Vivimos en un mundo cambiante, a veces hasta más rápido de lo que somos capaces de adaptarnos. Solo tenemos que echar un vistazo al paradigma de los videojuegos para hacernos una idea de todo lo que ha cambiado el sector de aquí a unos años atrás. Synduality: Echo of Ada no viene a revolucionar la industria, no, pero si que viene a ofrecernos una propuesta que, por mejores o peores motivos, esta muy a la orden del día.
Antes de daros nuestras impresiones rubricadas por las dos ultimas betas cerradas que hemos podido jugar (una en marzo y otra hace apenas unos días), tenemos que poneros en contexto, ya que es probable que muchos de vosotros no conozcáis de nada este nuevo videojuego. Desarrollado por Bandai Namco, Synduality: Echo of Ada es un nuevo juego de disparos en tercera persona, que nos pondrá a lomos de un robot gigante (cradlecoffin es el nombre oficial de estos mechas) para encontrar los recursos naturales que necesita nuestra sociedad para prosperar. Todo muy interesante a priori pero, ¿cómo hemos llegado a esta situación?
Primeras impresiones de Synduality: Echo of Ada
La humanidad y el medio ambiente no se llevan demasiado bien
La humanidad no se encuentra en su mejor momento (ahora estamos hablando del juego, que conste). Durante el año 2099, una especie de lluvia torrencial cubre casi toda la Tierra con un aguacero que se torna tóxico y erradica al 92% de la población mundial. Los supervivientes se refugian como pueden de este apocalipsis y pasados unos años (o cientos de ellos), construyen la legendaria ciudad de Amasia. Hasta ahí la cosa no es muy halagüeña para la población, pero es que, de todo este desastre, surgen los llamados exterminadores, una raza de criaturas que amenazan a lo poco que queda de la humanidad y la obliga a abandonar Amasia para refugiarse bajo tierra.
Aquí entramos nosotros, ya que para mantener la electricidad de los refugios bajo tierra, necesitamos reunir cristales AN, una fuente de energía muy útil pero bastante escasa y que solo aflora en superficie, justo donde estos enemigos nos esperan. Armados con nuestro cradlecoffin, tendremos que subir a la peligrosa superficie, recolectar estos cristales y volver sanos y salvos a nuestra base. Afortunadamente, no estamos solos, pues la humanidad ha conseguido crear unas inteligencias artificiales, denominadas magus, que nos harán de apoyo con diversas técnicas de combate, analizando el terreno y alertándonos de las amenazas que nos encontremos.
Como ya habréis deducido, Synduality: Echo of Ada nos ofrece un shooter en 3º persona, en el que nos dedicaremos a explorar la superficie de Amasia buscando recolectar estos cristales. El problema (o la bendición, ya lo dejamos a vuestro criterio) es que no solo nos esperan los exterminadores en nuestro periplo: otros jugadores también estarán explorando el territorio. Muy al estilo Sea of Thieves, este juego será JcJcE (jugador contra jugador contra enemigo) y dependiendo de nuestro enfoque, cada expedición puede tener unos objetivos de recolectar, de cooperar con otros jugadores o de darles caza.
Un juego 100% orientado al online que también tendrá una campaña para un solo jugador, pero que nosotros no hemos podido probar durante la celebración de las betas cerradas y del que esperamos que, más pronto que tarde, podamos contaros más detalles.
¡Ayuda a la asociación y gestiona bien tus recursos!
Antes de lanzarnos a recolectar cristales, tendremos que aprender a gestionar nuestro garaje. No solo se limita a un lugar donde aparcar nuestro cradlecoffin, sino que también nos servirá para aceptar encargos, comprar equipo para nuestras expediciones, contratar seguros (creedme, los amortizaréis), fabricar componentes y mejorar las características de nuestra magus. En general, toda la parte de gestión de recursos, dinero, misiones y demás la realizaremos aquí, así que es importante dedicarle tiempo si queremos maximizar nuestros resultados.
Nuestro trabajo como “jinete de mecha” comienza con un tutorial sencillo, que nos pone a maniobrar con nuestro cradlecoffin y ver cómo son las nociones básicas tanto de ataque como de movilidad. Amasia es un lugar bastante peligroso y ya desde el propio tutorial aprenderemos que hasta la más mínima lluvia puede suponer una amenaza para la vida de nuestro mecha. Contamos con baterías de duración limitada, así que tendremos que gestionar el tiempo de nuestras expediciones y calcular cuándo es el momento adecuado para volver a un ascensor que nos lleve de vuelta al hogareño y seguro subsuelo.
También tendremos que elegir el aspecto y funciones de nuestra magus. Aunque el juego deja entrever que podremos tener varias magus, al principio solo contaremos con una, así que hay que elegir entre 5 especialidades posibles (gestión de recursos y clima, mechas, exterminadores y otros tipos) y el aspecto que nos gustaría que tuviera nuestra magus. Una vez aprobado el “examen de ingreso”, ya podremos explorar Amasia, aunque al principio estaremos limitados a una pequeña región de la misma.
¿A qué esperas drifter? ¡Súbete al cradlecoffin!
Con todo listo y ya en la superficie, podemos explorar como nosotros queramos. No tenemos un camino prefijado, como pasa en otros juegos de este corte. Podemos ir a donde queramos, siempre y cuando las baterías nos lo permitan. En Amasia encontraréis una gran riqueza de ecosistemas para explorar (además de la persistente lluvia): zonas de montaña, de ribera, lagos, ciudades antiguas, laboratorios, instalaciones y un largo etcétera. Lo más importante es tener localizado un ascensor para poder volver, cuya ubicación no será siempre la misma en cada expedición.
Las amenazas principales serán los exterminadores, criaturas de todo tipo que intentarán eliminaros y que se volverán más fuertes cuando esté lloviendo, pero el mundo de Amasia también tiene a sus propios “renegados”, delincuentes al mando de cradlecoffin que se dedican a traficar con los cristales AN, aprovechando que es un recurso escaso. Estas unidades controladas por el propio juego no siempre serán sencillas de derrotar, pero en muchos casos os permitirán encontrar tesoros valiosos.
Y hablando de tesoros, podréis encontrar gran cantidad de recursos, ya sean naturales como minerales o cristales, o artificiales, como municiones, equipamiento y componentes de fabricación. De vosotros depende qué llevar y que dejar atrás, pues vuestra capacidad de carga vendrá limitada por las características de vuestro cradlecoffin. Elige sabiamente que conservas y que dejas atrás, aunque quién sabe, si vuelves a esa zona en la siguiente expedición y nadie lo ha recogido, igual puedes recuperarlo.
En la beta cerrada se amplió la capacidad máxima de cada servidor a unos 20 jugadores (el máximo de jugadores por servidor en Sea of Thieves consta de 16 jugadores, para que echéis números) y aunque nos encontramos varios jugadores deambulando por el mapa, la mayoría fueron amistosos. Hacer misiones en cooperativo no estaba disponible desde el principio, pero pasado cierto punto del juego, jugar con otros jugadores tendrá sus recompensas asociadas. Los que prefieran centrarse en la faceta JcJ podrán hacerlo, pero se pondrá un precio sobre sus cabezas, que hará que muchos jugadores busquen darles caza. Con ello, el juego introduce un sistema de cazarrecompensas que puede ser un medio de ingresos muy interesante para aquellos que sean buenos en los combates contra otros jugadores.
Conclusiones iniciales de Synduality: Echo of Ada
Synduality: Echo of Ada es una apuesta arriesgada, más si cabe por estar centrado en el online. Viendo casos recientes de juegos orientados a esta faceta, es difícil saber si Synduality se hará un hueco en el ya copado grupo de shooters online. Aunque consta de una campaña para un jugador, está claro que lo que lo mantendrá con vida será su actividad a lo largo del tiempo y, aunque a nosotros nos gusta mucho, no sabemos si esa será la opinión popular.
La curva de dificultad puede ser dura al principio: los cradlecoffin son algo frágiles y varios golpes de un par de enemigos pueden suponer una misión fallida y todo lo que eso conlleva: perderéis todos los componentes de vuestro cradlecoffin y todos los recursos que hayáis recogido en esa expedición. El juego os proporcionará modelos básicos de armas y equipo cada vez que lo perdáis todo de forma gratuita y tenéis la opción de contratar un seguro para cuando llevéis equipo de más valor, pero hasta que no adquiráis algo de habilidad y mejoréis vuestro equipo, se puede hacer un poco duro.
Por otra parte, siendo una beta cerrada para ver como se comportan los servidores, nos hemos quedado muy satisfechos con lo bien que ha funcionado. No hemos tenido caídas ni pérdidas de paquetes de ningún tipo y el juego ha realizado mantenimientos exhaustivos para que así siguiera. Si consiguen que el juego final funcione así de bien, será literalmente un gustazo lanzarse a explorar Amasia.
Como ya hacían con Shinji en Evangelión, nosotros os animamos a subiros al cradlecoffin en cuanto sepamos algo más de la fecha de salida, que por ahora no tiene un horizonte concreto.