La demanda colectiva que ha llegado al CAT británico no ha hecho más que empezar. Y es que, a y a través de ella, los usuarios han puesto de manifiesto las prácticas abusivas que estaría llevando a cabo Sony desde 2016, vulnerando el Derecho de la competencia de Reino Unido y también de la Unión Europea. En concreto, la demanda gira en torno a tres prácticas fundamentales que habría estado ejecutando Sony, violando reiteradamente tanto el artículo 102 del TFUE como el Competition Act de 1998: condiciones abusivas, límites a la competencia y precios excesivos. Es decir, llevando a cabo todas aquellas prácticas que, según entiende, podría realizar Microsoft en caso de hacerse con Activision Blizzard.
En suma, la demanda estima unos daños por pérdidas económicas que podrían ascender a los 5.000 millones de libras, afectando a cerca de 9 millones de usuarios. Una cantidad estratosférica que, en caso de aceptarse por el CAT británico, podría poner en aprietos al gigante japonés, tanto a nivel económico como de imagen.
Sony habría ocasionado pérdidas de hasta 5.000 millones de libras a desarrolladores en PlayStation Store:
Según podemos leer en la demanda, Sony habría abusado de su posición de líder en el mercado a través de:
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Imposición de obligaciones exclusivas, bajo la forma de restricciones a la distribución digital, que habrían privado a los usuarios de Sony de acceder a servicios alternativos para comprar juegos digitales o contenido de los mismos. Lo que habría limitado la competencia de otros distribuidores.
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Vinculando exclusivamente las ventas de juegos digitales y de contenido in-game a las consolas PlayStation y/o PlayStation System Software, limitando la competencia.
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Imponiendo precios excesivos e injustos en la distribución de juegos y contenido de third-parties.
Tal y como apunta la demanda, los usuarios de PlayStation habrían sufrido pérdidas millonarias por la conducta de Sony, debidas principalmente a los elevados precios y a las mayores comisiones. Además de suponer mayores costes y menores márgenes de beneficio para las desarrolladoras y empresas, respecto a las que podrían haber asumido en un entorno que hubiese respetado las normas de la competencia. En suma, la demanda estima con carácter preliminar que las pérdidas sufridas por los afectados por la demanda (apropiadamente unos 8.9 millones) oscilaría entre los 600 millones y los 5.000 millones de libras, intereses a parte.
“En otras palabras, Sony es la única intermediaria de todas las ventas digitales y de la mayor parte del contenido in-game. Y ha explotado ese mercado, fijando comisiones excesivas e injustas, así como estableciendo precios que no guardan ninguna relación con los costes del servicio en cuestión. Unas conductas que suponen una vulneración constante de la Sección 18 del Acto y del artículo 102 del TFUE”.