Si existe un juego que ha superado todas las expectativas y ha obtenido unos resultados realmente escandalosos, ese es Rocket League. Parece que no se hacen esperar los nuevos récords de ventas que registra el último juego de Psyonix, que hace unos días se notificaba la venta de más de un millón de unidades físicas, que habrán ayudado a alcanzar un nuevo y escandaloso registro, el de los 30 millones de usuarios disfrutando de Rocket League. Como no, desde Psyonix, han mostrado su agradecimiento a la comunidad de usuarios del juego, comunicando el registro a través de twitter. Un tweet que sirve para dar cuenta del orgullo que supone tener un producto con tanta calidad y que ha cosechado semejante éxito.
Wow!
Wow!
Wow!
Chat disabled for 4 seconds.To all 30 million of our players around the world, thank you! 🏎️🚀🏎️🚀🏎️🚀 pic.twitter.com/YDIKcIJKOw
— Rocket League (@RocketLeague) April 18, 2017
Considerado el mejor juego deportivo de 2015, su llegada a Xbox One el año pasado ha sido uno de esos fenómenos que atrapa cada día a gran cantidad de usuarios. Sencillo, directo y divertido, la fórmula del éxito de un juego que no para de crecer, tanto en usuarios como en contenidos. Introduciendo nuevas disciplinas, con gran cantidad de vehículos y formas de personalizarlo y, sobre todo, con eventos y modos de juego que invitan a más. La fórmula del éxito se llama Rocket League, un juego que solo le ha faltado concretar las opciones multijugador de Juego Cruzado, que no pudo implementar con la introducción de Xbox en este ámbito.
Resulta realmente extraordinario como un juego es capaz de seguir sumando usuarios, más cuando ha pasado tanto tiempo desde su lanzamiento. Es buena prueba de un trabajo encomiable por dar cobertura post-lanzamiento a un juego, que sigue sumando millones de usuarios cada mes, que sigue ofreciendo horas de diversión que auguran un futuro esperanzador. Eso sí, desde Psyonix ya descartaron que estuviesen pensando en una secuela, de forma que Rocket League seguirá siendo incombustible durante mucho tiempo.
