Hace ya unas semanas que llegó Alien: Isolation, lo nuevo de Creative Assembly en colaboración con Sega y con Twenty Century Fox pero hemos estado jugando en los dos modos que ofrece el juego y nos sentimos preparados para presentaros el análisis de Alien: Isolation, un juego obligatorio para los fans de la saga y del sigilo en un entorno hostil y muy agobiante.
Antes de nada, he de avisar sobre un temita minúsculo, casi sin importancia: si jugáis Alien: Isolation sin haber visto las películas lo disfrutaréis como enanos pero, si por el contrario jugáis habiendo visto Alien: El octavo pasajero, obvio las demás porque están varios peldaños por debajo en todos los sentidos, encontraréis la mejor recreación, y ha habido muchas, del universo Alien nunca realizada en un videojuego, videojuego que llega bajo el sello de Creative Assembly, unos chicos que se alejan sobremanera del campo que dominan a la perfección, los juegos de estrategia de la saga Total War, y nos regalan este juego fanservice. Una vez dicho esto os pondré en situación.
Perdidos en el espacio
Tras una espectacular secuencia introductoria nos metemos en el videojuego, sin alardes pero suponiendo un regalo para los fans de Alien. Somos Amanda Ripley, una ingeniero… espera, ¿Ripley? ¿De qué me suena ese apellido? Efectivamente, lejos de crear una historia donde el único nexo con la saga Alien es el Xenomorfo, Creative Assembly ha utilizado a la hija de la mítica Ellen Ripley, interpretada por Sigourney Weaver en la mítica cinta ‘El octavo pasajero’, y única superviviente (¿?) de la U.S.C.S.S. Nostromo, una nave de transporte espacial que sufrió un terrible e inexplicable accidente hace 15 años. Como iba diciendo, Amanda es ingeniero que trabaja para la compañía Weyland-Yutani y le han ofrecido un hueco en la Torrens, una nave comercial que pronto se convertirá en nuestro último reducto de paz antes del terror.
Tras años buscando a nuestra madre y preguntándonos qué habrá pasado, Amanda recibe un mensaje que hace pensar que podría descubrir una pista sobre el accidente y la Nostromo, una pista que nos llevará hasta la estación Sevastopol, una estación espacial, puerto o puesto franco, como queráis llamarlo. Una vez llegamos allí nos damos cuenta que algo no marcha bien. La estación está desangelada, no hay luz, la IA cierra compuertas a nuestro paso, hay zonas en llamas, no entendemos nada y durante un buen rato nos pasearemos por la estación abriendo puertas y como si de un simulador de encender bengalas se tratase, hasta que encontramos a un superviviente algo hostil al principio pero que nos explica que ha pasado algo, algo terrible y desconocido.
Claro, llegados a este punto no os voy a destripar nada, el Alien, o Xenomorfo mejor dicho, es el causante de este caos, la genial máquina de matar que ha dado origen a una completa enciclopedia sobre el bicho. El Xenomorfo es el enemigo principal, el más implacable y el que nos hará repetir la misma sección varias veces, un enemigo al que no es posible matar y del que sólo podremos escondernos… y cabrearlo con algunas armas.
Aunque tardaremos en encontrarnos por primera vez con el Xenomorfo, a partir de su llegada el juego se convertirá en una montaña rusa en términos de guión, en el mejor de los sentidos, y es que Alien: Isolation es una experiencia para un jugador y los chicos de Creative Assembly han echado el resto, mostrando una historia potente que se disfruta con un buen café, ya que tiene un ritmo muy pausado y con un palé de tila, ya que nos sacará de nuestras casillas en más de una ocasión. A todo esto hay que sumarle un buen puñado de sorpresas que impedirán que Alien: Isolation se torne aburrido y predecible.
A gatas
En términos jugables, Alien: Isolation bebe directamente de otro título de terror que llegó a la nueva generación hace unos meses, el estupendo, Outlast. La premisa es básicamente la misma: el avanzar por sombríos y desérticos escenarios intentando conseguir recursos como pilas, bengalas, balas, piezas para construir, etc, que nos hagan más fácil nuestra existencia contra los otros enemigos, ya que al Xenomorfo no podremos ni toserle.
Sí, habrá otros enemigos, ya que los androides vuelven en Alien: Isolation y siempre tenemos al clásico grupo de humanos que aprovechan la situación para hacerse con el control del cotarro. Tendremos, pues, algunas armas a nuestra disposición, como el aturdidor clásico de las películas o un revolver, eficaces contra humanos y algo menos contra androides, además de otras armas de fuego, como el lanzallamas, una de las pocas cosas capaces de sonrojar al Xenomorfo aunque, ojo, eso no quiere decir que lo matemos, sólo lo asustaremos y cabrearemos, así que atentos.
Fuera de la experiencia principal, en los escenarios, que invitan a explorarlos, encontraremos zonas secretas, códigos, cintas, etc. Lo bueno es que no es todo como siempre, ya que no se limita a escuchar las cintas y listo, sino que al oírla se desbloqueará una cuenta atrás que nos animará a cumplir una serie de objetivos.
Por lo demás, Alien: Isolation completa su experiencia jugable con un buen puñado de minijuegos para amenizar la experiencia, experiencia que vale la pena dividir en dos apartados, algo no muy común al hablar del apartado jugable de un videojuego pero que en este caso cobra sentido.
Old-School
Alien: Isolation tiene en la mecánica jugable, precisamente, uno de los puntos más criticados y aplaudidos por los aficionados. ¿Los motivos? En realidad sólo hay un motivo: a todo el mundo le parece demasiado clásico. Unos dirán que está desfasado en comparación con otros títulos, ya que su desarrollo completamente lineal de »ve de A a B» y sus mecánicas puras de sigilo son de hace ya más de un lustro y otros dirán que es la experiencia old-school que llevamos mucho tiempo sin ver en el mundo del videojuego.
¿Por qué lado me decanto? A mi precisamente este sistema jugable tan arcaico es lo que me atrajo en un principio, ya que es fresco precisamente porque la evolución del género ha apartado estas mecánicas en pro de otras más refinadas.
»Creative Assambly se sale de los juegos de estrategia para ofrecer el primer juego de Alien a la altura de las dos primeras cintas.»
¿A qué me refiero con old-school? A varias cosas, como la mecánica de sigilo, el no tener GPS con el que orientarnos, el necesitar piezas clave que debemos encontrar, con suerte, por el escenario, el tener que recargar las pilas de la linterna o ver cómo se agotan nuestras bengalas poco a poco y, sobre todo, a la imposibilidad de guardar la partida cuando nosotros queramos y la inexistencia de puntos de control. Es precisamente este punto lo que atrae a muchos usuarios que quieren sentir el alivio cada vez que guardan la partida pero que, por consiguiente, desespera si nos saltamos algún checkpoint y nos matan, ya que tendremos que empezar desde la última vez que guardamos, algo que puede ocasionar, y lo ha hecho en más de una situación, que apaguemos el sistema o nos pongamos a jugar a otra cosa, ya que es desesperante en muchos momentos el ir tan dentro del juego y perderte un punto de control. Todo esto, claro está, escrito desde el gusto por este sistema, no lo pongo como una crítica, ni mucho menos.
En cuanto a los escondites, bueno, tenemos mesas, armarios, esquinas, etc, pero sobre todo los míticos conductos de ventilación. También tendremos un mapa, única forma de orientarnos al carecer de GPS, y un inventario, con capacidad limitada, que utilizaremos en lugares seguros, y digo en lugares seguros porque la acción se detiene sólo cuando miremos el mapa. Todo lo demás será estar expuesto a los peligros de la estación.
Para redondear la experiencia jugable tenemos a nuestra disposición el mítico detector de movimiento de las películas, nuestro mejor aliado y el que, a la vez, más sustos nos dará, ya que cuando lo ponemos en primer plano el fondo se difumina y se nos podría pasar por alto que un enemigo está más cerca de lo que señala el sensor, ocasionando…. si, que volvamos a empezar la sección, sobre todo si se trata del Alien.
El enemigo de mi enemigo es el Xenomorfo
Ya os hemos contado que en el título hay tres enemigos. Por un lado tenemos los humanos, armados hasta los dientes y que soltarán, en algunas ocasiones, valiosos objetos como munición o piezas, son un poco tontos y se les despista con facilidad, pero la IA falla en más de una ocasión otorgándoles una visión prodigiosa, lo que hará que nos descubran incluso yendo agazapados en el otro extremo de la habitación.
Por otro lado tenemos los androides, poco peligrosos de lejos, ya que podremos salir corriendo y despistarlos, pero muy molestos en las distancias cortas, que es donde un hombre se la juega (Axe, que vaya rulando la pasta). En ambos casos, los humanos y los androides, encontramos enemigos que siempre siguen la ruta prefijada sin salirse lo más mínimo de la misma, lo que hará que sean fáciles de evitar. De hecho, podremos pasarnos el juego sin matar a nadie aunque si sois de gatillo fácil, como un servidor, a más de uno os lo cargaréis por pura impaciencia.
Quien no tiene ruta prefijada ni atiende a razones es el Xenomorfo, la verdadera estrella del videojuego. El Xenomorfo es el ente que va rondando por la Sevastopol como Pedro por su casa. No tendrá un rumbo fijo y sólo patrullará sin orden las estancias de la estación con un único objetivo, devorarnos si nos pilla de camino. Este punto de aleatoriedad es importantísimo, ya que no seguirá una ruta prefijada, no podremos ir detrás de él porque podría darse la vuelta y, lo más importante: si nos mata tendremos que tener en cuenta que el camino que en la vez anterior era seguro podría no serlo ahora, así que nos tocará tirar, y mucho, del detector de movimiento, algo que podremos utilizar cuando nos dé la gana y las veces que nos dé la gana. Los encuentros con el Alien serán todos aleatorios excepto los que están escriptados y forman parte de la historia.
Hablando de movimientos guionizados. Ya sabéis que podréis esconderos del bicho en las taquillas, os lo hemos dicho, pero también, y como nos confirmó en su día el director creativo del juego, Gary Napper, tendremos que jugar con el factor sorpresa, y es que el Alien será impredecible, tanto en el primer encuentro como tras atacarle con un objeto incendiario, como el lanzallamas. El bicho huirá pero volverá más cabreado. Si nos ha pillado antes en una taquilla las inspeccionará minuciosamente, etc, etc, es un tipo de inteligencia artificial que no es tan adaptativa como nos quisieron hacer creer pero que se comporta a las mil maravillas, en el caso del Alien, ojo. Aun así, es un personaje a la altura de lo que esperábamos, aunque seremos testigos de más de una ida de pinza.
Luces… y sombras
En lo que respecta al apartado audiovisual, Alien: Isolation tiene alguna virtud pero muchos defectos. Pare empezar, el juego va a 1080p y 30 frames por segundo, aunque esa tasa de frames es, durante gran parte del videojuego, una mera ilusión, ya que el rendimiento en Xbox One y PS4 es, como poco, decepcionante e incomprensible. Los escenarios son pasilleros, sin demasiados tiempos de carga pero tampoco presentan un nivel de texturas demasiado exigente, por lo que nos es imposible explicar qué hace tanta mella en el rendimiento para que el juego baile como lo hace, tanto en el gameplay como en las abundantes escenas cinemáticas que salpican el título, las cuales distan de las escenas vistas en otros juegos pero presentan algunos detalles, como el sudor, muy presenten en la obra cinematográfica.
El tema de los bajones de frames es curioso, ya que parecen ser aleatorios. Tan pronto el juego puede ir como la seda en un nivel cargado de enemigos como puede ‘petardear’ mientras miramos al suelo, algo inexplicable y que ya hemos sufrido en Sleeping Dogs: Definitive Edition, aunque aquí podía disculparse por la cantidad de elementos en pantalla.
El juego no tiene iluminación dinámica que proyecte sombras en tiempo real, algo que en un juego como este echamos mucho de menos ya que habría contribuido a aumentar la tensión en algunos momentos, pero la iluminación general y el tratamiento de otras fuentes de luz, como el fuego, hacen que el conjunto parezca brillante cuando, en realidad, no lo es. La cámara, por el contrario, tiene un movimiento y desenfoque muy cinematográfico que le dan el plus de suavidad que no tiene gracias a la tasa de frames.
En cuanto al diseño artístico hay poco que objetar, por no decir nada. Alien: Isolation bebe directamente de las dos primeras cintas, algo que se nota cuando haces un revisionado de las mismas, como ha sido mi caso estos últimos días. En ese caso apreciaréis mejor todos esos detallitos como los ordenadores de los años setenta en una nave interestelar, los pajaritos de movimiento continuo, las tazas, los escapes de vapor, la forma en que se ilumina una estancia, las escotillas, los materiales acolchados, las puertas, las tarjetas de guardado que son las que se utilizaban para acceder a MADRE, todo está sacado de la cinta de 1979, algo que es de agradecer.
En el espacio nadie oirá tus gritos
Para redondear el apartado del diseño, los chicos de Creative Assembly han bordado, con todas las letras, el apartado sonoro de la cinta original. Para empezar os diremos que las voces están en perfecto castellano, con un gran nivel en la mayoría de las veces, y esa introducción con la voz que dobló a Ellen Ripley y su misterioso mensaje final a bordo de la cápsula de salvamento de la Nostromo nos pondrá la piel de gallina.
En cuanto a los efectos de sonido, todos son correctos e inspirados en las cintas, como digo, pero donde se llevan la palma es en la banda sonora y en los ruiditos del Xenomorfo. La BSO es minimalista, con temas sacados de la película e inspirados en la misma, lo que añade un plus de tensión, tensión innecesaria cuando los efectos del Alien están tan cuidados. Sus pasos, sus gruñidos, sus garras, la lengua dentada retráctil, todo está calcado de ‘El octavo pasajero’ y eso, para un fan de Alien que se ha tenido que tragar auténticos bodrios, no es motivo mas que para aplaudir.
Escapa de la pesadilla
Alien: Isolation es un juego difícil de puntuar. Por un lado tiene unas mecánicas que no convencerán a muchos jugadores pero encandilarán a otros tantos. Su jugabilidad no es muy amigable y tendremos que hacernos a ella, sin embargo cuando la controlamos a la perfección, a pesar de ser un juego repetitivo en cuanto a las mismas, disfrutaremos recorriendo las diversas estancias siempre con ese plus de tensión que da la impredecible naturaleza del Xenomorfo que, aunque con algún fallito, se comporta como esperábamos en todo momento.
Técnica y gráficamente no es brillante y racanea en muchos apartados, pero disimula sus carencias con una muy buena iluminación y, sobre todo, con un diseño que roza lo sublime y es una oda a la obra cinematográfica de Ridley Scott. Tanto auditivamente como el diseño de niveles y objetos es excelente.
Aunque el juego es una experiencia para un jugador, con una campaña dividida en capítulos que os durará más de 15 horas, algo inusual hoy día, el producto ofrece un modo supervivencia, un modo en el que se nos pondrán una serie de objetivos a completar y en el que tendremos un marcador para luchar de forma asíncrona contra nuestros amigos de Xbox Live o PSN.
Si os gusta el terror, psicológico y de tensión más que el basado en sustos, y tenéis paciencia, embarcaos en la Sevastopol, porque no hay una experiencia igual en lo que llevamos de octava generación, un juego de sigilo puro old-school con un guión muy interesante que se desgrana poco a poco y un enemigo implacable al que tendremos que hacer frente. Creative Assambly se sale de los juegos de estrategia para ofrecer el primer juego de Alien a la altura de las dos primeras cintas. Y, lo más importante, ofrece un juego desesperante, de esos que sólo recomendamos jugar en difícil.
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Lo bueno
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- Juego de sigilo puro
- Diseño artístico sublime, fiel a ‘El octavo pasajero’
- Apartaddo sonoro sin un solo ‘pero’, doblaje al castellano incluido
- Largo para lo que nos tiene acostumbrado el género
- Multitud de guiños a la obra cinematográfica
- El Alien, un solo Alien con una muy buena IA
- Por fin un juego de Alien a la altura de las cintas
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Lo malo
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- Precisamente sus mecánicas old-shool, para muchos jugadores
- Arranque lento
- Gráficamente podría dar más de si en la nueva generación
- Frame-rate muy inestable
- IA de los enemigos humanos y androides
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