La tecnología que presentó Nvidia en torno a su gama GeForce RTX se ha convertido en una de las referencias de la tecnología de futuro a implementar en los juegos. Esta tecnología no surgió de la nada, ni surgió de forma unilateral por parte del fabricante de hardware. Todo fue resultado de un trabajo en cooperación con Microsoft para desarrollar una parte específica en la librería DirectX. Ahora bien, La gran incógnita de Xbox Series X sigue siendo el Ray Tracing, porque a día de hoy, no hemos podido ver el potencial de los hardwares de AMD enfrentándose a esta tecnología.
Microsoft ha confirmado las especificaciones de Xbox Series X, apuntando a una potencia de 12TFLOPs y confirmando el soporte a Ray Tracing vía DirectX RayTracing. Esa librería que se creó con Nvidia, puede ser la solución que venían preparando, anticipándose a las especificaciones finales de Xbox Series X. Y con esto, parece que Microsoft no quiere depender de AMD en esta cuestión, habiendo buscado por su cuenta cómo hacer realidad el sueño de ofrecer soporte al Ray Tracing en su nueva generación de hardwares.
Si atendemos a la tecnología que actualmente ofrece Nvidia, se dispone de una serie de núcleos en las GPU para el procesamiento de todos los efectos relacionados con el Ray Tracing. Esto ha supuesto, a lo largo de su uso en diferentes juegos, una notable reducción de los recursos y una fuerte bajada en el rendimiento general de los juegos. Cierto es que Nvidia suele cometer algunos errores por exceso de ambición, donde se exponen diferentes niveles de calidad para esta tecnología. Pocos juegos, y pocos modelos de sus tarjetas gráficas son capaces de ofrecer garantías de rendimiento si se trata de ejecutar un juego con Ray Tracing en calidad alta y a 4K. Hablamos de hardwares más potentes de lo que será la GPU de Xbox Series X.
Entonces, no resulta extraño advertir que ahora mismo, la gran incógnita de Xbox Series X sigue siendo el Ray Tracing. Pero todo está en manos de las herramientas de desarrollo de Microsoft, que ya ha ofrecido un adelanto de algunas tecnologías propias muy interesantes. Sobre todo, porque estas coinciden con una de las herramientas relacionadas con el Ray Tracing, las sombras. En el artículo publicado por Phil Spencer, se habla del Variable Rate Shading, como una tecnología que permite adecuar el trabajo realizado para la ejecución de las sombras, siendo una de las herramientas disponibles en las herramientas de desarrollo de Ray Tracing de Nvidia.
Además, una de las cuestiones que deja en entredicho la capacidad de Nvidia de controlar esta herramienta, es que su software solo puede contar con las GPUs. Microsoft cuenta con un potencia extraordinario en torno al conjunto de unidades de procesamiento, tanto CPU como GPU, asumiendo además que todo está equilibrado para ofrecer, potencia y velocidad. Esta combinación podría ser una solución muy interesante para resolver esta cuestión en torno al Ray Tracing en las consolas de nueva generación. Una tasa de transferencia elevada, y una capacidad de procesamiento mayor, aprovechando CPU y GPU, podrían permitir que la solución de Microsoft pueda ofrecer un rendimiento más estable al hacer uso de esta tecnología.
Es cierto que AMD está trabajando para exponer sus primeros modelos de GPU compatibles con Ray Tracing, pero tanto Sony como Microsoft parecen haber abierto esta puerta por sus propios medios. Y aunque la gran incógnita de Xbox Series X sigue siendo el Ray Tracing, es una incógnita que debemos esperar a ver resuelta. Algo que podría darse cuando Microsoft, e incluso Sony, quieran desvelar los primeros gameplays de sus futuros hardwares. Ahora bien, se puede advertir cierta esperanza de que no se vean tan limitados como Nvidia en PC y puedan, incluso, implementar una nueva generación en torno al Ray Tracing.