Bobby Kotick, actual CEO de Activision Blizzard, ha aprovechado una nueva entrevista concedida al medio New York Post para atizar a Estados Unidos y Reino Unido por su intevencionismo en el mercado de los videojuegos. Antes de que la decisión de la CMA se hiciera oficial y, casi con carácter premonitorio, Kotick ya avisó de lo que podría acarrear el «no» del organismo de la competencia británico en la compra de Activision Blizzard. Y, por el momento, no ha fallado. A la rumoreada marcha de Activision Blizzard y Microsoft de Reino Unido se ha sumado la de AMR, que se hizo oficial a los pocos días de lanzarse la decisión de la CMA.
Y es que Kotick ya advirtió de que estas decisiones no generarían oportunidades en Reino Unido, sino todo lo contrario. La dificultad para alcanzar acuerdos terminaría por ahuyentar a las grandes empresas, que buscarían otros territorios para asentar sus sedes. Algo que ha vuelto a repetir en esta nueva entrevista, al alabar el trabajo de la Unión Europea en cuanto al apoyo de desarrolladoras.
Bobby Kotick auguró que Londres sería «Death Valley», en vez de «Silicon Valley» debido al papel de la CMA.
Bobby Kotick vuelve a alabar la Unión Europea, mientras echa por tierra el proteccionismo británico y americano:
«La gran amenaza para la innovación de Occidentes es la regulación de los gobiernos, principalmente de Reino Unido y Estados Unidos. Los reguladores tienen la responsabilidad de proteger a los consumidores y potenciar la competencia, pero en realidad son los mayores obstáculos para ella.
Europa siempre ha tenido una economía en videojuegos dinámica y, en la última década, hemos visto muchísimo talento viniendo de allí. Países como Polonia, Rumanía, Ucrania se han sumado a Alemania, Francia y España como líderes en la innovación y desarrollo de videojuegos. Estamos viendo cómo los países de Oriente Medio e incluso del Norte de África están empezando a demostrar innovación y a aprovechar oportunidades para desarrollar videojuegos a nivel local.
Teniendo en cuenta el estado de la industria en este momento, especialmente en Reino Unido y Estados Unidos, y la situación que se está generando por las medidas de los organismos reguladores, está claro que las palabras de Kotick no son vacías. Si finalmente se confirma la deslocalización de Microsoft y Activision Blizzard a Europa, Reino Unido sufrirá un batacazo económico brutal.
Lo mismo sucederá con Estados Unidos, cuya FTC no deja de generar desconfianza. Especialmente después de que salieran a la luz las pocas trabas que estaba poniéndole a Sony, a pesar del veto que tiene Microsoft en Japón.