Los fantásticos años 20. La Ley Seca en las calles de Estados Unidos, la mafia ‘espagueti’ gobernando las calles y pasando alcohol de manera ilegal, armas que las regalaban con los deliciosos cannoli italianos y zombies. Espera, ¿zombies? Si, zombies. Llega a Xbox One un juego diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en la consola de Microsoft, un juego del género Run ‘n Gun al estilo Metal Slug con un diseño artístico impecable y mafiosos masacrando oleadas de zombies. ¿Para qué queremos más? Acompáñanos en el análisis de Guns, Gore & Cannoli para ver si el juego es tan dulce como su nombre deja entrever.
Pistolas, gore y Cannoli
Para quien no lo sepa, Cannoli es un dulce italiano procedente de Sicilia que, por si no lo habéis probado, es una exquisitez, además de dulce, muy, muy dulce, tan dulce como el apellido del protagonista de nuestra historia. En Guns, Gore & Cannoli seremos Vinnie Cannoli, un mafioso de la camorra italiana que debe desplazarse a la ciudad norteamericana de Thugtown, para arreglar unos asuntos de ‘familia’, llamemoslos así.
El juego comienza con una escena introductoria en la bodega de un transatlántico. Nuestro protagonista, Vinnie, nos cuenta los motivos por los que tenemos que viajar al nuevo continente, unos motivos que, sinceramente, nos dan exactamente igual y es que la historia de Guns, Gore & Cannoli es mero contexto a la hora de poner en pantalla todo lo que pone pero, como dijo Jack el Destripador, el del DLC de Assassin’s Creed Syndicate, »vamos por partes». Una vez el barco llega a puerto, el capitán de la embarcación se da cuenta de que algo no va bien. Hay coches ardiendo, personas corriendo alocadas y otras que atacan a la tripulación. Vinnie se huele algo raro, desenfunda su 9mm y se prepara para la acción.
El juego, enseguida, nos pone a los mandos del mafioso con gabardina y sombrero para repartir tiros a diestro y siniestro contra un montón de zombies, infectados, muertos vivientes o como queráis llamarlos. Se trata de un título con una premisa clara y concisa: acción a raudales en dos dimensiones. Es imposible no acordarse al jugar de Metal Slug, antes citado, y demás juegos del género de los años noventa. Las explosiones, la sangre, los enemigos que se acercan a nosotros de forma implacable y en todas las direcciones, el fuego, los elementos destructibles. Todo, todo recuerda a los clásicos del género sin embargo, el estudio belga de Crazy Monkey ha ‘fallado’ a la hora de replicar la esencia misma del género. Y es que, Guns, Gore & Cannoli tiene un par de carencias bastante evidentes en cuanto ponemos las manos encima del producto. La primera y más obvia es que sólo podemos disparar en dos direcciones, a la derecha o a la izquierda y la única variación de la fórmula consistirá en lo alto o bajo que podamos proyectar las balas, dependiendo de si saltamos o si nos agachamos. Es decir, para un juego de este estilo me es inconcebible el no contar con un sistema por el cual, con el stick derecho, pueda apuntar en varias direcciones.
La segunda ‘traba’, que puede que no parezca tal cosa hoy día pero si para los fans del género, radica en la dificultad del juego. El título del estudio belga tiene varios niveles de dificultad pero no es un reto en ningún momento debido a que los enemigos sólo tendrán algo más de vida y, por tanto, conseguirán rodearnos antes, además de la consabida falta de recursos como balas y sí, cannolis (lo que nos reportará salud). Hay que comentar otra cosa que, jugando en cooperativo con un fan del género, me ha comentado y tiene toda la razón. Y es que le falta un punto de frenetismo y, sobre todo, el no tener que recargar las armas, algo que, en mi opinión, puede que no sea típico del género pero le añade un punto más de tensión al título en momentos en los que dos berserkers (jugadores de fútbol americano o novias cabreadas) vienen directos a nosotros en ambas direcciones. Además, soy de los que piensa que un título hay que juzgarlo por lo que tiene y no por lo que nos gustaría que tuviera.
Por lo demás, el gameplay de Guns, Gore & Cannoli es, aunque simple por la repetición de enemigos y corto por las tres-cuatro horas que dura, una auténtica delicia. Los controles responden bien y tiene algo que hace el título súper adictivo. No es que haya mucha variedad en los enemigos, que no sólo serán zombies, ni se puede decir que su IA sea demasiado espabilada pero, la verdad, lo pasaremos en grande haciéndolos saltar por los aires con nuestro arsenal, un arsenal que irá desde la pistola 9mm (con munición ilimitada) hasta otras armas más potentes, como la clásica Tommy con cargador circular o un revolver o granadas y cócteles molotov. Será muy importante, por la decisión de tener que recargar, el administrarnos bien las armas a la hora de combatir contra cada tipo de enemigo.
Poco más que decir en cuanto al gameplay de Guns, Gore & Cannoli a excepción de algo que os encantará, seguro. Y es que, Crazy Monkey Studios ha tenido la genial idea, en estos días, de incluir un multijugador cooperativo para hasta 4 jugadores en una sola consola y, la verdad, es lo mejor del juego y por lo que su compra es más que recomendable, incluso nos hará olvidar el fallo de no poder disparar en varias direcciones. Y es que es una delicia, y una auténtica locura, el estar cuatro monigotes con su gabardina y sombrero saltando y pegando tiros contra un montón de criaturas extrañas. Es algo que aplaudir, y fuerte, además.
Hell Bent For Whiskey
Ya os he comentado que Guns, Gore & Cannoli es un juego belga pero es que, además, está inspirado en un corto de animación belga de hace más de una década que recibió varios premios por su calidad, además del encanto de reunir en 15 minutos todos los clichés habidos y por haber sobre la mafia italiana.
Gracias a las nuevas consolas, que nos permiten ver portentos como RYSE o Star Wars: Battlefront, se pueden conseguir imágenes sacadas directamente de los dibujos animados. Guns, Gore & Cannoli es un título imponente a nivel artístico y visual, como podéis apreciar en las imágenes que acompañan este artículo. No voy a detenerme en palabrerías técnicas porque no importan en absoluto en este juego. El título se ve de maravilla, va fluído y es precioso. ¿Para qué más?
En cuanto al apartado sonoro, las voces resultan algo planas, además de ser, otra vez, un topicazo del cine de mafiosos, y la banda sonora jazzera, la verdad, no resulta demasiado inspirada, pero acompaña bien. En cuanto al idioma, aunque no hace falta enterarse de nada para disfrutarlo, Guns, Gore & Cannoli llega en inglés con textos en castellano.
Adictivo, violento y dulce
Guns, Gore & Cannoli es un juego que no respeta los cánones del género Run ‘n Gun pero, ¿qué más da? Los belgas de Crazy Monkey han conseguido crear un juego adictivo, precioso, divertido y con un multijugador que nos alegrará una tarde.
Y esa es, para mi, la mayor pega al título belga, la escasa duración de unas tres horas y la poca rejugabilidad. Eso si, hay que tener en cuenta que el título cuesta unos 10€ por lo que la inversión está más que rentabilizada por las cualidades antes descritas y, en definitiva, en más barato que una tarde de cervezas con amigos.
Su humor, sus clichés y el apartado visual consiguen conformar un juego de lo más recomendable. Además, y esto no lo comenté antes, la versión de Xbox One tiene novedades como 13 nuevos skins y, lo más importante, un modo versus que alargará un poco la vida del título. Se trata de un modo al estilo de Super Smash Bros en el que podemos jugar contra varios personajes vía IA o en multijugador local. Podremos, además, establecer una serie de reglas como las armas, el nivel o el límite de muertes.
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Lo bueno
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- Precio más que asequible
- Modo cooperativo para cuatro jugadores y nuevo modo versus
- Nada mejor que un montón de cliclés al servicio del espectáculo
- Divertido y tremendamente adictivo
- Apartado visual y artístico imponente
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Lo malo
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- Tres horas de duración y poco rejugable
- Límites jugables como la imposibilidad de apuntar en direcciones oblicuas y verticales
- IA simplona y poca variedad de enemigos
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