Ayer por la tarde se confirmó uno de los grandes bombazos en relación a la compra de Activision Blizzard. Para sorpresa de todos, Microsoft anunció un acuerdo de colaboración con Nvidia para llevar todos los juegos de Xbox a GeForce Now, y combatir así las acusaciones de monopolio que la CMA había vertido en el ámbito de los servicios de juego por streaming. Y lo mejor de todo es que esto reportará un beneficio directo en los de Redmond, ya que se ha desvelado que los suscriptores de Nvidia GeForce Now deberán pagar a Microsoft por el uso de sus juegos.
Aunque todos aquellos que utilicéis el servicio de Nvidia no os veréis sorprendidos, aquellos que desconocen el funcionamiento de GeForce Now pueden no entender el motivo de esto. Pues bien, tal y como ha señalado Reuters, Phil Eisler, vicepresidente de Nvidia y gerente general de GeForce Now, confirmó que los suscriptores de Nvidia GeForce Now deberán pagar a Microsoft si quieren tener acceso a sus juegos.
Los suscriptores de Nvidia GeForce Now deberán pagar a Microsoft por los juegos de Xbox
De acuerdo con las palabras de Eisler, Nvidia no pagará absolutamente nada por tener acceso a los juegos de Xbox, siendo un trato similar al que Epic Games tiene con la compañía para vender sus juegos a través de la Epic Games Store. Pero entonces, ¿Cómo se sustenta el acuerdo? La respuesta es realmente sencilla: comprando los juegos de Xbox en cualquier lugar.
Para tener acceso a los juegos en GeForce Now, es necesario que el título, además de ser compatible con el servicio, ya se encuentre en nuestro poder de forma previa a través de PC, ya sea en Steam o en la Epic Games Store. Por tanto, para disfrutar de los juegos de Xbox, los suscriptores de Nvidia GeForce Now deberán pagar a Microsoft de forma previa el coste del juego en cuestión, para posteriormente poder ejecutarlo a través del servicio.
Esto supone una gran diferencia respecto a xCloud, que nos ofrece el catálogo de Xbox Game Pass con el simple pago de la suscripción (Xbox Game Pass Ultimate en este caso). No obstante, el acuerdo resulta ser la mejor opción para los intereses de Microsoft, ya que además de librarse de uno de los opositores a la compra de Activision Blizzard, también añade un mercado más al que sacar partido para su software. Una auténtica jugada maestra a nivel empresarial.