Los gamers más veteranos recordarán con añoranza todos aquellos juegos de golf que estaban vinculados a una figura icónica. Electronic Arts dominó las propuestas que acercaban el golf como un videojuego, ofreciendo generalmente una experiencia bastante acertada, pero muy arcade. Desde que montó un buen lío con Tiger Woods, este deporte apenas ha tenido representación, menos cuando dominan dos o tres deportes en los videojuegos. HB Studios intentó hacer algo diferente planteando The Golf Club, que más que un juego, era una plataforma para los amantes del golf.
Tras llegar a consolas con su primera entrega, The Golf Club siguió implementando nuevas opciones y mejorando lo que se ofreció inicialmente. Pero la premisa era clara, más que un juego se proponía a los amantes de golf un refugio para disfrutar de este deporte, así como una plataformas de acceso muy interesante en torno a los conocimientos requeridos para iniciarse. De este modo, el juego fue formando una comunidad cada vez mayor en torno al golf, donde bien por su amplio tutorial, por sus modos de juego multijugador y por su completo editor de escenarios, daban cabida a una experiencia realmente interesante.
Tras todo este trabajo, The Golf Club se ha afianzado, lo que ha supuesto el acercamiento de la licencia oficial PGA. No solo eso, rebautizado como The Golf Club 2019 featuring PGA TOUR, la implicación de 2K Sports pretende dar cierto peso a esta licencia que, nuevamente, intenta captar a todos los apasionados del golf. En esta ocasión, más allá de pasar el tiempo libre disfrutando de este deporte o aprendiendo nociones y perfeccionando técnicas, permite además adentrarse en el circuito PGA.
Viajaremos por todo el mundo visitando bellos campos de golf en muchos biomas distintos
Desde novato hasta campeón
The Golf Club 2019 parece haber cambiado un poco su propuesta, sobre todo, para implementar un modo de juego principal más serio y oficial. Con esto, cuando nos creamos nuestro propio golfista, podremos entrar en los modos de juego convencionales de las entregas anteriores, pero también podremos iniciar una carrera para luchar en el ranking PGA.
En el fondo, esto confiere a The Golf Club 2019 un modo de juego muy interesante en el que implicarse más. En cierto modo, este modo permite focalizar la progresión de jugador, aunque no sirva para aplicar ningún cambio en el manejo del golfista. Simplemente, comenzaremos luchando por acceder al campeonato por el circuito. Tras conseguir una serie de buenos resultados, tendremos la oportunidad de competir contra los golfistas profesionales del circuito PGA.
Hay mucha información para asimilar, ya que en el fondo, es un simulador para aprender
Es un añadido importante, sobre todo para captar la atención de más jugadores. En todo lo demás, el objetivo de The Golf Club se mantiene bastante intacto. El objetivo de la plataforma es encontrar un refugio para los amantes del golf que no pueden acudir en todo momento a la pista en la realidad. Del mismo modo, supone una plataforma de introducción muy interesante para los más curiosos.
Y es que dada la cantidad de información que se utiliza, aquellos que quieran adentrarse en este deporte podrán hacerlo con bastante facilidad. Solo hay que mirar The Golf Club 2019 como lo que hizo posible este juego, un lugar donde adentrarse en el mundo del golf, con todo lujo de detalles para ir aprendiendo las bases y fundamentos del deporte.
De hecho, el vínculo existente para hacer llegar un modo carrera, expone un ajuste de la dificultad que, en el fondo, no afecta a las mecánicas de juego. La dificultad del juego no reside en este ajuste, aunque con ello conseguimos que los rivales necesiten de más golpes y su handicap sea peor. Si nosotros no mejoramos nuestras mecánicas, hasta el nivel más fácil se nos hará cuesta arriba. Así que The Golf Club 2019 mantiene esa esencia de ser un simulador de golf donde aprender a jugar.
Tendremos una completa herramienta para conocer los fundamentos y perfeccionar nuestra técnica
Precisión en el golpeo
Antiguamente los juegos de golf intentaban hacer muy accesible la experiencia, usando combinaciones de botones y un hud que había que manejar con precisión, casi como un QTE. Si bien existieron alternativas interesantes enlazadas a controladores que detectaban el movimiento, The Golf Club 2019 mantiene el uso del stick del mando para que seamos nosotros quienes golpeamos realmente la bola.
Es de este modo que la gestión de la energía y la precisión del golpe dependerá totalmente de cómo manejemos ese stick. Es una manera bastante eficiente de dar a entender que el golf no es algo arcade, profundizando en una experiencia para la que la habilidad cuenta. Una habilidad que no está carente de paciencia, pues la precisión necesaria para golpear la bola como conviene requiere tanto de conocimientos, como de la situación como de la habilidad final del jugador.
The Golf Club 2019 no se expone como una simple propuesta de este deporte, requiriendo de asumir mucha información y ejecutándola en base a lo que se ofrece, es decir, un mando. Y es aquí donde nos damos cuenta de que no será tan fácil como mover el stick y punto, hay muchos aspectos a tener en cuenta, ofrecidos vía tutorial, pero que cuesta dominar. Aprender es un paso necesario, aunque en cierto modo puede que el nivel de exigencia para usar este sistema de control sea, en ocasiones, excesivo.
No tardamos en darnos cuenta de que no es tan fácil como las antiguas propuestas de este deporte. La sensibilidad del stick es abusiva
Sabemos que en el fondo, The Golf Club 2019 no ha querido simplificar sus mecánicas pese a la inclusión de una licencia que pretende aumentar sus ventas. Es de alabar este aspecto, pero quizás en este ámbito pueda haberse pecado de cierta falta de conexión entre el aprendizaje y el modo de juego principal. Un modo de juego que puede parecer más casual y que exige una entrega total, una paciencia infinita y unos conocimientos bastante amplios para no cometer errores y verse relegado, sin remedio, al fondo de la clasificación.
Las mecánicas de golpeo necesitan de algo más que de implicación. Lejos de haber abordado diferentes estilos para diferentes niveles de implicación, siempre deberemos de manejar el stick para hacer el golpeo. En muchas ocasiones, la aparente falta de precisión durante la ejecución llevará a más de un disgusto, sobre todo, al valorar opciones, condiciones y al cargar ‘a ojo’ la potencia del golpeo.
Supuestamente, con el fin de obtener una mayor práctica y aprendizaje, está toda la plataforma heredada, con sus partidos rápidos, con las pistas personalizadas, las partidas online. Un complemento que podría ser algo que se requiera como paso previo a entrar en esa experiencia que se asemeja a los modos carrera de los principales juegos deportivos.
El modo carrera del PGA Tour nos permitirá ir avanzando en el ranking desde torneos amateur
Relajación, destreza y pasión
Una de las mejores cuestiones que puede hacer llegar un juego de golf, es su apartado gráfico. Dada la falta de acción general, poder recrear escenarios bellos hasta el más mínimo detalle es algo usual. Casi siempre hemos visto despliegues técnicos extraordinarios en los juegos deportivos, porque la acción es más concreta y el resultado suele ser muy espectacular.
The Golf Club 2019 no resulta del todo efectivo en este aspecto, denotando que no ha sido la prioridad absoluta. Aunque existen gran cantidad de elementos relacionados con la física, tanto esté la bola en el aire como rodando por el suelo, el resultado obtenido es irregular. En Xbox One X se puede disfrutar de una bella estampa a 4K, no obstante, el resultado no es tan efectista y realista como podría exigirse. Da igual que podamos configurar elementos visuales, como es el Antialiasing, no deja mucho más para configurar y el resultado es bastante estático, sin poder disimular sus carencias.
Recibiremos recompensas al subir de nivel por parte del patrocinador para personalizar nuestro golfista
Cierto es que The Golf Club 2019 expone con precisión los diferentes escenarios repartidos por todo el mundo, incluso, con bellos efectos de luz. Diferentes biomas muy detallados y bien representados. Pero a nivel de construcción es evidente que el resultado obtenido dista mucho de ser una representación realista. Un realismo que podría exigirse hoy día dado el corte del juego y la potencia de los hardwares.
Claro ejemplo es atender a elementos como el público, que está para rellenar, pero que como muchos juegos deportivos, está lejos de tener un acabado realista. Por otro lado, las animaciones, que si bien en el golpeo está bien, se podían haber puesto otras animaciones que diese más carácter al juego. Se echa en falta el típico gesto habitual en los golfistas cuando embocan en el hoyo, recogiendo la bola y saludando al público. No importa tanto ver interesantes panorámicas, algunos efectos de iluminación interesantes, e incluso gran cantidad de opciones de personalización para la creación de circuitos. Es ahí donde veremos con todo detalle el aspecto del clima y todos los objetos que hay para los escenarios. Todo el conjunto sirve para que The Golf Club 2019 no de un salto en el apartado gráfico y se mantenga en esa división B.
A esto podemos añadirle la falta de implicación para con el mercado hispano hablante. El juego está totalmente traducido, lo que es un avance dado su corte didáctico. Pero a lo largo de los hoyos, las voces que nos acompañan, sea la del caddie, sea la de los periodistas, está en completo inglés. Un inglés que viste y acompaña en todo momento, transmitiendo cada golpe y ofreciendo una sinergia incompleta con una experiencia que podría ser mucho más profunda si estuviese doblado. Estos comentarios siquiera están subtitulados, así que muchos desconectarán de lo que se dice al no entenderse.
Aunque hay una riqueza de elementos importante, el acabado no logra la cota deseada. Esa ardilla está tramando algo turbio.
Aprende, personaliza y disfruta
Hemos visto que The Golf Club 2019 se implica con un modo carrera para tener algo más de gancho. Y es que muchas veces hay que endulzar las cosas para que aprender sea divertido. De este modo, la plataforma que se creó para esa comunidad se intenta acercar al resto, ofreciendo una propuesta repleta de opciones interesantes. El modo carrera está bien, pero seguramente los diferentes modos de juego asociados al golf, con diferentes reglas, permite ofrecer en el multijugador y en partidas rápidas todo tipo de experiencias.
De este modo podemos ver alternativas como el Match Play, donde cada jugador suma un punto en base a conseguir un menor número de golpes realizados en un hoyo o Stableford, en el que lo que importa es dar más golpes a la bola. Tanto para jugarlo online, como en la misma consola, incluso, usando IA para jugar tus propios partidos. Hay muchas opciones de disfrutar este juego dada la diversidad de opciones que presenta. En cierto modo, incluso puede tratarse de una herramienta social, donde los jugadores pueden crear sus clubes y organizar torneos internos.
Si a esto le añadimos el editor de campo, se vuelve una propuesta sin fín. The Golf Club 2019 repite con la herramienta de creación de nuevas pistas para ser compartidas en la comunidad. Una herramienta que permite crear con pequeñas definiciones que autogeneran un entorno o bien, editando hasta el más mínimo detalle de ese circuito creado. Desde el terreno hasta la vegetación, las proporciones de agua, cesped, búnkeres y tipos de hoyos, hasta el clima, los edificios y resto de objetos. Crearlos da acceso a un entretenimiento más, probar la pista es otro aspecto a tener en cuenta y compartirlo con la comunidad enriquecerá el producto en el futuro.
El editor de campos es realmente abrumador, te puedes tirar horas para perfeccionar tu pista de ensueño
No es para todo el mundo
Es de este modo que The Golf Club 2019 se expone de una forma mucho más cercana a los videojuegos deportivos de lo que acostumbraba. Sigue siendo esa plataforma para aprender, para practicar, para mejorar y disfrutar del golf. Ahora, con un modo carrera con la licencia oficial de la PGA, el juego gana enteros como eso, como juego. Pero The Golf Club siempre ha sido algo diferente, que hacía entretenido aprender y acercarse al golf. Añadir este componente parece contradictorio, porque parece una experiencia guiada de aprendizaje focalizado y resulta una experiencia algo frustrante si uno se adentra demasiado rápido, ya que las mecánicas son muy exigentes.
Claro que The Golf Club 2019 ofrece mucho más, como plataforma de aprendizaje hay mil maneras de disfrutar aprendiendo o practicando. Sus modos de juego “rápidos”, incluso todo lo que hay en torno al multijugador, el uso de diferentes mecánicas y métodos de puntuación y, como no, la personalización. Este último aspecto también cobra una especial atención, ya sea por nuestro personalizar nuestro golfista, como por la creación de nuevas pistas que compartir con la comunidad. Una herramienta muy completa para ampliar contenidos y adentrarse en una plataforma que mantiene sus orígenes.
Con paciencia y dedicación, The Golf Club se disfruta pese a todas esas carencias que pueden desquiciar
Es una pena que por algunos motivos concretos, como es el apartado gráfico o la falta de doblaje, el juego pueda disuadir a muchos usuarios. Otros pueden encontrar, pese a todo, un lugar donde disfrutar de este deporte, pasión y estilo de vida. The Golf Club 2019 es una interesante propuesta para quien quiera adentrarse, siendo un imprescindible para los fans del golf, pues lo que ofrece supera con creces lo anterior. No obstante, no solo por ser un deporte minoritario, The Golf Club 2019 featured by PGA Tour no es un juego para todo el mundo.