El género del MMORPG es uno de esos que, pese a no contar con tantos títulos como otros, suele ofrecer experiencias más completas que otros juegos. Entendamos por completas no el hecho de contar con mejores mecánicas o una mejor historia, sino por la cuantía temporal que nos ofrece. Citadel: Forged With Fire es un nuevo MMORPG que viene a intentar hacerse hueco en un mundo colmado por grandes referentes como The Elder Scroll Online o Final Fantasy XIV. Desde SomosXbox os traemos este análisis para ver si lo consigue.
La soledad del viaje
Lo primero que nos encontramos cuando jugamos a Citadel: Forged With Fire es una opción muy interesante. El juego nos permitirá el sistema tradicional de todo MMO, consistente en entrar en los servidores del juego para así embarcarnos en esta aventura con otras personas. Pero, además, también incluye la posibilidad de crear un servidor privado en el que jugar nosotros solos, contando además con la capacidad de modificar aspectos como los múltiplos de la experiencia de conseguiremos en el juego, para lograr así crear una partida mucho más dinámica que la concerniente a su base principal.
Dicha posibilidad permite al jugador adentrarse en el mundo de Citadel en la que, lejos de contar con las interrupciones ajenas que todo juego del género implica, podrá disfrutar de su mundo sin el temor a encontrarse desvalijado por otros. No obstante, esto es algo a lo que todos los jugadores de los MMO son conscientes una vez deciden adentrarse en este tipo de juegos, lo que no quita que sea un buen añadido para jugadores que se introduzcan en el género, e incluso para aquellos que quieran llevar a cabo una partida de una forma más tranquila.
Sin embargo, y obviando la posibilidad PVE que nos otorga el título, lo importante de todo MMO es ver que puede ofrecer en su vertiente PVP. A día de hoy, es complicado hablar de este aspecto, ya que el juego no cuenta todavía con jugadores que puedan unirse a su mundo, más allá de en su versión de PC, la cuál lleva un tiempo en Early Access, por lo que solo el tiempo dirá si Citadel: Forged With Fire consigue asentarse dentro del género. Pero a pesar de ello, el juego cuenta con un sistema de creación de clanes que, sin duda alguna, favorecerá dicho aspecto.
Nacido de las llamas
Una vez comenzamos nuestra aventura, tanto en PVP como en PVE, el juego nos ofrecerá un sistema de creación de personajes demasiado simple, lejos de exponentes del género como Black Desert. Pero ya no es que sea simple en la recreación física del personaje, dejándonos elegir simplemente entre hombre y mujer, así como por 3 o 4 rostros predefinidos; sino que, además, no cuenta con una selección de clases per se, aunque es algo que tiene truco.
Una vez creado nuestro personaje, empezará nuestra aventura en el mundo de Citadel. Al igual que todo MMO, nos encontraremos con personajes que harán de instructores pidiéndonos que realicemos misiones básicas a modo de tutorial para así adaptarnos a las mecánicas del juego. Mediante dicho tutorial comenzaremos a familiarizarnos con los elementos principales del juego.
En Citadel: Forged with Fire será crucial la recolección de objetos, tal y como nos queda claro en las primeras misiones del tutorial. Esto será necesario para poder exprimir la gran variedad que nos ofrece el sistema de crafteo del juego, permitiéndonos realizar diferentes creaciones, como armas, armaduras, bases o incluso los hechizos.
Este es sin duda uno de los mejores aspectos del juego, ya que cuenta con una amplia variedad de elementos a crear, cuya mayor dificultad radica en hacerse con la cantidad necesaria de objetos que la receta nos pida. Sin embargo, hay que ser consientes de algo, y es que si bien es cierto que hay algunos elementos que podremos crear de manera predeterminada, como la tela, otros objetos como las armas necesitarán ser desbloqueadas conforme subamos de nivel.
La subida de nivel tiene una gran importancia en el juego, ya que no solo determinará la subida de estadísticas, entre las que tenemos 4 a elegir, como son la vida, el maná, daño o la capacidad de objetos que podemos llevar; sino que también nos proporcionará puntos de conocimiento. Con ellos, podremos desbloquear recetas de diferentes armas, maderas para construir nuestra base, o bancos de trabajo con los cuales elaboraremos pociones.
Dejando de lado el sistema crafteo y centrándonos en su combate, nos da la impresión de que Citadel no ha sido del todo bien ideado en su versión para consolas. Cuando creamos las diferentes magias que son aplicables únicamente a las armas que llevamos equipadas, el uso propiamente de la misma no se encuentra asignado a ningún botón del mando, por lo que, si no queremos atacar exclusivamente haciendo uso del maná, deberemos quitar una de las configuraciones que el juego da por defecto a una determinada mecánica para así poder hacer uso del arma de manera exclusivamente física. En mi caso, tuve que deshabilitar la utilización del objeto rápido para así poder hacer uso del arma.
Una vez solventado dicho problema, el combate se divide de manera muy simple, contando con dos hechizos y el uso del arma en cuestión. Estos hechizos se dividirán en cuatro clases diferentes: utilidad, a distancia, explosión y tú. Eligiendo una de dichas clases, crearemos un hechizo determinado, pero esto no queda ahí. Y es que, además contaremos con diferentes tipos de magia sobre los cuales crear hechizos, como por ejemplo arcana, que al que contaremos de manera predeterminada, natural u oscura.
Finalmente, otro de los aspectos a mencionar en el apartado jugable es el de la movilidad. Como buenos magos que seremos en Citadel: Forged with Fire, podremos realizar encantamientos a escobas, para así desplazarnos sobre ellas por el mundo del juego. Pero no es la única opción con la que contamos, sino que también tendremos la posibilidad de domar diferentes criaturas, entre los que destacan los dragones.
La belleza del fuego
El apartado gráfico de Citadel: Forged with Fire no pasará a la historia como uno de los referentes en el género de los MMO, pero añade una característica que no todos incluyen: los 60 fps. La versión de consola también ha sido bendecida con la posibilidad de jugar a dicha tasa de refresco, lo que proporciona una fluidez envidiable. No obstante, es una lástima que el resto no haya acompañado.
Si bien es cierto que el mundo del juego es bonito, utilizando una paleta de colores muy viva que provoca que todo nos entre con relativa facilidad por los ojos, no lo es menos que el juego cuenta con unas carencias bastante acusables. Los modelados, tanto de los personajes como de algunas criaturas, no son para nada destacables. Además, las animaciones del juego son demasiado robóticas, especialmente en los combates, en los que en ocasiones deja situaciones algo cómicas.
Conclusiones
Citadel: Forged with Fire deja la sensación de que podía haber sido mucho más de lo que es. Si bien es cierto que es un juego que posiblemente guste a los amantes del género, especialmente a aquellos que disfrutan recolectando y creando, se antoja demasiado escaso para competir de tú a tú con juegos como los citados The Elder Scroll Online o Final Fantasy XIV.
Además, ciertos errores penalizan un resultado final que podría haber sido mejor de haber cuidado detalles como el uso de las armas cuerpo a cuerpo sin necesidad de tener que reconfigurar los botones de manera manual, o un tutorial que puede no ser del todo intuitivo para el jugador novel.