Realizar un análisis de un Shooter On Rails no es nada fácil. Sería fácil en el caso de que fuese un pestiño. Pero el caso del análisis de Blue Estate es algo más complejo, porque a pesar de que este tipo de juegos están encasillados, de que el hecho de ser este género podría mandarlo al trastero de la biblioteca virtual de nuestra consola, éste es un juegazo que te va a dejar con la boca abierta.
¿QUIÉNES SON Y POR QUÉ DISPARAN TANTO?
Esta es la intro de Blue Estate, es para quedarse loco, sí, porque de primeras ya te están diciendo que la cosa no es seria, que Tony Luciano es lo peor de lo peor y que la que te espera es gorda.
Para saber de qué va el juego, más allá de estar disparando a miles de chinos y jamaicanos, primero hay que saber quién es quién y cuál es su papel en toda la trama que nos propone el juego. Y para ello tenemos que irnos a la genial novela gráfica de Viktor Kalvachev con el mismo nombre que el videojuego.
Pero en vez de contarlos, algo que si yo fuese el autor me tocaría un poco la moral, vamos a ver quiénes son sus personajes:
Tony Luciano
Corto de miras, drogadicto, violento y mal elector de decisiones, ¿por qué? Por ser el hijo único de Don Luciano, jefe de la Cosa Nostra de la Costa Oeste de Estados Unidos.
Cherry Popz
“Bailarina” preferida de los clientes del Smoking Barrel, local propiedad de Tony, al igual que ella. A pesar de parecer una triste historia la suya, lo lleva genial, sabe que vale y sabe cómo tener a Tony prendado… normal, es para verla…
Rachel Maddox
Ex actriz de tercera, la cual trabajó en una película de acción llamada Haunt to Kill 5, y la 6, y la 7… demasiadas entregas para una película de acción. Alcohólica empedernida y casada con Bruce Maddox, el protagonista de la película con un asombroso parecido a Steven Segal y ahora traficante. Es el personaje con el que se inicia la historia.
Clarence
Padrino de Rachel de Alcohólicos Anónimos, cuyo verdadero trabajo es ser un matón a sueldo de Don Luciano. Ex marine retirado en la quiebra al que no le queda otra alternativa que meterse en el mundo que quería evitar a toda costa, el del crimen.
Así que sin meternos en la historia, la cuál te va a arrancar más de una carcajada, por ella en sí y por los detalles que tiene (que son muchos), hazte a la idea de si faltan motivos para eliminar a miles de enemigos. Teniendo en cuenta que vamos a manejar a Tony y a Clarence, imaginad los follones que se van a liar en cada uno de los seis episodios que componen la campaña del videojuego.
CÓMO DECIR EN UN ANÁLISIS QUE UN SHOOTER ON RAILS MOLA
Difícil.
Es más que conocido que no es el género preferido de la comunidad jugona. Hay que dejar claro qué es un Shooter on Rails y más adelante definir Blue Estate.
Y es que entendemos como Shooter on Rails el juego en el que no manejas el movimiento del personaje más allá de cubrirte, disparar, recargar y en todo caso recoger algún ítem que haya por el escenario.
Un ejemplo famoso de este género es “The House of Dead”, tanto por su máquina arcade en las salas recreativas como la cantidad de juegos que han salido para muchas consolas. Otro ejemplo “menos famoso” es Rambo… pero mejor continuar…
Blue Estate mola. Que sí, que no te puedes mover, ok, que sólo hay un final, ok, que es corto, ok, ¿y? Cuando os metáis en el papel de Tony Luciano o de Clarence simplemente vais a flipar. Es una sátira perfecta de lo que pensamos que es la mafia, con un humor que, a pesar de que posiblemente no le guste a todo el mundo, encaja a la perfección en el frenesí que se desata en cada uno de sus niveles.
Coger diferentes armas, proponerte retos, ya sean de disparar a la cabeza, disparar a la entrepierna, subirle la dificultad o pasarte los bosses (que son la hostia) sin que te toquen con sus ataques especiales. Retos muchos de ellos que vienen determinados por sus logros, algunos de los cuales tienen tela.
MUCHOS ALICIENTES
Si os parece poco el tener una historia de un mafioso adicto a la violencia (y a otras cosas), la de un ex marine retirado que odia lo que hace, le tener que eliminar a MILES (sí, miles) de enemigos a lo largo de sus seis niveles de campaña, elegir entre diversas armas o derrochar adrenalina como si no hubiera un mañana, Blue Estate dispone de muchas cosas más:
– Modo Slow Motion: en algunos escenarios nos aparecerá una chapita que si la disparamos se nos ralentizará el tiempo, pero el de los enemigos, claro, si no no tendría mucho sentido. Así, durante un corto espacio de tiempo, podremos recargar, disparar a la cabeza y demás cómodamente. Hay que decir que para eliminar a algunos enemigos (no spoilers please), este requisito es más que necesario.
– Modo Arcade: Básicamente son variaciones de los niveles que ya tenemos, pero bastante más cortos. Es como si estuviésemos en unos recreativos y echásemos cinco pavos a la máquina (welcome to 1992, I’ll be your guide). Matamos hasta que nos pasamos el nivel o hasta que nos dan estopa. Conforme subamos el nivel de dificultad más nos reiremos o antes destrozaremos el mando, la tele de una hostia o arrancaremos Kinect de la consola a bocados.
– Coleccionables: En cada nivel tenemos una serie de coleccionables que sólo podremos adquirir, como es normal, disparándoles: Gatos de la suerte de los chinos, máscaras y demás. Sí, es un Shooter on Rails, veréis qué gracia encontrarlos.
– Puntuaciones de nivel: Ya que no tenemos mucho que hacer en el juego más allá de lo que nos ofrece, tendremos diferentes tipos de puntuaciones que al final de cada nivel, ya sea en la campaña como en el modo arcade, en la que nos contarán los coleccionables, el número de enemigos que nos hemos cargado, la cantidad de disparos en la cabeza/entrepierna que hemos acertado, etc. Un aliciente que en principio podría darnos igual de no ser porque muchos de los logros de este juego van asociados a este tipo de puntuaciones.
– Otros “alicientes”: Por no hacer mucho spoiler sobre la trama, recordad lo siguiente cuando empecéis a jugar: Chihuahuas, ascensores, enlace (Clarence, por el “pinganillo”) y pelo. El descojone lo tendréis asegurado. No puedo decir más al respecto, prefiero que lo descubráis vosotros mismos.
¡PIUM, PIUM!
Kinect, ese cacharro al que amas y odias a partes iguales… Pues sí, Kinect es una opción para este juego. ¿Cómo funciona? Sencillo: ¿recordáis cuál fue vuestra primera pistola? Haced memoria… sí, esa, ¡fue vuestra propia mano! El cañón era el dedo índice y la mira el dedo pulgar, mientras que la acción de disparar era mover la muñeca hacia arriba. Si a eso le sumabas la onomatopeya correspondiente, ¡enhorabuena, tuviste una infancia!*
Los movimientos con Kinect son intuitivos a más no poder. Extiendes el dedo, apuntas y disparas. Para recargar o cubrirte sólo tienes que bajar el arma. Luego otros movimientos como coger munición lo haces de la manera que te indica en la pantalla, si la flecha es de derecha a izquierda o de abajo a arriba, haces un barrido con la otra mano. Lo que mola de todo esto, es que puedes seguir disparando. Porque otra cosa no, pero ¿hincharte a disparar? Lo que quieras y más.
También hay que recalcar que jugarlo de seguido con Kinect cansa. ¿Hemos descubierto América? No, pero me gusta recordarlo. De hecho comencé a jugar con Kinect, y a pesar de que es un accesorio que poco a poco me ha ido gustando, al probar cómo estaban adaptados los controles del pad de la Xbox One, surgió el amor.
Para no extenderme mucho en este tema, y si no eres poseedor de Kinect, los controles son de lo más sencillo: Disparar con RT, recargar (y cubrirte) con LT, apuntar con el stick derecho, acciones con el stick izquierdo. ¿Sencillo no? Hay más combinaciones, podemos usar los botones de colores, pero esta es la que me mejor me ha funcionado, y con la que más rápido he podido jugar y os aseguro que es la hostia.
Cabe decir, ya que lo he comentado un par de veces, que el mismo control sirve para recargar o para cubrirte (esta última opción cuando surja, no puedes cubrirte siempre), ¿qué pasa si sólo quieres hacer una de las dos cosas? Es ridículo, cúbrete y recarga el arma, ¿no? Pues eso. La adaptación es cojonuda, os lo aseguro.
*No valido para aquellos nacidos en Estados Unidos, por lo de la Segunda Enmienda.
Y NO TODO EL MONTE ES ORÉGANO
Porque llegamos al punto flaco de este juego: su durabilidad. La campaña dura lo que tiene que durar, no estamos ante un juego en el que te puedes deleitar en los escenarios, claro, es un Shooter on Rails, ya lo hemos dicho unas cuantas veces. El caso es que si caes en el error de pensar: “hasta que no acabe con estos enemigos no voy a avanzar”, ten claro dónde está tu sitio: en un agujero. No es un juego en el que poder explorar, no es un juego en el que poder mantener conversaciones o ver lo que pasa si elegimos una u otra opción, es lo que hay.
Y lo que hay es que es un juego verdaderamente corto. La campaña, pasada por primera vez, no me duró más de tres horas y media. De hecho me lo pasé del tirón. Pero a la vez estoy dando un dato interesante… ¿qué juego es capaz de tenerme pegado a la consolas tres horas y media? Muy pocos, de hecho aparte de Fallout, Halo o Dark Souls, creo que ninguno.
Como además es rejugable porque, no nos engañemos, los coleccionables, los abatidos a la cabeza o a la entrepierna no los vas a conseguir a la primera ni de coña, la diversión se va a alargar bastante.
Además, se puede decir que la primera partida es algo así como “acostumbrarte a los controles”. Y te das cuenta de esto cuando vas por los últimos niveles, en los que, y si te fijas un poco tu propia manera de jugar (mirando tus manos, por ejemplo) ves que lo haces a una velocidad y con una precisión asombrosa.
Así que, a pesar de que su duración sea un hándicap, algo que no se puede negar, tened algo muy en cuenta, su relación calidad/precio es asombrosa, os lo aseguro.
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Lo bueno
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- Un juego maduro y alocado
- Descojone asegurado, gracias a Viktor Kalvachev y a su equipo
- El juego se puede adaptar a las exigencias de cada uno, no por ser más malo en estos juegos lo vas a pasar mal, te lo pones más fácil y punto.
- El placer de matar a miles de enemigos es una droga dura
- El apartado artístico es excepcional
- Algo diferente a lo que hemos jugado en toda la generación
- Relación calidad/descojone/precio Over 9000
- El modo Arcade, el reto de los logros y los diferentes niveles de dificultad aumenta sus horas de juego
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Lo malo
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- La campaña es muy corta
- Podría incluir algún modo más de juego, aunque fueran minijuegos
- Si no te gustan los Shooters on Rails no lo vas a probar, y no probarlo es malo, sobre todo para ti
- Que no lo juegues… esta es la sección de lo malo, ¿no?
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