La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha provocado un efecto domino que quizás no todos esperaban. Después de que Sony haya intentado por todos los medios torpedear el acuerdo, parece que la situación podría estar poniéndose en su contra, debido, entre otras cosas, a la senadora de los EEUU que acusó a la compañía de monopolio en Japón. Y es que la cosa ha llegado a más, ya que desde el Congreso americano se asegura que Sony estaría pagando para que los grandes juegos japoneses no llegasen a Xbox en el país nipón.
Así lo han hecho saber a través de una carta enviada a la embajadora Katherine Tai y a la secretaria Gina Raimondo, tal y como ha señalado @KoreaXboxnews, donde podemos ver que varios congresistas han asegurado en su escrito que «Sony paga a los editores de juegos de terceros para que su contenido no esté disponible en Xbox, y negocia sistemáticamente acuerdos de exclusividad que mantienen los juegos más populares en Japón fuera de Xbox». Pero, ¿es todo esto cierto?
¿Es cierto que Sony estaría pagando para evitar que los juegos lleguen a Xbox?
Al igual que en la ocasión que hemos comentado al principio de estas líneas, se ha usado el mismo argumento que se empleó por la senadora citada, en la que se aseguraba que Sony tenía el control del 98% de los juegos AAA del mercado japonés. Sin embargo, la realidad difiere bastante de este dato. Teniendo en cuenta que prácticamente el catálogo entero de juegos japoneses que hacen su estreno en PlayStation también llega a PC, es totalmente imposible Sony tenga una cuota de mercado tan alta.
Por otro lado, parece que los congresistas han dejado de lado al auténtico dominador del mercado japonés: Nintendo. Hablar de un dominio de Sony en el territorio nipón es no conocer exactamente como funciona dicho mercado, ya que tradicionalmente el líder de dicho sector casi siempre es el que tiene la consola portátil más popular, tal y como ocurre ahora con Nintendo Switch. Además, a eso habría que sumarle que muchísimos de los juegos exclusivos del territorio japonés llegan, en muchas ocasiones, de forma exclusiva a Nintendo Switch, para posteriormente estrenarse en otras plataformas.
Está claro que los congresistas de EEUU hacen la afirmación de que Sony estaría pagando debido a casos como los de la franquicia Final Fantasy. Sin embargo, lo cierto es que, según se ha podido saber a lo largo de estos años, Sony participaría de manera activa en el desarrollo de los últimos Final Fantasy (Final Fantasy VII Remake y Final Fantasy XVI), razón por la que dichos juegos son exclusivos de su ecosistema.
Las acusaciones de los congresistas americanos son realmente graves, y en caso de ser ciertas sería un auténtico escándalo en lo que a términos de competencia se refiere. No obstante, hay datos utilizados por dichos políticos que se alejan demasiado de la realidad, y que son sencillos de desmentir echando un ojo al comportamiento real del mercado japonés. De hecho, sería extraño que el gobierno japonés fuese conocedor de esto (tal y como aseguran desde los órganos de poder americanos), cuando la JFTC ha aceptado la compra de Activision Blizzard en tiempo récord.