Tormented Souls llegó hace unos meses al mercado como una propuesta que pretendía devolvernos al survival horror clásico. Con una trama muy similar a la de clásicos de culto del género, como los primeros Resident Evil o Haunting Ground, Tormented Souls consigue trasladarnos de vuelta a la era dorada del género, aunque presentando ciertos fallos que entorpecen la experiencia jugable. Este es nuestro análisis de Tormented Souls para Xbox Series X|S.
Tormented Souls, survival horror de aire chileno
Tormented Souls es el título de debut de Dual Effect Games, un pequeño estudio ubicado en Chile. Tratándose de su primer juego y del escaso presupuesto con el que han contado para crearlo, resulta indiscutible el talento del equipo para desarrollar videojuegos y sin duda esperamos saber qué más nos deparan en el futuro. Pero Dual Effect Games no ha estado sola en el desarrollo de Tormented Souls, porque ha contado con el apoyo de Abstract Digital Works; empresa chilena de videojuegos que se fundó en 2013 y que actualmente cuenta con 15 profesionales. Este estudio no solo ejerce funciones de diseño de videojuegos, sino que además aporta apoyo a nivel de marketing, publicidad y distribución de pequeños estudios.
Finalmente, Tormented Souls llega distribuido con el apoyo de Pqube Games, distribuidora y creadora de videojuegos británica reconocida a nivel internacional, sobre todo en los juegos independientes. Algunos de los juegos que hemos podido disfrutar gracias a ella han sido New Super Lucky’s Tale, BlazBlue, Guilty Gear o Shantae: Half Genie Hero entre otros.
Survival horror de corte clásico
“En la piel de Caroline Walker, tendréis que explorar los aterradores pasillos de una mansión abandonada, para descubrir qué le ocurrió a dos gemelas desaparecidas. Pero no estaréis solos. Tendréis que resolver puzzles, enfrentaros a enemigos de lo más siniestro en combates mortales, sin poder escapar de una pesadilla sin fin. ¿Podréis enfrentaros a vuestros miedos y descubrir los secretos de Winterlake… o moriréis en el intento?”.
Tormented Souls nos ofrece un survival horror clásico, cuya propuesta inicial recuerda a los títulos en los que se inspira, como Resident Evil o Alone in The Dark. El juego comienza cuando nuestra protagonista, Caroline Walker, despierta en el Hospital de Winterlake, sin recordar cómo ha llegado allí. Nuestro objetivo será investigar el lugar en el que nos encontramos para descubrir qué se esconde detrás de la desaparición de unas gemelas y qué tiene que ver Caroline en todo ese asunto. Pero nuestra protagonista no estará sola, porque el hospital está poblado de enemigos que acabarán con ella en cuanto puedan.
El juego es un survival horror clásico, en tercera persona y cámaras fijas, que sigue el esquema habitual de los juegos de este género: enemigos variados de los que será mejor escapar, escasa munición, medicamentos para recuperar vida y puzles que tendremos que resolver para poder avanzar y desbloquear nuevas zonas. En lo que respecta a los enemigos, hay que destacar el interesante trabajo de diseño de sus creadores, tanto desde el punto de vista estético como en los combates. A lo largo del juego nos encontraremos con diferentes tipos de monstruos, que nos atacarán y seguirán patrones distintos, así que tendremos que tener mucho cuidado y mantener las distancias con ellos, porque sus golpes serán fatales. Para acabar con ellos iremos, como es lógico, encontrando distintas armas, aunque la más eficiente y eficaz será la pistola de clavos. Pero, como suele ocurrir en este género, los clavos escasearán a lo largo de la aventura, así que será mejor que los racionemos y aprovechemos otras armas más duraderas para según qué combates.
Lo mismo ocurrirá con la morfina que vayamos encontrando y que haga las veces de medicamento, porque no será demasiado frecuente (por no decir que prácticamente no hay frascos), así que será mejor que la atesoremos. Otro de los elementos que Dual Effect ha diseñado de una forma bastante correcta son los puzles. Estos están bastante presentes en la aventura, son variados y no nos costará demasiado hacernos a ellos, lo que se agradece en los juegos de este tipo. Y no podemos dejar de hablar de uno de los aspectos más interesantes que presenta el juego, tanto a nivel artístico como jugable: el uso de la luz.
En Tormented Souls, la oscuridad equivale a muerte. Así que Caroline estará equipada con un mechero, que nos será de especial utilidad para atravesar las zonas oscuras, frecuentes en el juego, y evitar que nos perdamos en ellas, muriendo en consecuencia. Pero el mechero y el uso de la luz no solo servirá para atravesar estas zonas sin más, sino que también será útil para superar ciertos puzles, en los que Tormented Souls nos obligará a jugar con la luz y a saber utilizarla para poder avanzar.
Sin embargo, a pesar de la interesante propuesta que presenta Tormented Souls, el juego falla en su ejecución. Si hay algo que caracteriza a los survival horror clásicos y buenos, como los primeros Resident Evil, Alone in The Dark y Silent Hill, es la proporción de elementos que ofrecen al jugador; aunque se trate de un género complicado, los juegos están muy equilibrados en cuanto a enemigos, munición y medicamentos y zonas de guardado, haciendo de la experiencia algo complicado pero equilibrado. Pero todo esto se pierde en Tormented Souls, porque el juego rebasa lo difícil para llegar a ser desproporcionado. El mapa no está del todo bien diseñado y las zonas son bastante amplias, sin que el juego llegue a indicarnos bien lo que tenemos que hacer. Así que será habitual que nos perdamos y demos vueltas sin rumbo aparente.
Esto se complica aún más con los enemigos, porque son bastante resistentes y apenas encontraremos munición para poder hacerles frente en condiciones; especialmente si nos atacan en grupo. Y todo esto teniendo en cuenta que las salas de guardado brillan por su ausencia, llegando a ser frustrante para el jugador el no saber por dónde avanzar, morir por no tener munición suficiente y tener que empezar desde la última zona de guardado encontrada, que perfectamente puede encontrarse a media hora atrás en el juego. Todo esto se habría solucionado con puntos de control automático o algo más de munición y de morfina, sin que ello hubiera supuesto perder esa dificultad jugable que tanto caracteriza este género.
Un estupendo apartado artístico
Sin duda alguna, uno de los elementos que más tenemos que destacar de Tormented Souls es su precioso diseño artístico y el excelente uso que hace el juego de la iluminación. Suele ser habitual que los títulos independientes de terror destaquen en el diseño visual, algo que en Tormented Souls no es ninguna excepción. El hospital está plagado de detalles que consiguen hacernos sentir parte de él y trasladarnos a un hospital de época. Los enemigos casan perfectamente con el resto del juego, recogiendo elementos estéticos que siempre triunfan en juegos de este tipo, como las sillas de ruedas, las máscaras de gas y similares. Algo que consigue recordarnos a títulos como Haunting Ground, juego con el que Tormented Souls presenta bastante similitudes, o Resident Evil Remake.
Como ya hemos comentado, el uso de la luz resulta muy interesante a nivel jugable y a nivel visual, rememorando experiencias como las vividas en Silent Hill 2, en cuanto al juego de luces y sombras para lograr plasmar ese ambiente tan perturbador y pesimista en el que se desarrolla el juego. Otros elementos como el uso de los espejos para “viajar” entre mundos, la música, los sonidos ambientales y las melodías que suenan en las salas de guardado están bien implementados y seguro encantarán a los fans del género.
Técnicamente, Tormented Souls es correcto, llegando a sorprender por ser un juego independiente y el primer título de su estudio creador. El juego llega subtitulado al español y con una duración que probablemente oscile entre las 10 y 15 horas, aunque puede llegar a ser inferior en caso de que prefiráis jugar con guía (cosa que os recomendamos encarecidamente para poder disfrutar mejor de la experiencia).
Conclusión: un juego correcto aunque con defectos jugables
Tormented Souls podría haber sido un juego redondo en caso de haber conseguido equilibrar mejor su aspecto jugable. Elementos como un mapa poco claro, diseño poco intuitivo a la hora de guiar al jugador, pocos puntos de guardado o la dificultad de los enemigos empañan una experiencia que, de otro modo, habría resultado de diez. Aun así, es un juego curioso, lleno de guiños al género y que sin duda encantará a los más puristas de las experiencias survival horror más complejas.