Un futuro lejano, una tierra que agoniza y una humanidad que escapa en busca de un nuevo hogar. Una promesa de prosperidad típica en muchos de los juegos que toman este origen catastrofista para embarcarse en el amplio espacio, nuevamente, como argumento que da pie a Star Hammer: The Vanguard Prophecy. La humanidad partió en masa, junta, gobernada pero descoordinada, dando con ello a muchos problemas cuando la adversidad puso en tela de juicio las decisiones que se venían tomando. Guerras, conflictos, división.
14 años después de partir de la tierra se presenta una humanidad rota, dividida, colapsada y enfrentada a nuevos enemigos, alienígenas del exterior mientras buscan asentarse de algún modo en un nuevo hogar. Unos enemigos que hay que combatir, para lo que los soldados gobiernan y los capaces se forjan un nombre en la historia de la humanidad. Un argumento que dará pie a un juego de estrategia espacial, en el que se sale de los otros títulos de este corte que últimamente inundan Xbox One.
Piensa bien tu estrategia
Star Hammer: The Vanguard Prophecy es un juego que usa la estrategia como fundamento principal de la experiencia. Y es que es un juego en el que tendremos que organizar bien el planteamiento, estableciendo una posición inicial para la flota y accediendo a un mapa en tres dimensiones donde encontraremos a los enemigos, incluso, a alguna nave que haya que escoltar. Es de este modo como, por turnos, gestionaremos el siguiente movimiento y una vez lo preparemos, lo ejecutaremos.
Es así como se presenta una acción pausada, meditada, concienciando al jugador de tomar el control de una manera muy diferente. No hablamos de mostrar nuestra perícia en el vuelo, sino de ser los mejores estrategias que hagan frente a una cantidad ingente de enemigos, casi desde la primera misión. Claro que las primeras misiones sirven como tutorial para poder explicar todos los conceptos que hay que tener en cuenta en cada momento, como es el hecho de poder navegar en diferentes planos, o dimensiones.
Elegiremos, dentro de un rango marcado, cual será el movimiento de la nave, dirección y altura, si bien esto cambiará en base a la gestión de energía en tres frentes, los escudos, las armas o el motor. Según cómo distribuyamos esta energía, podremos movernos más, pero ser más vulnerables o hacer menos daño, o ser más lentos, desplazarnos menos y ser más letales. Es un principio a tener en cuenta, dado que según estos movimientos, se ejecuta la acción en un período en el que, podremos pausarla, pero tendremos que ver si nuestras decisiones pueden ser útiles.
Es así como observamos que hay muchas posibilidades y estrategias viables, ya que deberemos ser conscientes de aspectos varios, no solo la distribución de energía, también la distribución de los escudos. Y es que al poder navegar por tres dimensiones, sin límites dentro del mapa donde transcurrirá la acción, podemos ser abordados por cualquier lado. Así pues, hay que andar con mucho ojo y controlar bien los sticks para dominar todas ellas y que no nos sorprendan por ningún lado.
Obviamente, se dispondrá de una flota que tiene diferentes naves, con diferentes aptitudes. Los rápidos cazas, que pueden desplazarse a gran distancia, las corbetas, las fragatas y naves de gran tamaño, que pueden portar poderosas armas, aunque su movilidad es reducida y son blancos más fáciles. Pero el concepto que promueve Star Hammer : The Vanguard Prophecy es original, incluso se podría decir que innovador, dado que se han visto propuesta que combina estrategia y rol, pero en este caso, predomina esa estrategia aportando una mayor diversidad a la misma con naves y esas pausas para recoger todas las posibilidades que nos lleven a la victoria.
Prosperando en la galaxia
De nuestro éxito dependerá la prosperidad de la humanidad, más considerando la llegada de enemigos alienígenas. Es así como en un simple sistema de misiones, con una progresión lineal, deberemos tener éxito y prosperar como comandantes, con el objetivo de poder captar nuevos reclutas, poder reclutar nuevas naves y poder combinar las habilidades de nuevos comandantes. Hasta un máximo de 3 comandantes pueden ser combinados para poder llevar a cabo las diferentes misiones que se nos imponen, misiones que van hilando una breve historia que no sirve más que para asegurar que sigamos una dirección.
Una dirección que nos lleva por una especie de historia que se describe, en inglés, a través de los diálogos entre comandantes y con una pequeña descripción que motiva cada una de las misiones, que se definen con una breve frase y una de dos opciones, atacar o defender. No hace falta mucho más, porque en el fondo, lo que hay que hacer en cada misión es eliminar todo resquicio de alienígena que pueda poner en peligro la humanidad. Es obvio que la diplomacia no va con nuestros personajes, ni con la historia de Star Hammer: The Vanguard Prophecy, que denota una linealidad abrumadora y una historia totalmente intrascendente.
Lo que no es tan intrascendente es lo que se logra al tener éxito, que no es demasiado complicado con las ideas claras. Mejorar a los comandantes y conseguir subirlos de nivel, proporcionará ciertas ventajas, o perks, que se pueden elegir, en base a una u otra función primaria, es decir, ataque o defensa. De este modo, mejoraremos aptitudes como el poder de los escudos o de las armas, la capacidad de disparo o la potencia de los motores para dar más movilidad. En cierto modo, esto podría hacerse notar mucho en combate, aunque dadas las circunstancias, es mejor considerar una estrategia válida a depender de ello.
Con el paso de las misiones, además, podremos ir reclutando nuevas naves, aunque posteriormente, no podamos meterlas todas en combate. Existen posibilidades interesantes, como hacer llegar nuevos miembros al equipo durante la partida, de forma que en un momento muy especifico, y aleatorio, podamos reforzar nuestra presencia en este mapa, el cual, es escenario de un combate épico, pero que no aporta la espectacularidad que otras propuestas, en otros géneros, son capaces de ofrecer.
Un espacio muy vacío
Star Hammer: The Vanguard Prophecy es un juego ambientado en el espacio, y no es el primero, ni siquiera, el que más espectacular luce. Bien podría presentarse como un juego que pueda ofrecer un espectáculo visual impresionante, dado que todo está en un ‘entorno controlado’, al mantener la acción en secuencias breves tras pausas que pueden eternizarse. No obstante, el resultado obtenido es escueto, sin ser pobre. El espacio es un enorme lugar donde la oscuridad prevalece, donde el escenario se dispone en una zona concreta, con algunas guías en forma de cuadrícula para poder orientarse debidamente.
Es esa cuadrícula, así como todos los comandos disponibles en la fase de pausa, las que dan algo de cuerpo a la propuesta, vacía en la mayor parte, con pocos detalles y unas cuantas naves. Estas no están mal diseñadas, podrían estar mucho más detalladas, pero el resultado parece acorde a una estética muy concreta. Una estética que no carece de implicación, pero si de efectividad, dado que sin que el juego parezca exigir demasiado, bien podría haberse trabajado más esos pequeños detalles que afectasen positivamente en lo visual. Claro que, un exceso de detalle podría ser contraproducente en una propuesta humilde y dedicada a no distraer la atención del jugador, no es excusa para mejorar lo presente, pero es suficiente para que no se pueda achacar fallo gráfico alguno.
Correcto, sin méritos ni lucimientos, sin defectos y con buen rendimiento, dadas las circunstancias, ya que no parece que ver unas cuantas naves en pantalla vayan a afectar lo más mínimo, aun habiendo sido mejor diseñadas o con un acabado mejor. Lo mismo pasa con el escenario, excesivamente vacío, con algún que otro detalle residual, dando un conjunto poco armónico y muy desolador. Claro que la batalla es lo que debe captar nuestra atención, lo hace, no hay más remedio, apoyándose en una banda sonora intensa, épica, sobresaliente, pero que podría ser más adecuada en otro género o ambientación.
¡Piensalo bien, comandante!
Star Hammer: The Vanguard Prophecy es un título interesante, sobre todo para los amantes de la estrategia que no tienen demasiado donde elegir en Xbox One. Es evidente que no es una consola demasiado propicia para este tipo de juegos, pero esta propuesta está bien adaptada al uso de un mando. Una iniciativa llamativa, que ofrece además del modo historia, un modo casual, las escaramuzas, donde configuraremos todos los aspectos de la batalla o nos dejaremos llevar por la autoconfiguración.
No hay excusas para disfrutar de una estrategia bien gestionada, aunque algo simple, no tanto como su apartado técnico, que no busca lucirse ni distraer la atención ante las hordas enemigas, que siempre nos sobrecogerán por su número. Una banda sonora que alude a la épica acción que depararán los enfrentamientos, que sacará de cada uno ese comandante que debe hacer frente a lo imposible, y donde, cual James Kirk, si no puedes derribarlo a disparos, siempre puedes llevártelo puesto. La estrategia es así.
En definitiva, interesante propuesta, pero muy específica para un perfil de jugador que podrá apreciar ciertos aspectos llamativos de un juego que evoca a las grandes leyendas de las aventuras espaciales. Aunque con la boca muy pequeña.