Las convergencias entre el cine y los videojuegos son a veces muy claras, y otras, en cambio, bastante sutiles. Hablamos obviamente de dos tipos de obras que no solo tienen particularidades entre sí, sino que también dentro de ellas encontramos una gran variedad de formas y experiencias. Sin embargo siempre es interesante ver hasta qué punto cine y videojuegos comparten características.
Algunos productores de videojuegos son más abiertos con respecto a este tema, y dados a las experiencias cinematográficas. Sam Lake es seguramente uno de ellos, el creador de juegos como Alan Wake gusta de introducir en sus juegos historias y elementos más propios del cine o la televisión. Con Alan Wake ya coqueteó con ello, pero en Quantum Break directamente nos trajo una especie de experiencia híbrida entre videojuego y serie de televisión.
Sam Lake ha aparecido ahora en el Tribeca Games Festival, donde compartió su interesante opinión sobre las posibilidades de fusión que presentan cine y videojuegos. Cuando le preguntaron sobre el tema, el creativo contestó: «Sí, creo en alguna manera que probablemente se fusionarían de formas sorprendentes. Pero entonces, también pienso que hay tanto disfrute y riqueza en tener diferentes medios entre los que puedes escoger y elegir. Es como una especie de tienda de chucherías. Estamos en un sitio feliz donde hay mucho arte y entretenimiento con el que experimentar.»
No cabe duda de que aparte de habernos traído grandes juegos, Sam Lake es uno de los desarrolladores que debemos admirar por su interés en experimentar e introducir nuevas ideas en los juegos. Algo que no siempre está bien considerado entre las grandes producciones. ¿Qué opináis sobre el tema?