incluso tedioso si no se entiende el inglés, sin embargo, ofrece una experiencia que marca un producto con una fuerza y carisma importantes, destacando en sobremanera.
Sin ser extenso hasta el punto de perderse, pero ofreciendo una libertad amplia. Sin ser un juego en el que cada dato es determinante, ofrece un equilibrio entre estrategia y acción que resultan adictivos y divertidos. Rebel Galaxy es un producto que aprovecha un hueco entre los juegos disponibles en este género o ambientación, que cada vez tiene más exponentes, pero que difícilmente alguno de ellos conseguirá tener el carisma que tiene este título.
Rebel Galaxy tiene fuerza, no impresiona por su apartado visual, pero convence por su propuesta simple, directa y apasionante. Con algunas opciones interesantes, con personajes y situaciones algo cómicas, los estereotipos empleados para este juego aportan un grado de satisfacción para los fans de la ciencia ficción basada en el espacio. Decisiones que tomar, profesiones que realizar, una ruta que seguir, una historia en la que avanzar, mercancías que transportar o robar, facciones enfrentadas y grandes fragatas que gobernar ¿que importa el destino? Lo importante no es llegar, es qué hacemos a lo largo del viaje.