No cabe ninguna duda de que Xbox Game Pass se ha convertido en uno de los servicios más populares de la industria del videojuego gracias a su capacidad de permitirnos acceder a un enorme catálogo de juegos por un módico precio mensual. Ahora, un analista explica cómo beneficia a los videojuegos llegar a un servicio como Game Pass y también por qué cree que esta clase de plataformas todavía no han llegado a su clímax. Se trata del analista Mat Piscatella, de NPD Group, una compañía de análisis de datos especializada en la industria del ocio electrónico en Estados Unidos.
Data still suggest that subscription services like Game Pass are helping grow the overall market. Consumer response to games on these services appear to be amplified, which can help boost traditional purchasing of participating games across all the platforms they appear on.
— Mat Piscatella (@MatPiscatella) December 14, 2021
“Los datos aún sugieren que los servicios de suscripción como Game Pass están ayudando a hacer crecer el mercado en general. La respuesta de los consumidores a los videojuegos en estos servicios parece estar amplificada, lo que puede ayudar a impulsar la compra tradicional de juegos en todas las plataformas en las que están disponibles. La desventaja potencial está en su un juego es mal recibido en el servicio. Ese sentimiento también parece amplificarse, lo que puede repercutir negativamente en las ventas. Sin embargo, en general estos servicios parecen ser netamente positivos y pueden ser una parte valiosa de una estrategia exitosa de marketing”, comenta Piscatella.
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En resumen, a lo que se refiere el analista de NPD Group es a que los servicios como Game Pass actúan como altavoces de los videojuegos que llegan a ellos, lo que produce un efecto amplificador en las ventas de dichos títulos, incluso en plataformas ajenas a Xbox. Piscatella, igualmente, advierte que este efecto positivo puede volverse en contra de los juegos mal recibidos, aunque por lo general la respuesta suele ser siempre beneficiosa para los desarrolladores que deciden que sus videojuegos se incorporen al catálogo de Xbox Game Pass.