En estos últimos años el género de lucha ha sido testigo de la llegada de un buen número de propuestas de gran calidad. Algunas de ellas, han echado el guante a licencias legendarias o han asumido el regreso de ellas para dar vida a nuevas experiencias. Y es que en este género sigue existiendo un aroma a clásico de recreativa, donde nombres como Virtua Fighter, Tekken o Soul Calibur siguen siendo especiales. El regreso de la licencia basada en la historia de la espada maldita lo hace como un auténtico homenaje a toda la saga.
SoulCalibur siempre ha sido considerado uno de los juegos de lucha que ha sabido ofrecer algo diferente al resto de propuestas. El principal factor que ha determinado esta diferencia es el uso de armas, que ha permitido a la saga forjar su propio estilo y perdurar tras varias décadas como un referente. SoulCalibur VI llega con cierta cautela, incluso con algunas premisas de que podría ser el último juego. No es que Bandai Namco no confíe en el nuevo planteamiento para SoulCalibur VI, sino que es consciente de lo complicada que es la gestión de grandes producciones en un mercado tan saturado.
¿Será SoulCalibur VI capaz de hacerse un hueco entre todos los juegos de lucha? Lo vemos a continuación.
Al estilo propio de la saga, el vinculo con la historia de Soul Edge introduce un elemento narrativo muy interesante
La historia de Soul Edge
SoulCalibur es una saga cuyo trasfondo siempre ha resultado muy atractiva. La historia de la espada maldita, devoradora de almas, Soul Edge, cuya historia ha atraído a épicos luchadores de todas las partes del mundo. A lo largo de la saga, hemos visto cómo todos ellos se enfrentaban por dominar el poder de Soul Edge, pero en todos ellos, como una alternativa arcade de la vieja escuela. Pero la realidad, es que esta historia da para mucho más.
Es precisamente por eso que Bandai Namco ha decidido hacer que SoulCalibur VI no sea un juego que se limite a ofrecer los típicos modos de juego arcade limitados a un catálogo de luchadores. De hecho, esta opción pasa a un plano secundario por la llegada de dos vertientes especialmente llamativas. Una de ellas, se centra en la historia de Soul Edge para hacernos viajar al siglo XVI y revivir todas las experiencias en torno a su historia. Este es el modo Cronica del Alma, donde encontramos una historia principal con combates establecidos en torno a Soul Edge. Pero además, siguiendo la cronología del lore de la saga, podemos conocer desde todas las perspectivas como los diferentes personajes han interactuado en la historia. Recordando un poco al sistema cronológico implementado en Dynasty Warriors 9, podemos introducirnos en la historia de los diferentes personajes a través de secuencias de narrativa y combates.
La acción principal se centra en intensos combates de gran espectacularidad.
De este modo, se ahonda en el concepto de narrativa como un eje que sirve para dar cabida a múltiples combates. Cada personaje tiene una historia propias, dando acceso a diversas líneas argumentales en torno a una historia central. Aunque estas líneas están separadas entre sí, poder adentrarse en la historia de cada uno de los personajes resulta tremendamente atractivo. Pero además de este modo de juego, SoulCalibur VI ofrece otro modo de juego donde nosotros seremos los protagonistas de una historia, el modo Balanza del Alma.
Este modo de juego nos permite introducirnos en una historia independiente a partir de la herramienta de creación de personajes. Podremos crear nuestro héroe y vivir una aventura en torno a Soul Edge. Este modo de juego resulta mucho más profundo, ya que vinculado al mismo estilo de narrativa, sin secuencias cinemáticas, sino a conversaciones al puro estilo de los jRPG, podremos ir evolucionando un personaje, adquiriendo equipamiento y tomando decisiones que alterarán el rumbo de la historia y darán acceso a diferentes misiones secundarias.
Pero la historia principal se centra en exponer una trama donde el protagonista toma contacto con el poder de Soul Edge. A partir de ahí, una serie de fisuras astrales surgen en el mundo guiando nuestro camino en busca de alargar nuestra vida. Eligiendo un camino basado en la luz o en la oscuridad, haremos frente a todo tipo de combates guiados por una historia que nos llevará a recorrer el mundo entero. El nombre de Azwel comienza a surgir, siendo uno de los personajes introducidos en SoulCalibur VI como novedad, encarnando al principal villano, por decirlo de algún modo. En nuestra mano está elegir el camino a seguir, y es ahí donde este modo despliega todo su potencial.
El modo Balanza del Alma introduce un personaje creado para vivir trepidantes aventuras evolucionando nuestro luchador, incluso cambiar su estilo
A lo largo de esta aventura personalizada, podremos avanzar por un mapa acompañado de algunos de los héroes de SoulCalibur y enfrentándonos a todo tipo de enemigos. Siguiendo el camino en un mapa, iremos descubriendo poco a poco las opciones disponibles. Entre ellas, las que hacen referencia a equipamiento y objetos que nos otorgarán propiedades para los combates. Y es que además de seguir una línea argumental episódica, a partir de cierto momento se abrirán misiones secundarias a las que podremos ir en una opción de exploración. Las misiones secundarias parecen estar incluidas como un elemento complementario, muy interesante, con el objetivo de que cada uno decida cómo progresar, subir de nivel, obtener recursos y combatir sin cuartel.
Durante esos viajes alternativos que iniciamos, a lo largo del camino, podemos ser asaltados, y al llegar, cumpliremos con la tarea encomendada. Estos viajes nos cuestan oro, que se consigue con misiones o canjeando puntos de alma. Pero en estas misiones existe un elemento interesante, cuanto más avancemos en la exploración, más duros serán los rivales a los que nos enfrentamos. Equiparse bien y dosificar los objetos puede llevarnos al éxito. De no conseguir regresar a salvo o terminar la exploración sin ser derrotados, perderemos los beneficios. Beneficios que pueden ser muy necesarios, no solo para adquirir armas, también para la opción de reclutamiento que se dispone a partir de cierto momento. Estos mercenarios nos ayudarán en esas misiones secundarias, y así, poder superarlas pese a la adversidad. Los mercenarios son personajes creados por otros jugadores y jugarán de forma automática, dejando claras evidencias de que la IA no tiene el ritmo de combate en este modo de juego. Por otro lado, habrá combates en los que nos tengamos que ceñir algo a una serie de prerequisitos para poder salir victoriosos. Rizar el rizo, subir el nivel, todo para hacer que este modo sea más profundo de lo que uno puede esperar
De este modo, SoulCalibur VI se expone como una propuesta muy bien meditada, ofreciendo horas ingentes de aventuras y combates gracias a estos dos modos de juego individuales. Pero claro, siendo un juego de lucha es de esperar que ofrezca también esos modos clásicos, donde además de poder gestionar la dificultad, se puede luchar contra otros usuarios.
La narrativa se dispone al estilo de los jRPG clásicos, con mucho arte y lectura.
Intensidad arcade fluida y dinámica
Aunque pueda parecer que no hacen falta muchos motivos para combatir, la realidad es que estos dos modos de juego principales resultan especialmente atractivos. Dar un motivo más amplio y argumentado para entrar en combate siempre resulta de agradecer, aunque si no te interesa, puedes optar bien por el modo arcade clásico o por el multijugador. Estas dos opciones también permiten disfrutar de la lucha de SoulCalibur VI tanto con los luchadores de la franquicia, como con los personalizados.
SoulCalibur es una saga que se ha caracterizado por ofrecer una experiencia muy dinámica y fluida en sus mecánicas de combate. El uso de armas siempre ha conferido a la saga una identidad propia, distintiva y especial. SoulCalibur VI ha sabido mantener este carácter en su jugabilidad, donde nuevamente nos encontramos enfrentados en combates a muerte con un elemento estratégico más agudo que en otras propuestas. El uso de armas exige una mayor presteza, una mayor conciencia de una estrategia, aunque puede valer ir a pecho descubierto, resulta mucho más apasionante cuando conseguimos plasmar una intención en nuestros ataques.
El sistema Reversal Edge puede dejar secuencias impresionantes, así como la rotura de las armaduras
El alcance de las armas, la velocidad del ataque y las características del rival son aspectos que importan. Luchar contra un enemigo que porte un arma de mayor alcance obliga a plantear una estrategia de mayor movilidad y aprovechar las aperturas en la defensa del enemigo. Pero además, para SoulCalibur VI se ha añadido una función de contraataque que confiere al juego una dinámica diferente. Acostumbrados a los movimientos de esquiva en el entorno tridimensional, o al bloqueo sencillo, SoulCalibur VI presenta un sistema de ruptura y contraataque muy interesante.
Cuando se consigue coordinar el ataque del rival con nuestro bloqueo, haciendo uso del Reversal Edge, las armas chocarán en una explosión y se dará inicio a una secuencia en la que, a modo de piedra-papel-tijera, decidiremos la siguiente acción. En este aspecto, resulta especialmente emocionante ver como la elección es la acertada y conseguimos dar ese ataque y preparar una secuencia combinada de golpes. Pero también se puede dar el caso en el que el resultado de la disputa termine en empate, donde las espadas volverán a chocar y se iniciará un nuevo contraataque. Esto añade una secuencia más larga, más espectacular y que generalmente es definitiva.
Esta es la principal novedad en un sistema de combate muy clásico, porque la fórmula y las mecánicas eran muy buenas desde sus orígenes. Movimientos básicos para combinaciones muy fluidas, donde solo podemos echar en falta un mejor ajuste de la dificultad en los modos de juego basados en la historia. Tras muchos combates, no resulta demasiado exigente, donde parece buscarse que los usuarios disfruten de unas buenas mecánicas, se luzcan un poco en combate y, de querer un desafío, opten por el arcade o el multijugador.
Espectacularidad absoluta en una recreación fabulosa de combates llenos de intensidad
Puede ser una idea acertada, pero la profundidad añadida de esa experiencia personal con nuestro luchador en busca de la Soul Edge, podría requerir un mejor ajuste que un sistema de niveles. Notaremos muy a menudo que el rival tiene un nivel superior al nuestro, pero no es muy complicado conseguir vencerlos si usamos un poco la cabeza a la hora de atacar.
La acción en SoulCalibur VI es prácticamente perfecta, con esa esencia justa de arcade clásico y novedades que dinamizan ligeramente una acción trepidante. Hacía años que no teníamos contacto con esta saga y regresa como una experiencia consagrada, fundamentada y sin perder su carácter clásico.
Fluidez y espectacularidad
Gran parte de esta sensación se debe a un planteamiento bien meditado en el ámbito técnico. SoulCalibur VI deja ver una importante evolución en el apartado gráfico, sobre todo porque se ha planteado para los hardwares actuales, incluyendo los mas potentes. Pero entre todas las cuestiones que pueden priorizarse en este ámbito, se ha priorizado el rendimiento. Lo que permite que SoulCalibur VI desarrolle una acción fluida, dinámica y muy atractiva a la hora de luchar, es que su rendimiento está totalmente consolidado en 60fps.
La fluidez en la acción resulta espectacular, y además permite adentrarse de forma notable en cada movimiento. Esto se debe al uso de una cámara por defecto que es dinámica. Esta se acerca o se gira según determinadas acciones y permite disfrutar de una dinámica realmente abrumadora en todo momento. Aunque se pueda cambiar la cámara, esta que viene configurada por defecto es la que permite sentir cada combate de una forma muy atractiva y aunque en alguna ocasión pueda hacernos perder “el norte”, no afecta en gran medida a la experiencia.
La cámara dinámica que viene por defecto es una delicia, dejando secuencias de lujo para una acción sin cuartel
Pero todo esto no tendría especial relevancia si SoulCalibur VI no mostrase ser un juego que tiene una apariencia magnífica. En Xbox One X corre a 4K y permite disfrutar de un espectacular nivel de detalle. Los personajes principales presentan diseños realmente atractivos y llenos de pequeños detalles, que se visualizan de forma minuciosa y detallada. Los modelados son contundentes, aunque puede que la recreación de los personajes parezca un poco artificial. Se ha conseguido representar en muchos juegos una piel más realista de la que SoulCalibur VI ofrece, incluso posturas y algunas formas corporales.
En cierto modo puede valorarse que SoulCalibur VI usa para todos sus personajes un molde basado en su herramienta de personalización o creación de caracteres. De hecho, uno de los aspectos más curiosos del juego es que nos encontraremos con luchadores que no se limitan solo a los personajes conocidos. Gracias a esa herramienta podremos luchar con creaciones variopintas y todo tipo de diseños, unos más acertados que otros. Esto puede haber coartado ese acabado más espectacular, notándose sobre todo aquellos luchadores “anónimos”, frente a los reconocibles héroes de la saga.
Tanto los modelados como los escenarios, lucen de forma espectacular, no obstante, haciendo uso del mismo motor gráfico que Tekken 7, el grado de efectos no parece alcanzar el mismo nivel. A nivel de efectos, podemos ver intensos juegos de luces, escenarios que tiene un alto nivel de detalle, pero que no alcanzan una armonía u homogeneidad total. Los escenarios son muy naturales, con esto quiero decir, que no se recurre tanto a la presencia de un público o elementos más cercanos que otorguen dinamismo. Son bastante estáticos, con animaciones constantes o repetitivas. Están porque tienen que estar, su calidad es alta, pero hemos visto otros juegos que han sabido aprovechar mejor este aspecto del escenario.
El nivel de detalle es abrumador, aunque no se ha renunciado a un corte clásico en el acabado de los personajes
Es en este ámbito donde vemos algunos elementos que podrían haberse mejorado, ya que parece que estos juegos no deberían requerir demasiado a los hardwares. Algunas texturas, o sombras, no parecen estar acorde a la calidad de un producto que se reproduce en 4K. Efectos como la aparición instantánea de piedras derivadas del impacto contra el suelo, que se queda igual, incluso la llamativa rotura de las armaduras, son detalles interesantes que dan un resultado menos efectivo de lo que cabría esperarse.
En cierto modo, parece que la elección de Bandai Namco para SoulCalibur VI ha sido intentar mantener ese estilo de arcade clásico. Sus mejoras son notables, con un gran trabajo para hacer que el juego se vea espectacular y, sobre todo, fluido. Pero también podemos denotar ese aspecto añejo, que bien puede ser intencionado, pero que otorga una sensación de apatía. No es algo que vaya a deslucir en absoluto el producto, si bien puede conferir ese aspecto de emotividad o añoranza de los clásicos de los que proviene. Podría tener un acabado más innovador, pero no le hace ninguna falta.
De hecho, este aspecto que toma más referencia de lo clásico lo encontramos en cómo gestiona la narrativa. Con imágenes artísticas o diseños más propios de arts, tanto fondos como personajes interactúan en los diálogos de la historia. Un elemento que otorga al juego un cambio elemento inesperado, donde podemos ver esos diseños expresivos para los diferentes personajes, con algún resultado un tanto desacertado. Aunque esto es algo personal, en el caso del brujo Geralt, hay expresiones un tanto extrañas.
Personajes invitados, como el brujo Geralt, así como los creados, añaden recursos infinitos al elenco principal de SoulCalibur
Y centrándonos en el apartado sonoro, siguiendo este aspecto de la narrativa, las voces pueden escucharse en inglés o japonés. Obviamente, no es un juego que vaya a requerir de un doblaje, ya que en estas secuencias, la traducción al castellano es más que suficiente. No nos perderemos absolutamente ningún detalle al hacer uso de este sistema. Dentro del combate, los efectos sonoros se compaginan perfectamente con la acción y se acompañan de una banda sonora orquestal magnífica, como suele ser habitual en esta saga.
Que no falten opciones
Los juegos de lucha suelen caracterizarse por ofrecer una propuesta muy escueta de opciones. Tirando de lo clásico, la acción se suele limitar a modos muy concretos y casuales, de partidas rápidas, donde el multijugador ha cobrado especial relevancia. No parece el caso de SoulCalibur VI, que a modo de otras propuestas, como puede ser el caso de Injustice 2, prioriza una experiencia individual sobre las demás.
Pero si hay algo que realmente resulta apabullante y sorprendente, es la herramienta de creación y personalización de luchadores. Una herramienta muy completa que permite crear nuestro propio luchador basado en alguno de los modelos existentes. Tomando como base un luchador y su arma, podremos elegir su aspecto físico y adecentarlo con multitud de prendas y accesorios, así como colores y complementos.
Se pueden invertir muchas horas creando personajes, editando a los héroes de SoulCalibur o rebuscando entre las creaciones de la comunidad para usarlos en el multijugador. Un aspecto que no convence, es que cuando intentas hacer uso de uno de los personajes creados en la herramienta que ofrece el juego, no se pueden usar en el modo dedicado a ellos, teniendo que volver a invertir el tiempo necesario en crear un nuevo personaje.
La creatividad de la comunidad podrá ser usada contratando mercenarios en el modo Balanza del Alma
Sorprendente, diverso y apasionante
SoulCalibur VI llega como una propuesta de lucha que debe hacer frente a las nuevas tendencias en este género. Otras licencias han intentado abarcar la influencia del multijugador para ser parte de los eSports o torneos multijugador. En ocasiones hemos visto propuestas frenéticas de lucha que han dejado un tanto desatendidas las opciones para un jugador. SoulCalibur VI en cambio apuesta por dar diversidad e innovación en las opciones de juego, otorgando mayor libertad a cada usuario para disfrutar del juego.
Sus modos individuales resultan realmente apasionantes, tanto para los fans de la saga que podrán implicarse más de cerca con cada una de las historias y los héroes de la licencia, como para crear su propia historia. Con una jugabilidad vibrante y apasionante, la acción se desarrolla tanto en un marco espectacular como con una fluidez abrumadora. Manteniendo su carácter distintivo, SoulCalibur VI es una propuesta que ha sabido crecer y evolucionar, ofreciendo mucho más que sus rivales.
Puede faltarle algo más de implicación en el ámbito multijugador, no obstante, esas opciones pueden ser algo que lleguen más adelante. Ya existen opciones competitivas y marcadores, pero en el ámbito de la comunidad, ninguno ofrece la oportunidad de expresarse creativamente. La herramienta de creación de personajes añade un punto más al juego, tanto en los combates, como para ese modo historia más personal.
SoulCalibur VI mantiene su esencia y se reinventa para dar, posiblemente, la mejor experiencia del género en años
Contundente, atractivo, apasionante y espectacular, SoulCalibur VI es casi una plataforma dentro del género para dar cabida a una experiencia sobresaliente en un género que parecía tener muchos límites. Una evolución contundente para la franquicia, que también puede aplicarse al género en sí, convirtiendose en un referente y un firme candidato a más que el juego de lucha de este año, a juego de lucha de esta generación.