El estreno de God of War: Ragnarök en Steam ha generado una oleada de críticas negativas, lo que ha disparado la polémica en torno a su rendimiento en PC. Aunque algunos usuarios han calificado esta reacción como un caso de «review bombing», las quejas no parecen ser infundadas. Los jugadores de PC están pagando 60 euros por el juego, además de necesitar un hardware potente, y en esta plataforma las expectativas de calidad siempre son mayores que en consolas.
A lo largo de los años, los jugadores de PC han lidiado con una serie de ports deficientes de títulos exclusivos de consola, y God of War: Ragnarök no ha sido la excepción. La falta de optimización, problemas con el framerate, y errores gráficos han sido algunas de las quejas más reiteradas. En la plataformas de Valve, donde ahora mismo tiene una nota media de 6 sobre 10, los usuarios han criticado estos aspectos, reflejando su enfado ante lo que consideran un producto inacabado.
Los usuarios Steam que han comprado God of War: Ragnarök exigen calidad y no aceptan un port deficiente
Para muchos jugadores, que han invertido en máquinas de alto rendimiento, la expectativa es que los juegos aprovechen al máximo su hardware. En este caso, sienten que el port de God of War: Ragnarök no cumple con ese estándar, especialmente cuando comparan la experiencia con lo que se ha visto en PlayStation 5. En lugar de un juego que brille por su calidad visual y rendimiento, el resultado es un título que no logra aprovechar la potencia de los PCs más avanzados.
Aunque algunos califican las bajas puntuaciones como un ejemplo de «review bombing», los usuarios insisten en que sus críticas están justificadas. La queja principal es clara: al pagar un precio premium, los usuarios esperan un nivel de calidad acorde a la plataforma en la que juegan. Además, argumentan que mientras en consolas se está acostumbrado a pagar por remasterizaciones o actualizaciones visuales, esto no es lo habitual en PC, donde los jugadores esperan que los juegos se adapten automáticamente a la potencia de su hardware sin costes adicionales.
La situación parece ser una demanda de igualdad y calidad, y no un intento de hundir la reputación del juego. En cualquier caso, God of War: Ragnarök en PC es un claro recordatorio de que, en el mercado de los videojuegos, el usuario manda, y la calidad es clave para mantener su confianza.