En septiembre del año pasado nos llegó una de las noticias más impactantes de los últimos tiempos: Telltale Games cerraba y todos sus proyectos se quedaban a medias. Los empleados, cuya gran mayoría había sido contratada recientemente, se quedaba sin trabajo y veían como se iban a quedar sin cobrar meses de trabajo. Más tarde Skybound Games consiguió salvar parte de esos empleados y terminar la temporada final de The Walking Dead, que se había quedado completamente huérfana. Otra parte de los empleados de Telltale fue a parar a otros estudios, mientras los demás formaron un nuevo estudio llamado Adhoc.
En una entrevista con GameInformer, el co-fundador de Telltale Games, Kevin Bruner, habló con franqueza de sus ideas sobre el cierre, diciendo que estaba decepcionado y horrorizado por la forma en que se manejó. Bruner dejó la compañía en 2017 después de haber sido expulsado por miembros de la junta directiva (también tiene una demanda contra la compañía por daños financieros), por lo que no estuvo presente durante el cierre de la mayoría de los estudios.
«Si yo hubiese sido un empleado allí, me habría sentido mal, definitivamente», dice. «Veremos qué pasa con eso. Es difícil ahora porque no queda un Telltale que pueda corregir los errores. Diré que la forma en que se cerró el estudio me horrorizó«, dice Bruner. «La gente que aparece un viernes y se le dice que se vaya a casa porque la empresa ya no existe, no es algo que yo hubiera respaldado nunca, y no es absolutamente algo que yo hubiera hecho».
«No entiendo exactamente lo que pasó en los últimos momentos para saber por qué se ejecutó el cierre de la manera en que lo hicieron», dice. «Pero me mata. Realmente me mata. Telltale fue una gran parte de lo que soy».