Las comparaciones son odiosas, pero también inevitables, especialmente cuando uno se encuentra con un videojuego que tiene una inspiración tan marcada como The Entropy Centre, el título que hoy nos ocupa. El estudio británico Stubby Games es el encargado de dar vida a este juego de puzles y de corte narrativo que desde un primer vistazo recuerda a una obra maestra del género como Portal, pero que aporta una perspectiva completamente nueva gracias a una mecánica para resolver los rompecabezas distinta a la del videojuego de Valve. Acompáñanos en las siguientes líneas para conocer nuestra opinión en nuestro análisis de The Entropy Centre para Xbox Series X.
Que la fuerza entrópica te acompañe
Te despiertas en una gigantesca instalación. Estás sola y apenas recuerdas qué haces ahí. Por suerte, un simpático robot te da la bienvenida y acabas encontrando un arma que lanza rayos y que te ayudará a resolver los puzles que se interponen entre ti y tu objetivo. Podríamos estar hablando del argumento del ya mencionado Portal, pero es el de The Entropy Centre. Bajo esta premisa empezamos a dar nuestros primeros pasos por una instalación situada en la Luna y que tiene una clara meta: evitar que ocurran desgracias a gran escala en la Tierra. ¿Cómo lo hace? Con la llamada fuerza o energía entrópica, que nos permite hacer retroceder en el tiempo algunos objetos.
Nuestro personaje, de hecho, es una de las empleadas que recopila energía entrópica resolviendo puzles, pero cuando se despierta sola en el lugar, su misión va mucho más allá, pues también tendrá que buscar respuestas y poner solución a algunos acuciantes problemas. Para su fortuna, aún queda por ahí un arma entrópica, la que nos permitirá superar todos los obstáculos que nos topemos por el camino. Su funcionamiento es muy sencillo. En lugar de generar portales como en su gran referente, aquí el arma nos permite “rebobinar” la trayectoria de los objetos que se encuentran dentro de las salas de puzles. Suena extraño, pero enseguida lo entenderás.
Empieza por el final
De por sí, el arma entrópica no tiene ninguna capacidad real dentro de The Entropy Centre. Necesita elementos con los que interactuar. Pongamos algún pequeño ejemplo para dejarlo más claro: pongamos que entre ti y el camino que debes seguir se interponen dos puertas cerradas y que, para abrirlas, necesitas que un cubo que está en esa habitación se sitúe encima de dos interruptores diferentes. La forma de proceder en The Entropy Centre es la siguiente: colocas el cubo en el interruptor que abre la segunda puerta y después lo colocas en el primero. Superas la primera puerta y a continuación apuntas al cubo con tu arma y rebobinas su recorrido, haciendo que regrese al interruptor en el que estaba situado en primer lugar, lo que abrirá la segunda puerta y te dará acceso al camino inicialmente bloqueado.
Esta es mayormente la premisa de todos los puzles de The Entropy Centre, si bien poco a poco el juego va añadiendo más y más elementos para complicarnos la tarea. Plataformas que nos hacen rebotar hacia arriba, otras que nos lanzan hacia adelante, paneles por los que podemos pasar nosotros pero no los objetos de la sala… un sinfín de mecánicas que se van sumando a la propuesta para añadirle complejidad e interés. Aunque la idea suena muy bien (porque es una gran idea, de hecho) tiene sus problemas. En ocasiones debemos rebobinar desde lugares muy lejanos al objeto que rebobinamos en el tiempo e incluso estamos tapados por obstáculos mientras lo hacemos. Es por ello que cuesta distinguir la trayectoria del objeto y si lo perdemos de vista tendremos problemas. Si dejamos de rebobinar cuando el ítem ya no está a la vista, ya no podremos interactuar con él. Y si nos pasamos de rebobinar, no podemos volver a echar el tiempo hacia adelante.
Estos dos apuntes que parecen tan inocentes son un verdadero quebradero de cabeza en The Entropy Centre. La mayoría de los puzles no son demasiado complicados, pero invertimos más tiempo del necesario en ellos por culpa de imprecisiones causadas por la mecánica de rebobinado y cómo ha sido concebida.
La inconsistencia de la entropía
Nuestra arma, además de permitirnos resolver los puzles, tiene voz y consciencia. Está habitada por una pequeña inteligencia artificial muy jocosa que nos acompaña durante la aventura y que nos indica los pasos a seguir. Es precisamente por ello que hemos echado en falta que se use esta herramienta para ofrecer algún consejo básico en los puzles en los que nos quedemos atascados. Y es que aunque la gran mayoría de acertijos nos han parecido muy asequibles, este tipo de juegos y The Entropy Centre en particular tienen la capacidad de desesperar a cualquier jugador en el momento menos esperado. Dada la baja dificultad media del título, nos ha sorprendido los picos de dificultad repentinos con los que nos hemos topado. Veníamos, por ejemplo, de resolver tres puzles en cinco minutos entre todos y el siguiente nos dejó atascados durante media hora. Tener que dar vueltas sobre el mismo concepto una y otra vez sin una mínima pista sobre cómo proceder es extraño.
A modo de complemento, entre puzle y puzle de corte tradicional, The Entropy Centre cuenta con algunas secciones de plataformeo para poder avanzar entre zona y zona. Hemos decidido llamarlas secciones de derrumbe, pues básicamente consisten en áreas de las instalaciones que se derrumban a nuestro paso y que debemos rebobinar a tiempo y en su justa medida para abrirnos un camino. Son de fácil resolución y ayudan a desengrasar de algún puzle que nos haya podido plantar cara.
Conclusiones
The Entropy Centre es un Portal con personalidad propia. Su mecánica no consiste en dos portales que nos permiten crear bucles y circuitos, sino que podemos rebobinar elementos del entorno para hacerlos interactuar con diversas partes del escenario en el orden en que necesitemos. La manipulación temporal es una idea atractiva y original, aunque tiene problemas de precisión y concepto. Lo más sorprendente del juego de Stubby Games es que es, en su gran mayoría, muy asequible, pero combina esa sencillez con momentos de verdadera frustración, todo ello sin ofrecer ni una sola pista por mucho tiempo que dediques a una sección. Con sus luces y sombras, The Entropy Centre es una obra más que recomendable para los amantes del género puzle.