La compra de Activision Blizzard no solo está siendo un procedimiento complicado para Microsoft. Desde que los organismos de regulación empezaron a investigar el caso, a instancia entre otros de Sony, la compañía japonesa ha visto como varios de sus secretos se desvelaban, dejando una imagen terrible de cara al usuario. Y aunque se esté investigando a los de Redmond por posibles prácticas monopolísticas, lo cierto es que varias voces hablan de monopolio de Sony, al menos en el mercado japonés.
Aunque se habló de unos datos que daban el 98% del mercado de juegos AAA para Sony (los cuáles se encuentran bastante alejados de la realidad, especialmente hoy en día), lo cierto es que mucha gente se pregunta como son las concesiones que Japón permite a Sony, para que la compañía sea capaz de llevar a cabo algunas prácticas que en otros mercados sería duramente castigadas.
Las concesiones que Japón permite a Sony desequilibra la balanza
De acuerdo con la información ofrecida por Florian Mueller, integrante de fosspatents, Sony impone reglas muy restrictivas a los creadores de juegos, por lo que las concesiones que Japón permite a Sony no tienen que ver únicamente sobre la exclusividad de videojuegos. La compañía también lleva a cabo (o llevaba hasta hace poco) prácticas que perjudican algunos elementos tan importantes a día de hoy como el cross-play, estableciendo una serie de reglas a algunas compañías.
Para todas las transacciones de Fortnite a través de PlayStation Store, Epic Games acordó realizar pagos adicionales a Sony por encima de esta tasa de comisión basada en la cantidad de tiempo que los usuarios de PlayStation juegan Fortnite multiplataforma.
Tal y como se desveló en el juicio de Epic Games contra Apple, la compañía liderada por Tim Sweeney aseguró que Sony establece unas condiciones económicas diferentes a otras compañías, en las que el publisher se vio obligado a hacer pagos adicionales a PlayStation por tener Fortnite disponible de forma multiplataforma en sus consolas. Además, ni Sony ni Nintendo permiten las compras cruzadas en la versión de Fortnite de sus plataformas.
Por tanto, habría que seguir de cerca la libertad que el organismo de competencia japonés otorga a Sony y otras compañías de su territorio, ya que podría provocar una lucha con una gran diferencia de oportunidades entre las compañías que pertenecen al país nipón y a aquellos que vienen desde afuera, algo que desde luego no favorece la competitividad del mercado.