Que Square Enix no planea lanzar Final Fantasy XVI en Xbox es algo que sabemos desde hace varios meses, al menos de forma temporal. Aunque las especulaciones al respecto han sido numerosas, hasta el punto de que se había llegado a asegurar que todo era consecuencia de una actuación de Sony, la realidad ha sido bien diferente. Lo cierto es que se ha confirmado por varias fuentes importantes de la industria que las relaciones entre Square Enix y Microsoft no pasan por su mejor momento.
De hecho, ayer pudimos saber que uno de los motivos por los que la compañía japonesa no se plantee lanzar Final Fantasy XVI en Xbox es porque Microsoft no ofreció lo suficiente, y no solo en lo que a temas económicos se refiere. Al parecer, Microsoft estaba muy interesada en la exclusividad del título, al igual que Sony. No obstante, el motivo que hizo a Square Enix decantarse por una u otra fue la predisposición a ayudar con el juego.
¿Es lógico que Square Enix no quiera lanzar Final Fantasy XVI en Xbox?
De acuerdo con la información revelada, Sony se acabó llevando el gato al agua porque se comprometió con Square Enix a ayudar en el desarrollo del juego, ofreciendo a algunos de los ingenieros de sus equipos para tratar de ofrecer el mejor resultado posible. Por el contrario, Microsoft se negó en rotundo a facilitar miembros de sus equipos al estudio japonés, lo que habría provocado la decisión de Square de prescindir de la versión de Xbox. Además, a esto hay que sumarle las pobres ventas que Crisis Core Final Fantasy VII Reunion ha tenido en la plataforma de Microsoft habría sido otro motivo más (aunque no el principal) para llegar a esta decisión.
Con todo esto, es inevitable preguntarse si la decisión de Square Enix de no lanzar Final Fantasy XVI en Xbox es lógica o no. Por un lado, parece comprensible que si la compañía pensó en ofrecer la exclusividad tanto a Sony como a Microsoft, y finalmente esta se decantó a favor de los japoneses por su predisposición a ayudar en el desarrollo, habría pocos motivos de reproche, al considerarla una demanda imprescindible.
En este caso las tensas relaciones entre ambas compañías no habrían tenido un papel tan importante, ya que la decisión de la exclusividad del título se tomó hace bastante tiempo, cuando las relaciones no estaban tan deterioradas entre ambas empresas, que incluso se unieron para hacer llegar a Outriders de lanzamiento a Xbox Game Pass.
No obstante, y a pesar de los argumentos plasmados, finalmente consideramos que evitar lanzar Final Fantasy XVI en Xbox no es la decisión más lógica por dos motivos: Final Fantasy es una saga legendaria, y después de que la franquicia llegase en Xbox 360 se debería seguir apostando por ello; y, por supuesto, que cuantas más plataformas reciba el título, más beneficio tendrá Square Enix. Puede que las ventas del juego en Xbox no alcanzasen a las de PlayStation, pero sin duda que una gran cantidad de usuarios de las consolas de Redmond, amantes de los JRPG, se lanzarían a por este nuevo juego.