Cuando Microsoft apostó por la nube, muchos vieron que esta tecnología todavía estaba lejos de poder ser aplicada al entorno de juego. Siendo Xbox One la consola que abanderó el procesamiento remoto en eso que se conoce como «el poder de la nube», años después sigue sin estar claro cual es su potencial. En su momento, existieron muchas demostraciones que ofrecían pruebas de rendimiento que avalaban este sistema de procesamiento remoto, ayudando a un hardware local a obtener un resultado mejor. En una generación lastrada por las continuas comparativas de rendimiento, el poder de la nube regresa a la actualidad de la mano del máximo responsable de la división Xbox, Phil Spencer.
Es precisamente el quien ha ratificado su confianza en esta tecnología, asegurando que es un medio que resultará clave para extender el éxito de sus consolas y juegos.
I think we'll see the full spectrum from games that run 100% in the cloud streamed to any device to high end games that run highly responsive compute locally while offloading heavy latency tolerant workloads to the cloud for incredible local results.
— Phil Spencer (@XboxP3) March 13, 2018
Según comenta en este tweet, «creo que veremos un espectro completto de juego que correrán 100% con el poder de la nube, juegos importantes que se retransmitirán a cualquier dispositivo cuando la tolerancia a la latencia permite cargas en la nube para impresionantes resultados locales». La teoría indica que la capacidad de procesamiento de hardwares ubicados en servidores, pueden servir de soporte al procesamiento de un hardware local, liberando a este de determinadas tareas y ofreciendo así un resultado mucho más completo.
Un ejemplo de este tipo de servicio sería la ejecución de juegos en remoto, es decir, juegos a través de la nube, como lo fue Onlive y otros servicios que existen hoy día. Spencer advierte que la popularización o extensión de esta tecnología, «no implica que se ponga fin al negocio de las consolas, para mi siguen siendo una parte importante en la forma de hacer funcionar los juegos de forma local y seguirán estando presentes durante años«. Un ejemplo muy básico del uso de la computación en la nube fueron los Drivatares de Forza Motorsport, si bien, uno de los primeros juegos que avaló el uso de esta tecnología es Crackdown 3 en su vertiente multijugador. Muchos han acusado a esta implicación como el motivo por el que este juego está tardando tanto en ver la luz, incluso, en la falta de información que hay del mismo.
Aunque muchos usan esta apuesta por la nube como objeto de mofa, Microsoft como empresa ha dado pasos de gigante en este ámbito, donde la plataforma Azure es un buen ejemplo de su aplicación al entorno de negocio. Su llegada a los videojuegos puede requerir de más tiempo, ya que existen muchos elementos que condicionarían su éxito. No obstante, sacar provecho de esta tecnología para apoyar el procesamiento de los juegos y obtener un acabado superior, es algo que puede ser muy interesante. Veremos si esta confianza se traduce en una futura presentación de algún servicio nuevo que ofrezca nuevas opciones o mejoras de rendimiento en los juegos de Xbox.