Después de meses de habladurías, de comparativas con Assassin’s Creed, de quejas sobre como se veía el juego, llega Sombras de Mordor para sorprender y callar bocas, haciendo que olvidemos todo lo hablado anteriormente gracias al gran juego que ha creado Monolith. En este Análisis de La Tierra Media: Sombras de Mordor os explicaremos por que se ha convertido en una de las sorpresas del año y como ha puesto las bases para que El Señor de los Anillos empiece a tener juegos a la altura de lo que muchos esperamos, comenzando por este.
El Juego
La historia del juego nos narrará la venganza de un montaraz llamado Talión y el espíritu de Celebrimbor (el herrero élfico que forjó el anillo de poder). Ambos personajes han compartido un funesto destino y juntaran sus caminos para llevar a cabo su venganza. De esta manera podremos caminar entre el mundo de los hombres y el de los espíritus.
Gracias a este argumento, Monolith ha aprovechado para crear un juego con unas mecánicas jugables muy interesantes. Cuando estemos en el mundo de los espíritus podremos ver las antiguas torres de Mordor y descubrir zonas del mapa al más puro estilo Assassin’s. Pero esa habilidad no se queda ahí ya que gracias a ella veremos todos enemigos que hay a nuestro alrededor y encontraremos a los capitanes de manera mucho más sencilla. Aunque si hay algo que usaremos cuando seamos Celebrimbor será su arco, cuando apuntemos con el arco el tiempo se parará durante unos segundos y podremos cargarlo a tope para acabar con un orco de un solo tiro en la cabeza, y así uno tras otro.
Las otras armas que podremos usar en el juego serán la espada y la daga de Talion. Una cosa que se hecha de menos es poder cambiar de arma, aunque el juego compensa esto dándonos la opción de mejorarlas mediante runas. Cada arma podrá tener hasta 5 runas incorporadas, de las cuales habrá una gran variedad con efectos muy diferentes, aunque como es normal tendremos que ir desbloqueando estos espacios con la moneda del juego, que conseguiremos al completar misiones o encontrar coleccionables. Estas runas se consiguen al matar caudillos o capitanes orcos, y serán del un nivel más del que tuviera el capitán, si matamos a un capitán de nivel 7 tendremos una runa de nivel 8, si es de nivel 15 tendremos una de nivel 16. Como es lógico cuanto mayor es el nivel de la runa mayor es el poder que ofrece, pero más difícil será acabar con el capitán que la soltará al morir.
El combate es prácticamente igual al de Batman Arkham, pudiendo golpear, contraatacar e ir desbloqueando nuevos movimientos para realizar a la vez que peleamos. A medida que golpeamos vamos subiendo un multiplicador que llegado a ciertas cifras nos permitirá realizar movimientos especiales como una onda que atonte a los enemigos o una ejecución especial. El combate una vez nos acostumbramos es relativamente sencillo, además siempre tendremos la opción de salir corriendo si se ha juntado una cantidad demasiado grande de orcos, una de las ventajas del mundo abierto. El combate en general esta muy bien hecho aprovechando a los dos protagonistas para darle algo de variedad en las ejecuciones y en situaciones complicadas.
Además Sombras de Mordor cuenta con un sistema de habilidades que podremos desbloquear a medida que consigamos experiencia, la experiencia se gana al matar orcos o completar misiones. También es de agradecer el completísimo apéndice que tiene el juego, que nos contará historias muy interesantes.
Sistema Némesis
Sin duda el gran hallazgo del juego y el que le da un toque muy diferente entre tantos aspectos heredados de otros. El Sistema Némesis es básicamente una IA que controla el ejercito orco y que evolucionará según tus acciones. De esta forma si por ejemplo matamos a un capitán con el paso del tiempo encontraremos que otro a ocupado su lugar, si luchamos contra un capitán pero no le matamos en el siguiente encuentro no solo nos recordará sino que si el herimos durante el anterior combate veremos las marcas de la pelea en él. A medida el que el juego avanza el Sistema Némesis nos permite jugar aún más con él, ya que llegado el momento podremos marcar a los capitanes, y lógicamente a cualquier orco, y hacer no solo que peleen por nosotros sino que luchen contra otros para eliminar a la competencia o acabar con un caudillo, los orcos con más influencia del juego, y ocupar su lugar comandando un ejercito orco. También será importante hasta la forma en que matamos a un orco, ya que si matamos a un capitán con un ataque desde las alturas o sigiloso, la próxima vez que vayamos por la zona donde están sus tropas oiremos a los orcos avisar a otros para que vigilen los tejados.
Ahí no acaba la cosa, nuestra muerte en Sombras de Mordor no significa volver a un punto de control, sino que veremos como el mundo sigue hacia adelante y como evolucionan los capitanes orcos, algunos morirán y otros subirán de nivel ya sea cumpliendo alguna misión o acabando con otro capitán. Además si el orco que nos mata es un soldado cualquiera cuando volvamos su leyenda se habrá acrecentado, será capitán y nos costará mucho más matarle, ahí esta nuestro Némesis. Nosotros reviviremos más tarde en un mundo con un orden diferente, nuevos capitanes a los que cazar y otros más fuertes que nos pondrán las cosas más complicadas.
Ya hemos hablado de los capitanes y de darles muerte o dominarles, pero estos son mucho más duros que cualquier otro orco, así que, ¿como podemos matarlos?. Muy fácil, todos tendrán debilidades, ya sea a ciertos a tipos de ataque o a factores externos como el fuego, las moscas o los Caragorns. Pero esa información no la conseguiremos así como así, deberemos buscar a un orco o un cadáver con el símbolo de información y entrar en su mente para averiguar la mejor manera de acabar con un capitán. Cuanto más nivel menos debilidades tendrá y más difícil será acabar con ellos.
Otros aspectos
Las misiones en Sombras de Mordor están muy bien planteadas y ejecutadas, incluso las de los capitanes orcos que siempre hay disponibles por el mapa. Gracias a diversidad de los escenarios, factores impredecibles de un mundo abierto como monstruos u otros capitanes que anden por la zona y los diferentes tipos de misiones como cacerías, ejecuciones, reclutamientos, celebraciones, duelos o emboscadas siempre serán muy amenas, aunque lógicamente opcionales ya que al ser infinitas llegará un momento en el que nos cansemos de ellas.
Respecto al apartado artístico y técnico del juego en su mayoría es notable. Gráficamente no es ni mucho menos puntero pero cumple a la perfección y más siendo un Sandbox. El mundo abierto del juego pese a no ser muy grande tiene suficiente diversidad de escenarios, ofreciéndonos el Mordor que muchos nos imaginamos en la primera parte del juego y cambiando a otro con más vida en la parte final del juego. Pero si hay algo por lo que destaca el juego es por los orcos, el diseño tanto de sus caras, como de sus indumentarias, como de las marcas dejadas por los combates y sus expresiones faciales son sencillamente espectaculares, genial el trabajo realizado por Monolith en este apartado. En contrapunto tenemos las caras de los humanos y sobre todo la del protagonista, cuyo diseño no llega ni de lejos al nivel general del juego y más si la comparamos con la de los orcos.
También hay que destacar que el juego llegue doblado a nuestro idioma con unas actuaciones bastante decentes, además de todas las de los orcos que son muchas y muy variadas. La banda sonora también cumple a la perfección, ayudando a crear momentos aún más épicos durante nuestras partidas.
Completar el juego al 100% nos llevará unas 20 horas, todo dependerá de lo que queramos entretenernos con el Sistema Némesis. Lógicamente si solo vamos a por la historia principal las horas se reducen bastante. En cuando a la historia del juego pese a tener buenas bases se hecha de menos alguna explicación más durante las escenas de vídeo y no dejar tanto peso al apéndice del juego.
Conclusión
La Tierra Media: Sombras de Mordor seguramente se haya convertido en el sleeper de este 2014, un juego que gustará a los fans y a los que no lo son gracias a su sólida propuesta y a un Sistema Némesis que seguramente acabe llegando a otros juegos.