Allá por 1984 una artista llamada Roberta Williams diseñó una aventura basada en la historia de un aventurero, Sir Graham, que se acabaría convirtiendo en el rey de Daventry. En cierto modo, los juegos de la saga King Quest fueron realmente importantes en una época dorada para las aventuras gráficas, siendo uno de los pocos títulos que no se vería eclipsado por completo por la extensa y contrastada calidad de las aventuras de LucasArts. Siendo así el estandarte de una compañía como Sierra On-Line, la importancia de esta saga se acabó por consagrar gracias a hasta ocho títulos que nos hacían partícipes de una extensa cantidad de aventuras en un mundo inmersivo y sofisticado que recurría a ciertos aspectos sobrenaturales, como trols, dragones y todo tipo de criaturas siniestras.
Claro que ha pasado mucho tiempo, incluso, la licencia se vio abocada al olvido por la presunta desaparición de Sierra Entertainment, al menos, durante largo tiempo no tuvo aportación relevante hasta que en 2008 Activision la absorbió. Pero todo este tema que acabó por disgregar a los diferentes estudios que la conformaban, como Massive Entertainment, no son más que un capítulo en la historia de una compañía que regresa, por la puerta grande y con su licencia más conocida e importante. King Quest está de vuelta, las aventuras de Sir Graham forman parte de un nuevo título que será distribuido por capítulos, adecuándose a las nuevas tendencias, para lo que hace uso de un buen número de recursos que han cambiado desde la estética hasta el concepto para abordar las aventuras en la fantástica Daventry.
El primer capítulo, titulado «Un caballero para recordar», no es más que el principio de una propuesta que, para los jugadores más veteranos, servirá también como un homenaje a lo que supuso la figura de Sir Graham, lo que supuso King Quest en su debido momento. En cierto modo, el criterio empleado para este nuevo título parece acertado, si bien, siempre tiene su inconveniente tener que esperar al lanzamiento de los diferentes capítulos, que, a modo de pequeñas inversiones, se traducen en experiencias majestuosas y tratadas con una dinámica que permiten disfrutar en pequeñas dosis de grandes historias.
Erase una vez…
…en una tierra conocida como Daventry, un joven aventurero buscaba la gloria en el Torneo de Campeones que intentaba buscar al héroe más capaz para convertirse en Caballero Real. El sueño de un pequeño, escuálido y pardillo aventurero iba a ser lo que lo movía a tomar parte en este evento, si bien, la presencia de grandes guerreros procedentes de todos los lugares ponía en cuestión sus opciones a convertirse en caballero. Claro que, dadas las circunstancias, nos damos cuenta de que este primer capítulo de King Quest es un retorno al origen, incluso, previo a las aventuras narradas en la saga original.
Este retorno a los orígenes es lo que ha motivado que King Quest, Chapter 1: A Knight to Remember sea la introducción narrada por el propio Rey Graham. La presencia de esta personalidad, el protagonista, envejecido por el paso de los años, tal como ha sucedido con su saga, haga más entrañable la recreación de todo este conjunto. Tomando al Rey Graham como narrador, y a su inquieta y apasionada nieta como oyente directo, que no la única, pues nosotros también disfrutaremos lo nuestro. De este modo, conoceremos la historia de primera mano, con una narración detallada, cuidada y que se entrelaza con la aventura de un modo realmente fascinante. La magia surge, en parte, por lo entrañable del título, porque hablamos de un juego que remontaría su origen a 1983, cuando ya, el Caballero Graham era requerido para magníficas aventuras.
Un cuento clásico, solo que sin hadas, solo héroes
Claro que, ahora mismo tenemos que hacer frente al origen de este hecho, Sir Graham llega al castillo donde el Rey Eduardo ha convocado a los guerreros y aventureros para un torneo en el que el ganador se convertirá en el Caballero Real. En nuestra mano está revivir aquellas hazañas, superar todas las pruebas y los puzzles que nos permitirán tomar ciertas decisiones que decidan que tipo de rey se va a ser, aunque estas decisiones no parecen tener, al menos por ahora, consecuencia directa alguna. La intención es lo que cuenta y realmente, si hay algo que destacar del nuevo King Quest es la renovación de su estilo con una evidente mirada al pasado para crear una atmósfera entrañable y conmovedora, a la vez que divertida y apasionante.
La fuerza del corazón
Resulta evidente que este título aboga por una aventura romántica clásica, donde con la fuerza de voluntad cualquiera puede hacer lo que se proponga. Pero en el fondo, este concepto es algo estereotipado para la mayoría de aspectos que Sierra Entertainment ha deparado en el primer capítulo de Kings Quest. En el fondo, se puede observar que uno de los primeros aspectos que se ha buscado renovar es el estilo gráfico, con un aspecto que, aprovechando las referencias al pasado, recordaría más a los juegos de la licencia Dragon´s Lair, que también fueron un icono de las aventuras allá por los 90. Un diseño renovado, con un acabado que aprovechando el estilo de dibujo animado, puede incluso traer a la mente películas de princesas y príncipes encantadores de Disney a la mente.
En cierto modo, la minuciosidad de los diseños resulta más que acertado, sobre todo, viendo la realización y el resultado final. Obviamente, gracias a esta decisión, el rendimiento no se va a ver afectado y como consecuencia, el diseño ha sido refinado hasta el extremo, obteniendo un resultado que, pese a romper en algo con los originales, resulta extraordinario. En cierto modo, todo ha sido confeccionado con un mimo importante, porque es un producto que cuenta con el recuerdo, transmite cierta nostalgia al ver al propio Sir Graham en escena, representado como un joven aventurero que no tiene un apuesto aspecto, aunque tampoco tiene un pelo de tonto. La caracterización recordará al clásico, pero su personalidad ha sido totalmente renovada y transformada a la de un joven inocente, que se mueve por la voluntad, por la bondad, y sin ánimo de hacer ningún mal. Es precisamente esto lo que parece ser una desventaja para Graham, no obstante, es lo que le confiere el carisma suficiente para sentirse atraído, incluso, a sentir cierto odio por los estereotipados héroes que competirán por el puesto de caballero.
Un héroe a la antigua usanza, el corazón mueve más que el músculo
De ahí, seguir haciendo hincapié en el importante trabajo de diseño, el cual, no solo es acertado y está bien realizado, confiere una personalidad notable a todo el título. King Quest ha sido rediseñado con mucho cuidado, tomando las bases para que nadie se olvide de su origen y confiriéndole una mayor personalidad. Dejando a Graham a un lado, el resto de personajes denota un fuerte carisma, hasta el punto de ser, en ocasiones, entrañables. Claro que, todo esto no sería más que algo estático si no mencionamos las animaciones, las cuales, son lo que confiere ese caracter Disney al juego. En cierto modo, nadie va a dejar de esbozar una sonrisa con como se ha animado a Graham, cuando corre despavorido delante del peligro. No obstante, el resto de personajes también presenta, como connotación cómica, una importante variedad de animaciones que, salvo por algunos aspectos en la animación facial general, resulta magnífico. Pero cuando observamos a Graham, todo es maravilloso, se gana el respeto por su carisma, por su personalidad inocente y por sus buenas intenciones. Lo mueve su corazón y eso dista mucho de ser el típico tópico de héroe de hoy en día, donde el músculo parecía haber ganado terreno.
Un guiño al pasado, un salto al futuro
En el fondo, todo tiene una magia especial, la combinación de diferentes planos en los escenarios divisan cierta perspectiva tridimensional en un juego que recupera, en cierto modo, las dos dimensiones. Del mismo modo, cuando se dio a conocer la intención de lanzar este título, en cierto modo, se pensó que el juego ofrecería una experiencia clásica, del denominado Point&Click, pero la realidad es que se ha adaptado a las nuevas tendencias. Dejando el puntero a un lado, King Quest hace uso del sistema de control tradicional, adaptado al concepto clásico de pantalla estética, aunque sin que todas las transiciones sean estáticas. De este modo, un escenario puede contar con algo más de amplitud de lo que se ve en pantalla, haciendo transiciones animadas que en ocasiones permitirá rotaciones que confieren un aspecto tridimensional al escenario. En cierto modo, este aspecto confiere cierto caracter cinematográfico al conjunto, si bien, no es siempre así, habiendo alguna que otra pequeña carga.
En cierto modo, la exploración del entorno es vital, y más, porque en esta ocasión los objetos que necesitamos no se resaltan como una bombilla, en ocasiones, habrá que explorar mucho para saber con que hay que interactuar, aunque parte del problema puede venir por el problema del idioma. Ahora bien, con la simple disposición de movimiento, acción e inventario, esta fase del juego será tan sencilla como complicada, si bien, los «puzzles» a resolver, en ocasiones serán muy obvios, en otras, serán un rompecabezas más interesante, si bien, por lo surrealista o cómico de la situación, puede no ser tan obvio. Pero la dificultad, en estos aspectos, no resulta excesiva, el juego parece estar promovido para disfrutar cual película de aventuras, así que, incluso, se cuenta con ciertas fases con QTE para que resulte algo más dinámico. Todo un acierto, pues estas escenas añaden profundidad al carisma y la personalidad de todo el conjunto. De este modo, solo con ver la primera secuencia de acción, se llega a sentir verdadero amor por King Quest.
Nadie puede negar que Sir Graham tiene un fuerte carisma, ojalá hubiesen más como el
En el fondo, no existen cinemáticas, propiamente dichas, si bien, el propio motor del juego nutre una fantástica puesta en escena que se combinará con la voz en off del viejo Rey Graham, siguiendo los acontecimientos con su narración, en un correctísimo inglés británico. Una tara, cierto, sobre todo, porque no se han traducido los subtítulos, algo que podía haberse solucionado, pues el doblaje en inglés es fascinante y no debería cambiarse bajo ninguna circunstancia. De hecho, es lo que confiere más fuerza a la ambientación de este título, recordar, King Quest, Chapter 1: A Knight to Remember, es la introducción a una serie de capítulos que, apuntan, a rememorar como Sir Graham pasó a ser el Rey Graham, desde la narración del propio Rey Graham dirigéndose a su nieta.
Amor al primer capítulo
King Quest, Chapter 1: A Knight to Remember es un título sobrecogedor, porque rememora un clásico, resulta entrañable y han logrado transmitir algo muy importante para los usuarios que conocen aquella aventura que tuvo su origen en 1984. No obstante, nadie va a poder resistirse a la fuerza de este título, un título que apuesta por una estética basada en los dibujos animados que evoca los mejores años de Disney con aquellas fábulas de principes y princesas. El producto denota pasión, un cariño que muchos usuarios habían olvidado que sentían, porque son muchos años desde que las aventuras de Sir Graham finalizaron. Recuperar aquellas aventuras ha deparado un producto que, no obstante, puede resultar demasiado sencillo para los amantes de los puzzles complejos, pero que lo compensa con creces por su planteamiento, como una narración, además de por como se ha ejecutado técnicamente, así como por el carisma de sus protagonistas y la ambientación lograda en general.
Además, resulta un título que, para bien o para mal, verá la luz de forma episódica, siendo de este modo menos dolorosa su adquisición si no se tiene el dinero para adquirirlo completo. En cierto modo, estos planteamientos pueden deparar cierto debate, si bien, no es del todo agradable tener que esperar el tiempo que sea, porque no se sabe, por continuar con esta aventura, como se dispone el guión y la acción suele permitir concentrar todo en un pequeño producto que, no obstante, tiene una duración bastante adecuada, incluso, apetecerá jugar nuevamente para ver si se descubren muchos de los objetos escondidos, pues, a diferencia de otros títulos, estos no están resaltados y hay una curiosa variedad para abordar cada decisión, ya que ciertas partes del mapa quedarán bloqueadas una vez superada esa secuencia.
Un recuerdo que resucita para convertirse en un producto fresco y apasionante
Claro que hay un aspecto realmente problemático, el idioma, no solo por estar en inglés, sino porque se usa, dadas las circunstancias, un inglés antiguo, con muchos términos que ni leidos se comprenden, menos, en unos subtítulos muy bien ambientados, pero que su legibilidad no es la óptima. Aun así, resulta soberbio y espectacular, sobre todo, porque el doblaje es magnífico y se complementa a la perfección con el diseño y la personalidad de los protagonistas. Ahora bien, todo esto es parte de una ambientación que podríamos tachar de magnífica, aunque diste, porque los años han pasado, con el original, se ha intentado mantener la impronta del título. Se ha conseguido un acabado genial, que no solo no hace echar en falta los potentes motores gráficos, sino que prácticamente se prefiere haber obtenido este resultado a cualquier otro. Está tan bien ambientado que sobran los millones de polígonos que no hubieran permitido que este producto gozase de tanto carisma y personalidad.
Un acierto, una sorpresa, un viaje al pasado, emotivo, carismático, romántico y divertido, un producto extraído de un cuento de hadas, sin hadas, solo hacía falta un héroe como Sir Graham y aquí lo tenemos. Hasta el próximo episodio, que todavía no toca comer perdices.
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Lo bueno
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- Sir Graham
- El diseño es más que acertado, es maravilloso
- La ambientación es soberbia, un homenaje al clásico
- El planteamiento de la narración es magnífico
- Atractivo en su propuesta, puzzles y acción inclusive
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Lo malo
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- Unica y exclusivamente, en ingles ‘shakesperiano’
- Que haya que esperar al siguiente capítulo
- Puede resultar demasiado fácil para los aventureros más exigentes
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