Dentro de los géneros que la industria independiente está haciendo llegar continuamente, se encuentran los Dungeon Crawlers, que son juegos de acción directa ambientados en oscuros mundos siniestros repletos de demonios. En gran medida, las propuestas independientes han ahondado en juegos que abordan temáticas lúgubres, como escenarios para dar cabida a toda la acción que es posible. De este modo, Powerhoof ha propuesto algo un poco diferente con Crawl, un Dungeon Crawler donde los jugadores abordarán cada mazmorra como héroes solitarios o como demonios corrompidos.
Crawl apuesta por un concepto innovador, diferente a lo habitual. En la mayoría de los casos, los mundos autogenerados exponen infinidad de mazmorras donde los jugadores deben tomar el rol de héroe y hacer frente a todas las amenazas para cumplir un objetivo. En esta ocasión, el juego expone partidas con hasta 4 jugadores, que pueden ser controlados por IA o por otros usuarios. Ahora bien, los diferentes jugadores aparecerán como héroes, donde solo uno puede avanzar mientras el resto, pondrán oposición al avance del héroe, ya que se convierten en fantasmas capaces de invocar criaturas y de poseer objetos.
Sé el héroe o sé el villano, competir nunca había sido tan apasionante
Un concepto que puede resultar algo confuso, pero que una vez nos metemos en batalla lo comprenderemos perfectamente. De hecho, la primera fase en la que nos enfrentamos expone al guerrero en solitario, exponiendo la mazmorra y como al adentrarse en ella, moriremos. En ese momento, tomaremos el control de un espíritu y aparecerá un nuevo héroe. En cierto modo, esta primera partida expone una especie de tutorial que acaba convirtiéndose en una partida real. Una partida en la que un héroe tendrá que alcanzar el nivel 10 para poder atravesar un portal para enfrentarse a un gigantesco boss final para salvar a la humanidad. Existen varias mazmorras diferentes, donde los niveles se crean de forma aleatoria y que nos expondrán a partidas de unos 30 minutos muy intensas e interesantes.
Pero hay 3 usuarios que opondrán una feroz resistencia, que se traduce en la capacidad que estos tienen de invocar criaturas con las que se enfrentarán al héroe que intenta subir de nivel y eliminar a ese gran enemigo final de cada mazmorra. De este modo, se expone un juego donde todos participan y todos combaten, salvo que el objetivo es diferente para cada caso. Existe una línea de progresión de jugador muy marcada, donde el héroe tiene solo que subir de nivel, conseguir dinero y adquirir mejores armas para poder ser eficaz en la lucha final. Los otros, deberán impedir que lo consiga, obteniendo poder que se puede canjear para mejorar las tres criaturas que pueden invocarse.
Desbloquea hasta 60 criaturas para eliminar al héroe
De no poder acceder al portal, cuando se superan todas las habitaciones del nivel, se debe bajar al siguiente. Es entonces donde los jugadores podrán canjear la ‘rabia’ adquirida para mejorar las criaturas que invocan cuando mueran y que el héroe superviviente deberá enfrentar. Con esta dinámica, el juego ofrece una jugabilidad realmente apasionante, donde los límites llegan por el estilo artístico del juego, con un pixel art muy clásico, donde la velocidad de la acción lo determina todo.
Una velocidad de acción que hace sentir un carácter frenético en Crawl. A la hora de jugar, no hay demasiadas virtudes que destacar, salvo que la propuesta hace llegar una experiencia muy atractiva y adictiva. Pero en ocasiones, la locura representada en la pantalla puede ocasionar, con esos efectos visuales retro y masivos, que nos desorientemos. En cierto modo, se puede apuntar que la precisión de los ataques puede estar limitada al concepto retro de Crawl, pero cuando tenemos la oportunidad de atacar a distancia, se nota que el juego ofrece carencias en este aspecto. Tanto las criaturas como el propio héroe cuentan con un ataque cuerpo a cuerpo y un ataque especial. No hace falta más, donde las criaturas tienen habilidades predeterminadas y el héroe puede equiparse con diferentes armas y poderes. Con todo esto, según en qué situación nos encontremos, tendremos que recopilar puntos y dinero.
No es un juego visualmente espectacular, ya que el diseño es algo tosco, con grandes pixeles que en ocasiones requieren de más intuición que perspectiva. No obstante, todo el conjunto de la experiencia está planteado como si fuese un arcade de los 80, confiriéndole gran carisma a Crawl. De hecho, podemos ver que se han implicado en hacer que este diseño no limite una experiencia que busca una crueldad importante en la acción. Ver como el héroe cae derrotado con un gran chorro de sangre que brota como una fuente, es algo que ayuda a concebir una ambientación macabra y oscura, que no se diluye por haber recurrido a este estilo para el apartado técnico.
Partidas rápidas, al estilo arcade, para combatir y competir
Del mismo modo, la banda sonora es polifónica, pero su ritmo e intensidad ayudan a sumergir al jugador en una propuesta de acción directa y aparentemente sencilla. Una pena que, para los pocos textos que tiene, no se haya considerado una traducción que permita tener acceso a la información de forma más simple, pues el juego ofrece, por lo demás, una experiencia directa y muy gratificante. Y es que además de estas partidas rápidas que terminan al derrotar al gran jefe final, al que ayudaremos a controlar para evitar su muerte cuando no somos el héroe, existen desafíos en otro modo de juego adjunto. Según jugamos, iremos desbloqueando nuevas criaturas, las cuales, serán protagonistas de un modo desafío donde podremos tomar una de ellas y hacer frente a tantos héroes como podamos. Un complemento interesante que puede resultar muy útil para conocer bien las virtudes de cada una de estas criaturas que invocamos en la aventura principal.
Es así como Crawl se convierte en un juego realmente apasionante, repleto de acción y con la posibilidad de jugar en multijugador hasta 4 jugadores. Ser el héroe y competir contra otros 3 jugadores, o IA, que intentan impedir que subamos de nivel, o bien, ser quienes se oponen a otro jugador para que no lo consiga, hacen de Crawl un juego tremendamente adictivo y divertido. Una propuesta muy interesante, innovadora, original, con carisma y caracter, macabro y divertido. Así es Crawl, un título diferente que permite convertirse en héroe o villano con una propuesta arcade clásica renovada con las nuevas tendencias.