Estos últimos días se han dado bastantes novedades en torno a la compra de Activision Blizzard por Microsoft y todo apuntaría a que Microsoft y Sony podrían estar, finalmente, tratando de acercar posturas en la forma de acuerdos comerciales. Como ya os comentamos, Sony había pedido una nueva prórroga para contestar a las alegaciones formuladas por Microsoft, ante la FTC, extendiéndose la fecha límite hasta el 10 de febrero. No obstante, no son pocos los que sospechan que esta maniobra se debe a que Sony tendría que dar información confidencial sobre sus acuerdos comerciales y de producción y distribución; algo con lo que no estaría muy de acuerdo.
En concreto, Microsoft habría solicitado conocer información de ventas, datos y de finanzas de Sony de los últimos 11 años, abarcando también datos sobre los acuerdos celebrados con terceras empresas. En todo caso, según comenta el tuitero @PostUp, esta sería la última prórroga que solicitara Sony para aportar información, transcurrida la cual bien ambas compañías llegarían a un acuerdo, bien estarían en un punto muerto. No obstante, es posible que la postura del acuerdo esté ganando terreno.
El acercamiento entre Sony y Microsoft probablemente derive en concesiones de la licencia de Call of Duty.
Microsoft y Sony ya estarían limando asperezas con los acuerdos de Activision Blizzard:
Y es que, como comenta el mismo usuario, las negociaciones que se están sustanciando ahora mismo entre Microsoft y Sony estarían siendo positivas, encaminándose a buen puerto:
«SIE cree que las negociaciones han sido productivas y espera que las posteriores resuelvan problemas cercanos.
Microsoft está de acuerdo y cree que estas las futuras negociaciones probablemente ayuden a acercar posturas o eliminar conflictos.
Microsoft ha ofrecido prorrogar el tiempo de SIE solo para gestionar el volumen de documentos requeridos, pero no para llegar a un acuerdo sobre los documentos confidenciales (por ejemplo, aquellos que puedan utilizarse para exigir responsabilidades). Una medida que Microsoft solo aceptó después de acordarla con Sony, el pasado 1 de febrero».
Como puede desprenderse, Sony continúa reticente a cederle la información confidencial a Microsoft; probablemente por el impacto que podrían tener estos datos en posesión de su principal rival, a largo plazo. Especialmente si consigue hacerse con la dueña de Call of Duty.
Por otro lado, como ya apuntaban los podcasters de Xbox Era, la principal preocupación de Sony deriva de la posibilidad de mantener los acuerdos de exclusividad que lleva años teniendo con Call of Duty; ya sea a través de contenido exclusivo, lanzamientos anticipados o añadidos que no disfrutan los usuarios de las demás consolas. Algo que, a todas luces, no encajaría con la política de juegos y servicios de Microsoft. Así que tendremos que esperar a ver si Microsoft y Sony logran por fin el esperado acuerdo y las condiciones del mismo.