Nuevamente me encuentro con uno de esos MMO que resultan atractivos por querer cambiar las cosas. En este análisis de New World Aeternum nos daremos cuenta cómo el juego lanzado hace un tiempo en PC ha querido reinventarse con una nueva experiencia que ha llevado a conocer el juego con nu nuevo nombre. En el fondo, el planteamiento ha requerido de este renacimiento aportando muchas cosas interesantes que podrían servir para que, a futuro, muchos MMO puedan tomar ejemplo de cómo intentar centrar esa parte narrativa de una forma más correcta y menos diluida.
Y es que el juego original ofrecía una experiencia muy común con otros MMO, donde la trama, la ambientación y las mecánicas servían para ahondar un gran concepto. Un concepto que acaparaba muchas opciones para que el juego se sintiera inmenso y atractivo. Y es ahí donde la evolución del título, con una primera expansión que no gustó demasiado, ha requerido de una opción distinta dentro de lo que los MMO habitúan a dar. ¿Estás cansado de esos MMO que resulta complicado implicarse?
En este análisis de New World Aeternum veremos que adaptar a consolas no es adaptarse al mando
Pues New World Aeternum llega como el mismo juego, con cambios promovidos por la decisión de que el juego se planteara también para consolas. En lugar de aplicarse para adaptarlo a mando y poco más, han querido ofrecer otro tipo de cambios que permiten que New World Aeternum se sienta más como una aventura personal, que se puede expandir a los niveles que cualquier MMO puede ofrecer.
Una adaptación valiente y acertada
Básicamente, cuando nos implicamos en este juego tuvimos que hacer un pequeño ejercicio para recalar la información que necesitábamos conocer. New World llegó en 2021 como un MMO más, que abarcaba una historia interesante por su trama. Una propuesta que nos trasladaba a una gran isla misteriosa que estaba sumida en el caos provocada por la llegada de una maldición que convirtió en monstruos a las personas. Pero como un MMO, la aventura se diluía en todas las opciones que requerían de una gran concentración para implicarse en la trama. Diálogos en texto, fácilmente ignorables en un entorno repleto de jugadores que danzan, saltan y nos acompañan por cualquier rincón.
New World Aeternum no es una expansión, sino un mismo juego reinventado para poder guionizar la experiencia. Una mejor distribución de las misiones, con sus diálogos, incluso con cinemáticas. No dejamos de encontrarnos el mismo juego, pero en los aspectos relativos a dar vida a una aventura, con sus misiones y tareas, no deja de estar mejor planteado cuando en el momento que hay que atender, se puede atender. Obviamente, la capacidad de reciclar un juego enorme en algo más lineal es complicada, por que todo lo demás sigue denotando ese mismo concepto en el que es fácil perderse.
La introducción de cinemáticas y diálogos algo más centrados en la experiencia individual permiten inmiscuirse en una historia que quedaba diluida con las actividades
Y es por esto que, además, se intentó concretar en un principio diferentes arquetipos que permitían al jugador tener ciertas ventajas a tener que construir un personaje desde el principio. De este modo, encontramos hasta 7 arquetipos que podemos elegir con ciertas capacidades heredadas, sobre todo en lo relativo a los oficios. Con esto, no se pretende limitar la experiencia, por que desde el principio podemos cambiar las armas y empezar a subir en nivel de las mismas sin que pertenezcan al arquetipo seleccionado. Solo ayuda a seguir un camino inicial, tal como han intentado implementar en la guionización de la aventura.
Podemos elegir entre el el soldado o el destructor, que son arquetipos equilibrados para ataque y defensa, o bien optar por el explorador, el mosquetero o el ocultista, que priorizan la ofensiva, así como el Místico que ofrece curación o el Portador de la Espada que hace las funciones de tanque. Asimismo, cada uno de estos arquetipos tiene un nivel 50 de base en dos oficios, con más o menos acierto. En cierto modo, no se ve afectada la experiencia final, porque cada uno puede elegir cómo gestionará después su propia aventura.
Finalmente, otra de las grandes novedades resulta de la adaptación al mando. Su corte y su acción difieren notablemente del otro MMO que tuvimos la oportunidad de disfrutar recientemente, Throne and Liberty. El tipo de juego no es distinto a muchos otros que podemos disfrutar en consolas, como puede ser el caso de los juegos de la saga Dragon Age. No es un souls, su combate se basa en las acciones básicas y habilidades, donde la mayor complicación está en la ingente cantidad de opciones y menús en los que hay que gestionar muchos recursos que son vitales para la experiencia. La adaptación al mando ha sido más correcta, si cabe, que el otro, ya que resulta una experiencia más familiar al concepto que un mando puede albergar.
Una isla enorme, con facciones, territorios e intereses, sometida al poder de la corrupción que amenaza con destruirlo todo
El RPG de toda la vida con infinitas posibilidades
De este modo nos encontraremos con una cámara en tercera persona, mucho más centrada en el jugador, como si de un juego de acción se tratara. A partir de ese momento, podemos gestionar los combates tanto fijando un objetivo, como dirigiendo nuestro ataque a la dirección elegida. De este modo, la familiaridad con respecto a otros títulos de acción, es más sencilla e intuitiva, aunque no se atañe a las mecánicas de los souls o de los juegos de acción más directa, sigue siendo un action RPG que explota mecánicas algo más primitivas.
Pero no nos engañemos con ese término, pues lo primitivo no es necesariamente negativo. A veces, es bueno tener esa experiencia más pausada si sabe ejecutarse de forma equilibrada. Y la combinación de ataques básicos, así como cargados, junto con las habilidades de cada tipo de armamento, y su respectivo cooldown, hacen de la experiencia de combate algo bastante intuitiva y sencilla. Además, el sistema de progresión permite gozar de una curva de aprendizaje bastante ajustada, donde hay algunas peculiaridades gracias a la cantidad importante de armas y combinaciones que pueden equiparse.
Elegir un arquetipo no significa gran cosa cuando puedes equipar y usar cualquier arma para subirla de nivel y configurar las habilidades a usar
Aunque se hayan definido ciertos arquetipos, y podamos llevar entre 2-3 armas equipadas de forma simultánea, no deja de haber una gran libertad de poder elegir cómo gestionar el personaje. Ya que, además de un equipamiento principal, se pueden gestionar hasta dos configuraciones extra de inicio, que permiten especializar el personaje según se requiera. Aunque, cierto es que, cada arquetipo permite tener un nivel más avanzado de ciertas armas, se debe mejorar aquellas que vayamos a emplear, pudiendo combinar todas las que creamos necesarias en tantas configuraciones como creamos oportunas.
Armas lentas, rápidas, a distancia o cuerpo a cuerpo. Proyectiles, magia, armas a dos manos o un escudo, son variables a considerar en un juego cuya acción es parte de una experiencia donde deberemos gestionar una cantidad muy elevada de conocimientos, en forma de oficio, que conseguiremos mejorar con la práctica. Y es que, aquí todo está por descubrirse, como pretende ser una experiencia de puro descubrimiento de un Nuevo Mundo.
Como buen MMO, a las misiones y combates, se suman oficios que requerirán de exploración y recolección por un mapa gigantesco lleno de paisajes espectaculares
En nuestro caso, optamos por experimentar como nuevos jugadores, sin intentar saltarnos nada para tener acceso más rápido a ciertas funciones que se desbloquean con la adquisición de ciertos niveles. Buscábamos atender a aquellos que, dada la llegada a consolas, se encontrarán con una experiencia desde su inicio y poder transmitir la información desde esa misma situación. Y es así donde podemos advertir que New World Aeternum tiene esa capacidad de adaptarse tanto a nuevos jugadores, nuevos en el género y a los más experimentados por igual. Es así como realmente nos encontraremos con ese concepto que han querido adaptar a tapar las carencias que este tipo de juegos suelen exponer, sin que el resto de jugadores se sientan en un juego limitado
Sentirse un explorador, un artesano y un héroe
Lo cierto es que pese a los esfuerzos de centrar al jugador en una historia están bastante bien orientados, no dejamos de estar en una experiencia que desde 2021 ha ido formando una legión de jugadores que saben bien que la experiencia de New World Aeternum no se limita a esa historia y sus ramificaciones. Llegamos como un náufrago que partía como parte de una tripulación en busca de una fuerza oscura y misteriosa. Y en pleno viaje, un naufragio, fruto de una misteriosa fuerza maligna, lleva el barco a naufragar y llegar a una misteriosa isla donde todo el mundo vive eternamente. Pero en esa isla hay una crisis, resultante de esa misteriosa fuerza que está causando estragos, convirtiendo a humanos en monstruos y expandiendo la oscuridad por la isla.
Nuestra labor, de una forma un poco casual, es seguir los pasos de aquellos que son conscientes de la amenaza y buscan algo más que sobrevivir. Y es entonces cuando se abría el mapa para que los jugadores abarcaran una experiencia muy amplia y difusa. Pero lo cierto es que ahora, con la adaptación de Aeternum, se permite que esa experiencia esté más guionizada y pueda ser disfrutada mejor como una historia propia para cada jugador. Y es ahí donde, a la historia que busca enfrentarse a esa amenaza que se cierne sobre la isla, hay muchas actividades que están ahí para que la experiencia sea algo más que lo habitual.
La economía del juego se parece a la de los artículos de Steam, donde la venta depende de los jugadores que promueve la oferta-demanda
En un mundo inspirado en la era de la colonización de la tierra, un mundo ficticio hereda la propia historia de la tierra para ambientar un mundo de fantasía donde encontraremos una mezcolanza de distopía apocalíptica, con criaturas mágicas y variables naturales. Demonios y lobos, zombies y humanos, se disgregan por un mapa de ingentes dimensiones en las que combinan estructuras medievales y enormes estructuras primitivas que parecen combinar teorías sobre mitologías antiguas.
Una isla que se ubicaría en el océano Atlántico, que se conoce como Aeternum, en la que encontraremos jugadores y criaturas, amigos y enemigos, repartidos por todo el mapa, en muchas poblaciones y lugares de interés. Pero dadas las circunstancias, será interesante atender a todos los recursos, que nos permitirán ir subiendo el nivel de los oficios y poder así obtener mejor equipamiento y consumibles. No solo para poder atender a las misiones, cada vez más complicadas, incluso las escaramuzas PvE y PvP que hay disponibles como parte del end-game, que se desbloquean a partir de determinados puntos de la historia, o al adquirir cierto nivel. Incluso podemos intentar ganarnos una reputación y conseguir poner a la venta artículos confeccionados, ya que la economía de la isla está promovida por los jugadores.
La manera de conseguir equipamiento es formando parte de una facción y cumpliendo misiones para ella, o recuperando materiales y construyéndolas cuando el nivel es el adecuado para hacerlo. Como podéis ir intuyendo, todo esto forma parte de una experiencia que, efectivamente, deja la parte de la historia como un añadido a algo mucho más grande. Aunque la certeza de encontrar un planteamiento a favor de la historia permite vivir la aventura en todos sus frentes de una forma correcta, aunque no del todo eficiente dada la magnitud de la propuesta en la que se basa.
El sistema de reputación o las facciones alimentan muchas actividades ajenas a las misiones principales o secundarias, dando mucho juego a implicarse con el territorio
Un mundo de belleza clásica evolucionada
Ahora es el momento de atender uno de esos aspectos que, generalmente, no suele destacar en los MMO. Si que hemos visto que hay tendencias y juegos como Black Desert, incluso Throne and Liberty, han buscado superar. Pero en el caso de New World Aeternum, volvemos a encontrarnos con un motor gráfico más efectivo que efectista. El diseño artístico es lo que más suele representar a estos juegos, que suelen resultar diferentes a la vez que similares.
Pero New World Aeternum, sin buscar ese objetivo espectacular que otros si han optado, tiene muchas virtudes en aspectos muy interesantes. Lo primero sería hablar de su diseño artístico, que permite combinar elementos históricos reales, con aspectos ficticios que permiten ambientar esta propuesta de una forma muy distintiva. La riqueza visual y el haber planteado un juego tan amplio, que se ha visto enriquecido durante el paso de los meses desde su lanzamiento, nos permite disfrutar de un elenco de paisajes, edificios, enemigos, equipamientos y armas muy variado abarcando diferentes estilos.
Sin buscar la excelencia en cada objeto, la riqueza de objetos en cada momento y su recreación hacen de este juego un título muy bello y espectacular.
No solo variado, se puede observar que el diseño de estos modelados tiene un nivel muy adecuado, y con cierto carácter propio y no peca de ese efecto cinematográfico para ver que tienen una resolución bien ajustada. Cierto que no he probado a jugar a 4K, del mismo modo que he contado con la potencia de una RTX 4070 en un estilo de juegos que suele buscar ser ejecutado en configuraciones más bajas de PC. De este modo, vemos que el juego obtiene un rendimiento óptimo al máximo de detalle, abarcando con facilidad tasas superiores a los 60fps. No obstante, este valor es muy variable y puede recomendarse fijar la tasa para evitar bailes innecesarios… que los habrá.
Y es que las ciudades, donde se aglutina mucha gente, sufre de forma notable en el rendimiento por la cantidad de elementos que surgen en pantalla. Es algo que se puede asumir como normal, aunque pueda ser molesto. Donde más importa que el rendimiento no se resienta es allí donde hay combates y en estos casos, por la amplitud del mapa, no hay duda de que no es habitual encontrar demasiada gente. En otras iniciativas, el rendimiento puede sufrir un poco más, pero todo dependerá de la ambición de cada uno, siendo en general un factor que no fluctúa de forma abrupta afectando a la jugabilidad. Pero en el caso de PC, todo es cuestión de equilibrar bien el ajuste visual, aunque hayamos ido a por el tope en nuestro caso, es mejor renunciar a ciertos efectos para encontrar el rendimiento más estable.
Al final, si nos fijamos en todo lo que se recrea en pantalla, el diseño y su ejecución, el juego puede ofrecer un espectáculo visual muy atractivo. Quizás, donde más puede llegar a fallar, como es habitual en este corte de RPG, es en las animaciones. No es cuestión de decir que no son buenas, pero si que se repiten demasiado y tampoco suelen ser tremendamente suaves ni ofrecen una integración con el entorno que sea realista. Pero no importa demasiado, porque el juego se disfruta y no por no acaparar todos los hitos visuales que se pueden exigir en muchos juegos de hoy día.
Los modelados, la iluminación o las texturas están realmente bien ejecutados con un diseño visual que tiene su propio carácter e ignorando las pretensiones de otros títulos más recientes
Pero sabemos que en New World Aeternum se ha buscado mejorar la integración del jugador con la aventura. Una aventura que ahora tiene secuencias cinematográficas y diálogos que, gracias al doblaje al castellano, permiten seguir la trama. Cierto es que encontramos algún que otro desajuste, como si hubiesen cambiado la persona al cargo del doblaje y el tono con el que doblaron algunas frases. Lo que no desentona es la banda sonora, que se mantiene fiel a un estilo, con una ejecución bastante acertada, aunque suele estar tapada por una cantidad ingente de sonidos que nos notifican de muchas circunstancias de la experiencia. Una experiencia repleta de sonidos, de animales o de picar piedra, con notificaciones constantes e incluso alguna que otra voz de algún despistado que va con el micro abierto.
Es pura experiencia MMO, se siente como aquellos primeros juegos que disfruté cuando este tipo de juegos no había hecho nada más que empezar. Pero se nota el paso de los años y mi ausencia en el género me permite ver una evolución absoluta con los toques clásicos que mantienen estos juegos dentro de un concepto que, pese a ser diferente, se nota bastante familiar.
Más tópicos típicos de géneros continuistas
Y si hay algo que se hace familiar es ver que este tipo de juegos, sean de pago o free-to-play, suelen tener ese acceso a una amplia tienda de productos que se compran fuera del dinero del juego. Dinero real para obtener todo tipo de producto que, principalmente, es estético. Pero si que sigue manteniéndose en este tipo de persuasión que me resulta muy agresiva a la vista y a la propia experiencia, cuando se pueden ver muchos objetos que cuestan dinero real para verse en un juego. Incluso, se puede ver que también se puede gastar dinero para potenciar el personaje, lo que, habiendo componente PvP, me parece un error que rozará el concepto de pay-to-win.
Ya sea un free-to-play o un juego que hay que pagar, este tipo de pantallas sigue siendo un mal indicio de cómo de equilibrada será la experiencia en algunos ámbitos multijugador
Pero interpretaremos que no es tanto un pago para ganar ventaja, sino para ahorrar tiempos, sabiendo que además de la tienda habitual, existe un pase de batalla vinculado a las temporadas que se ejecutan. Un pase Premium que se complementa con los premios que se resumen de la actividad diaria que los jugadores pueden ir cumpliendo. Una actividad que tiene mucho más que la propia experiencia individual y la historia del juego. Las facciones, que habilitan misiones complejas con requerimientos exigentes para el PvE y el modo PvP de la Arena, hacen que New World Aeternum sea uno de esos refugios donde desconectar cada día y disfrutar del juego.
Pero siempre, encontraremos demasiado a mano un acceso a la tienda o a pagar con dinero atajos y accesorios que nos pueden ayudar en ese día a día cuando requerimos de algo que no es cuestión de pocos minutos conseguir. Es un tópico, que resultará complicado dejar de ver en este perfil de juego multijugador.
Descubrir un mundo de posibilidades en Aeternum
New World Aeternum es una evolución del concepto original que por 2021 acaparó a muchos jugadores para una experiencia que nos permitirá descubrir un nuevo mundo. Pero este nuevo mundo, hereda muchos elementos del viejo mundo, tal como pudo ser la colonización histórica. Las viejas costumbres, las nuevas tendencias y una clara intención de depurar la experiencia para mejorar. Su salto a consolas ha sido el responsable de cambios sustanciales en la gestión de recursos, de la orientación de la campaña en sus estados iniciales y poder continuarla con una narrativa más cuidada.
Pero es complicado gestionar semejante bestia de MMO con una serie de pautas y directrices que, no obstante, pueden deshabilitarse en el menú por si las circunstancias lo requieren. En mi caso, me ha podido ayudar a acercarme más a la experiencia que me suele gustar encontrar y que este tipo de juegos no suele ofrecer. Pero es como intentar parar una vía en el casco del barco con una tirita, es un juego enorme y no es complicado que las propias misiones se descontrolen. Una cantidad ingente de marcadores en un mapa que siempre está abierto y que solo el nivel de los enemigos nos hará regresar a nuestro sitio.
New World Aeternum surge como un MMO que intenta lidiar con algunos elementos disuasorios, pero se percibe que es más un parche que algo que define el juego desde su base
Un juego que, pese a que puede parecer obsoleto por las referencias habituales al género clásico, tiene un apartado gráfico adecuado, donde resalta el aspecto conceptual y artístico, ejecutados con acierto sin comprometer demasiado el rendimiento. Lo que más importa, dadas las circunstancias, es que la jugabilidad no se resienta y sus mecánicas son diversas y están bien ejecutadas. Puede que, incluso, encontraremos demasiadas distracciones en torno a la trama principal. Si alguno piensa que solo son combates y un poco de recolección, no sabe realmente la magnitud de opciones que ofrece New World Aeternum.
Esto puede ser tan positivo como disuasorio, pero lo cierto es que dentro del concepto que promueven estos juegos, poder ejercer algo más que la profesión de héroe suele estar bien. De hecho, como la economía de este nuevo mundo la mueven los jugadores, nos encontramos con que ser artesano puede ser muy lucrativo. Eso sí, preparar horas para poder ser el héroe más legendario y el artesano más demandado. Y en general, podríamos asumir que New World Aeternum es una propuesta realmente apropiada para los que buscan algo ambicioso, amplio, con una libertad de acción que alcanzan nuevas cotas. Un juego que tiene que competir con propuestas free-to-play, pero que el hecho de no serlo está más que justificado, por que no parece tan convencional como lo suelen ser la mayoría.