Llevamos varios días disfrutando de la versión para Xbox One de No Man’s Sky. El título de Hello Games ha llegado a la consola de la marca norteamericana con varias novedades. La actualización NEXT nos ha traído algo que muchos estaban esperando, el multijugador a este mundo procedural. Además, también podemos jugar en el modo tercera persona y verlo todo desde una perspectiva distinta.
Ya hemos visto varias comparativas de rendimiento entre consolas, incluso una entre hermanas, Xbox One vs Xbox One X. El resultado con la ganadora es obvio, sin embargo, gracias a Digital Foundry ahora podemos entender cómo saca el jugo No Man’s Sky a la bestia de Microsoft, Xbox One X.
Para empezar, el aumento del tamaño de la instalación del juego al compararlo con el lanzamiento en PS4 ya dice muchas cosas. En 2016 eran 3GB de espacio, a día de hoy en Xbox One tenemos que instalar 8GB de información. La distancia de dibujo mejorada es otra actualización clave. El título sigue utilizando el sistema procedural, colocando los detalles delante del jugador justo antes de llegar a él. En la versión de Xbox One X el pop-in no es tan obvio como lo fue en la de PS4 en su lanzamiento. Al volver la vista a atrás esos árboles y montañas no desaparecen, ni en tierra ni durante el vuelo.
El desempeño en Xbox One X es sencillamente espectacular. El modo rendimiento ofrece las imágenes más atractivas para los usuarios de la bestia, simplemente por el hecho de correr a una resolución real de 3840×2160. Es la primera vez que No Man’s Sky se ha ejecutado a 4K real en una consola. Todos esos detalles plasmados en un paisaje, las montañas, los árboles y las criaturas, son completamente discernibles en su gran variedad gracias al modo rendimiento.
El modo de calidad es el camino a seguir para el purista de calidad de imagen y para aprovecharlo al máximo, también obtiene algunas actualizaciones sobre la base de Xbox One, incluido filtrado de textura mejorado y distancias de dibujo adicionales en objetos y árboles. También hay una diferencia en la calidad de la oclusión ambiental, levemente visible a simple vista. Es un aumento significativo de 900p, de hecho, un aumento de 5.7x que se ubica como uno de los mayores saltos en el conteo de píxeles que hemos visto en Xbox One X.
Sin embargo, hay una desventaja en todo esto. El rendimiento a 4K es algo que vale la pena experimentar pero empuja a la máquina hasta un punto en el que incluso los 30 fps no son sostenibles. Si desbloqueamos la velocidad de fotogramas, es visible que la mayoría de los planetas se presentan a 30 fps o más, especialmente en áreas estériles. Aun así, hay casos en los que se experimentan caídas hasta los 20fps, lo que desencadena una v-sync adaptativa si la tapa de 30 fps está activada. Aterrizar en planetas, disparar lásers en áreas selváticas, o incluso caminar alrededor de la primera estación espacial desencadena caídas de menos de 30 fps en Xbox One X a 4K.
Para remediar esto, el modo de rendimiento baja la resolución a 2560×1440 y mantiene la mayoría de las otras configuraciones en su lugar desde el modo de calidad. Si enfrentamos las tres formas de jugar en Xbox One y X, esta es la opción ideal si buscas una velocidad de fotogramas sólida. Puedes ver el vídeo con toda la información a continuación: