Como si de las Tortugas Ninja se tratase, Dungeon Bros nos lleva a una aventura de acción donde los protagonistas serán cuatro dragones. Manteniendo ese origen reptiliano, Dragon Bros nos traslada a un mundo gobernado por robots, que están en todas partes, y que deberemos combatir en una propuesta arcade de acción clásica al puro estilo de Metal Slug. Tomando el control de alguno de esos cuatro dragones, rescatar a su madre que ha sido secuestrada por los Culprits, una sociedad robótica malvada, expondrá un buen número de fases para dar rienda suelta a esta propuesta.
Dragon Bros expone así un juego de acción, disparos y saltos que recuerda demasiado a la existosa licencia de SNK Metal Slug. Sin contar con los populares personajes de esta saga de recreativa, contaremos con cuatro dragonzuelos de colores que portarán armas y que se enfrentarán a todos los robots que impiden conseguir rescatar a su madre. Con una fórmula clásica muy representativa del género, habrá que hacer frente en solitario o en compañía, a un buen número de enemigos que se encuentran en diferentes pantallas a lo largo de un recorrido que nos llevará a diferentes escenarios, donde al final de cada uno de estos, habrá un poderoso jefe.
No encontramos a Marco Rossi ni a Donatello, pero estos dragones darán tanta guerra como ellos
Dragon Bros expone así unas mecánicas muy sencillas para una propuesta arcade bidimensional y de scroll horizontal. Lejos de ofrecer alternativas, el juego transcurre de forma muy lineal abordando una acción bastante intensa que puede regularse con la dificultad. Una dificultad que puede convertirse en extrema y que parece destinada a aquellos que puedan disfrutar de Dragon Bros con un amigo en local. La acción propuesta en este tipo de juegos siempre aporta un grado de satisfacción mayúsculo, donde Dragon Bros expone todas y cada una de las características de los clásicos.
Un control clásico, donde iremos atacando a los enemigos y cargando energía para poder atacar con más fuerza. Esta carga se aplica, indistintamente al arma que portemos, donde podremos encontrar escopetas, armas láser, bazookas, ametralladoras… Estas tienen una munición limitada, obligando al jugador, en la mayoría de veces, a gestionarla bien. Y es que el arma básica carece de poder y cadencia de fuego, obligando al jugador a moverse continuamente y abordar a los enemigos tanto con el cuerpo a cuerpo como con el movimiento de evasión para evitar ser golpeados.
La acción del juego transcurre de forma bastante plana, donde no hay grandes descubrimientos ni hitos que lograr, más allá de enfrentarse a los enemigos y avanzar. En algunas secciones, nos encontraremos con desafíos puntuales en los que debemos eliminar enemigos antes de poder avanzar, algo que podría parecerse a las pantallas contra los bosses, donde deberemos adaptarnos para poder eliminarlos. Es aquí donde podemos hablar de los 5 niveles de dificultad, que afectan, principalmente, a la dureza de los enemigos, llegando a ser realmente duros y complicando mucho la experiencia general.
¿Para que presentan 4 dragones si no se pueden elegir?
A parte de esto, si lo que se corresponde con la campaña principal no parece tener mayor incentivo que progresar y conseguir rescatar a la madre de estos carismáticos dragones, existen fases adicionales que traen de vuelta a clásicos de las recreativas, como Space Invaders o Pang, con minijuegos que añaden cierta diversidad y diversión al juego. Esto aporta algo de diversidad, aunque sea de una forma un tanto extraña, si que se puede decir que añaden un aspecto de incentivo a la propuesta.
Y es que, Dragon Bros expone una aventura llena de acción clásica en la que no hay un límite de vidas, de forma que será el tesón o la paciencia, el afán de superación, lo que haga que cada jugador supere un nivel. Un registro de las veces que nos han matado, una puntuación y un tiempo, que suponen un punto para la rejugabilidad de cada nivel. Y es que estos juegos no tienen límite, por eso, pese a que no hay una generación de niveles aleatoria, jugarlo dependerá de las ganas de aceptar el desafío y disfrutar de este tipo de juegos.
Dragon Bros se presenta como un homenaje a los clásicos, por tantas referencias que hemos expuesto, pero también por su diseño y apartado técnico en general. El juego se encuentra traducido al castellano, donde no hace falta demasiada explicación, aunque no hubiese estado de más que se incluyesen textos en los menús, que hacen gala de un icono que debemos interpretar. Pese a este aspecto, cuando nos introducimos en la acción, hay una separación evidente entre el diseño pixel art del juego con el mapa o los menús, donde el diseño es tosco a más no poder y, en parte, bastante disuasorio. Pero obviamos este punto, porque lo importante es la parte en la que el jugador se enfrenta a la acción.
Es ahí donde el diseño parece más adecuado, pero que no llega al nivel de esos clásicos que han conseguido crearse un nombre. Un acercamiento interesante, una propuesta que entretiene más por su acción y jugabilidad, sencilla, directa y apasionante, que por su puesta en escena y diseño general. Es correcto, pero no hubiera estado demás que hubiesen hecho un pequeño esfuerzo para dar algo más de detalle o calidad general a una propuesta que rinde de forma adecuada. Podemos ver que los escenarios tienen algunas animaciones, clónicas y repetitivas, que permiten dar cierta vida a la propuesta, pero puede que aquí se denote que se han centrado mucho en la parte más próxima, dejando abandonados otros detalles de la apuesta visual. Una banda sonora adaptada a las circunstancias, hacen de Dragon Bros un juego que puede hacer sentir la nostalgia de los apasionados por este tipo de juegos de recreativa.
Es así que Dragon Bros es una alternativa ociosa para los amantes de la acción bidimensional, con armas de fuego y enemigos poderosos. Una propuesta que no hará olvidar a Metal Slug y ese tipo de juegos, pero que llega para ofrecer una nueva historia que, junto con las fases adicionales, hará disfrutar sin cuartel a todo aquel que lo desee. Gracias al multijugador local para dos jugadores, la pasión por los arcades de acción pura regresa con una propuesta modesta, que ofrece horas de diversión frenética y desafiante.