La compañía estadounidense Activision Blizzard lleva inmersa en multitud de polémicas desde hace unos cuantos meses. Los impedimentos de la corporación para evitar un movimiento sindical en Raven Software y las demandas por cultura laboral tóxica e incluso acoso sexual sistemático a las empleadas de la empresa han sido una constante en los últimos tiempos. Sin embargo, ahora la investigación interna de Activision Blizzard concluye que el acoso sexual fue “bajo” para una compañía de su tamaño. Así lo ha hecho saber el informe presentado por Gilbert Casellas, antiguo responsable de la Comisión de Oportunidades de Empleo Igualitarias de los Estados Unidos y que ha sido el encargado de llevar a cabo la investigación.

Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard.
“Basándonos en su revisión, el señor Casellas ha concluye que no hubo acoso generalizado, ni patrón o práctica de acoso, ni acoso sistémico en Activision Blizzard y en ninguna de sus unidades de negocio durante esa franja de tiempo. El señor Casellas también concluye que, basándonos en el volumen de los informes, la cantidad de malas conductas reflejadas es comparativamente baja para una compañía del tamaño de Activision Blizzard”, señala el informe antes de dar paso a sus conclusiones sobre las acusaciones que atañían a altos cargos de la empresa y que, por supuesto, también salen indemnes de esta investigación interna.
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“Al contrario de muchas de las alegaciones, la Junta y sus consejeros externos han determinado que no hay prueba que sugiera que los ejecutivos sénior de Activision Blizzard hayan ignorado intencionalmente o intentado rebajar la importancia del acoso de género que ocurrió y fue reportado. Ese trabajo tampoco ha desenterrado ni evidenciado, directa o indirectamente, ningún intento por parte de ningún ejecutivo sénior o empleado de encubrir información a la Junta”, cierra el informe. Un informe que llega semanas después de que Activision Blizzard haya habilitado un fondo compensatorio de 18 millones de dólares para las víctimas de acoso sexual de la compañía y de que haya tenido que acabar aceptando por mandato judicial la sindicalización de los trabajadores de control de calidad de Raven Software pese a la multitud de trabas que han puesto durante todo el proceso.