Dada la popularidad que han tenido fuera de su país, grandes franquicias de anime han dado el salto al mundo de los videojuegos en los últimos años, con fenómenos como Kimetsu no Yaiba, que hace unos años recibió el bien recibido ‘Las Crónicas de Hinokami‘, o Naruto, que hace apenas unos meses traía la experiencia definitiva de la saga con ‘Ultimate Ninja Storm Connections‘. A estos se le suman juegos de franquicias como Dragon Ball, One Piece o My Hero Academia, pero todavía faltaba uno de los grandes por dar el salto a las consolas.
Jujutsu Kaisen ha sido un anime que ha ganado una popularidad apabullante con sus dos primeras temporadas. Aunque al primera de ellas ya contó con un nivel fantástico, la segunda ha recreado uno de los arcos más potentes de la obra escrita por Gege Akutami. Con este contexto, llegaba Cursed Clash, una adaptación que prometía trasladar a los mandos la sobresaliente obra de este autor. No obstante, como podéis intuir con el título de este texto, no creemos que lo hayan conseguido. Te lo contamos todo en este análisis de Jujutsu Kaisen: Cursed Clash.
Análisis de Jujutsu Kaisen: Cursed Clash
Una mala canalización de la energía maldita
Pocas veces se puede decir algo parecido de un juego de anime, pero lo cierto es que Jujutsu Kaisen: Cursed Clash es un juego aburrido. El planteamiento que el equipo de desarrollo ha realizado con el juego no es malo, tratando de mezclar lo visto en el juego que anteriormente citábamos de Naruto o en los Budokai Tenkaichi de Dragon Ball en combates 2 vs 2. ¿Qué quiere decir esto? Pues que nos encontramos ante peleas 3D en las que tanto la tierra como las alturas contarán con una gran importancia en su desarrollo. No es que los personajes del título puedan volar, al igual que hacían Goku y compañía, sino que en los escenarios podemos encontrar diferentes elementos que nos permiten subir varios metros por encima del suelo.

Este aspecto no está para nada mal, ya que añade una mayor variedad a unos escenarios que, en muchas ocasiones, pecan de ser demasiado vacíos. El problema llega cuando nos toca pelear. Aunque es cierto que la propuesta de combate de Jujutsu Kaisen es interesante, ya que pone a nuestra disposición tres botones para encadenar combos con una parte diferente del cuerpo, otorgando una mayor variedad a la que solemos encontrar en juegos del género. No obstante, falla estrepitosamente en ofrecer una experiencia divertida.
El juego cuenta con un sistema de combate bastante tosco, en el que es prácticamente imposible encadenar combos de manera efectiva. No solo porque al combinación de estos es realmente escueta, sino porque en muchas ocasiones se siente que el personaje no quiere acertar al contrario. Además, hay un elemento que, si bien es un planteamiento disruptivo a lo que estamos acostumbrados a ver, vuelve a errar de forma catastrófica: el como hacemos daño al enemigo.
Siguiendo lo visto en la obra, la única manera en la que podremos hacer daño efectivo a nuestros adversario, y lograr así reducir su barra de vitalidad, es mediante los golpes de energía maldita. Los combos que citábamos anteriormente sirven para que nuestra barra de energía maldita se vaya rellenando, y una vez logrado, podamos ejecutar golpes especiales. Serán solamente estos los que resten vida al adversario, por lo que en la gran mayoría de momentos sentimos que estamos dando en un saco roto para nada. Además, el hecho de que los propios especiales cuenten con una espectacularidad y daño discutibles, provoca que las peleas se vuelvan completamente soporíferas.
La combinación de todos estos elementos hacen que el juego cuente con uno de los sistemas de combate más pobres que haya visto en las últimas adaptaciones de un juego de anime que se haya hecho en los últimos años, y es una auténtica lástima. Se nota que hay buenas ideas detrás del planteamiento jugable de Cursed Clash, pero lo cierto es que la ejecución no ha sido nada acertada.
Elementos de otra época
La jugabilidad de Jujutsu Kaisen: Cursed Clash no es lo único que no alcanza las expectativas que podíamos tener del juego. Por un lado, el planteamiento de las peleas 2 vs 2 impiden que podamos tener luchas normales contra otro personaje. Para ello, tendremos que elegir única y exclusivamente a un personaje por bando, pero una vez entras en partida, te das cuenta de que el juego no está pensado para disfrutarse de esa manera. Además, el título prescinde de un modo de combate offline, por lo que es imposible pelear junto a nuestros amigos.
Otro elemento que no podemos pasar por alto es la corta plantilla de personajes que aparece en el título. Apenas quince personajes seleccionables serán las opciones que tendremos para combatir. La selección de por sí no es mala, ya que contamos tanto con los principales protagonistas como con los antagonistas más emblemáticos de la serie. Sin embargo, el número final es demasiado corto, sobre todo teniendo presente el gran número de personajes secundarios que aparecen en la obra en sus dos primeras temporadas.
El apartado gráfico tampoco tampoco es una revolución. Es cierto que el acabado visual es resultón, pero a nivel técnico el juego es bastante tosco, algo que afecta también a su jugabilidad. Los modelados de los personajes están bastante bien conseguidos, pero sus animaciones son bruscas y el comportamiento de los escenarios es prácticamente nulo.
No hay dedos de Sukuna
El modo historia de Jujutsu Kaisen no mejora lo visto en los anteriores apartados. En lugar de apostar por las fuertes imágenes que aparecen en la obra, siendo uno de los elementos fundamentales por lo que su anime está tan bien valorado entre el público, aquí se ha optado por contar la historia con imágenes estáticas, como si de una visual novel se tratara, lo que deja un resultado realmente pobre, y que elimina por completo la espectacularidad de Jujutsu Kaisen desprende.
Además, los resultados de los combates no son nada satisfactorios, tal y como comentaba anteriormente. Cuando nos encontramos ante un nuevo nivel, deberemos de pelear de manera ininterrumpida durante varios minutos contra el mismo enemigo sin ninguna dosis de espectacularidad que sí podemos encontrar en otros juegos del género. No pido que nos ofrezca esa pelea contra jefes finales de Naruto, pero al menos que no nos haga repetir reiteradamente el combate sin nada que invite a ello.
Conclusión – Análisis de Jujutsu Kaisen: Cursed Clash
Sinceramente, se me hace bastante difícil recomendar este juego. Ni siquiera los fans más acérrimos de la obra, entre los que me incluyo, encontrarán un motivo de peso que les haga disfrutar de Jujutsu Kaisen: Cursed Clash. El sistema de combate, aunque presenta buenas ideas, es todo lo contrario a lo que Mappa ha logrado con su adaptación animada. Es un juego sin espíritu, carente de momentos efusivos y en los que en lugar de desear que los combates duren más, celebras cuando estos llegan a su fin.
Además, en el resto de apartados tampoco logra salvarse, pues cuenta con una cantidad de modos de juego paupérrima, un acabado técnico justito y una historia que ni siquiera sirve como un mero recordatorio para aquellos que no quieran volver a ver el anime o leer el manga. Es una pena, pero lo cierto es que la primera andadura de Itadori en los videojuegos no ha sido nada positiva.