El mundo de los videojuegos es vasto y diverso, pero pocas veces vemos hazañas tan impresionantes como la de Ibrahim Al-Nasser, un coleccionista saudí que ha logrado conectar 444 sistemas de juego a un solo televisor, estableciendo así un nuevo Récord Guinness. Este increíble registro no solo destaca por la cantidad de consolas involucradas, sino también por la meticulosa obra de ingeniería y planificación realizadas para hacer funcionar semejante entramado técnico.
Ibrahim Al-Nasser, es Subsecretario Adjunto de Asuntos Financieros de la Región de Riad, y no es solo un apasionado de los videojuegos, sino también un auténtico coleccionista. Su colección incluye consolas de todas las generaciones, desde la Magnavox Odyssey de 1972, primera consola de la historia, hasta las nuevas Xbox. Entre ellas, se encuentran consolas retro, dispositivos raros y consolas plug-and-play, así como sistemas más convencionales.
Inversión económica aparte, el jugador saudí logra una hazaña técnica
Lo más impresionante de este proyecto es que todas las plataformas están funcionales y conectadas a un solo televisor. Este recibe señales de cada uno de los 444 sistemas de juego mediante una compleja instalación de switches RCA, HDMI y controladores diversos.
Los switches permiten que las señales de múltiples consolas lleguen al televisor sin sobrecargar el sistema. Este tipo de instalación es algo que la mayoría de los jugadores ni siquiera intenta con más de tres o cuatro plataformas, pero Al-Nasser ha logrado organizar todo el cableado de tal manera que, pese a la complejidad, la imagen se transmita a la pantalla. Para manejar toda la instalación, Al-Nasser ha creado un detallado archivo en Excel, que le permite identificar y cambiar rápidamente entre las consolas, permitiéndole disfrutar de cualquier sistema en cuestión de segundos.
Si bien el vídeo de su instalación no muestra en detalle el sistema de cables, es fácil imaginar el esfuerzo que ha tomado crear una red de cables tan bien organizado y que solo la colección de consolas podría tener un valor económico descomunal, dado que incluye modelos extremadamente raros, incluso de icónicas máquinas recreativas.
Aunque la instalación ess completamente funcional, Al-Nasser describe su espacio más como un museo que un sitio para jugar. La disposición y orden de las consolas muestran su dedicación no solo a la experiencia del juego, sino también al legado y la historia de las consolas a lo largo de los años.
El habitáculo recoge la evolución de los videojuego y la pasión del coleccionista en su deseo de preservar la historia de la industria. Con este nuevo récord Guinness, Ibrahim Al-Nasser ha puesto un listón muy alto que difícilmente será superado.