Hay juegos que son capaces de pasar inadvertidos pese a contar con valores de producción millonarios. Otros despiertan nuestros sentimientos más escondidos, los más viscerales, tanto para lo bueno como para lo malo, y hay otro grupo que consigue que nos embarquemos en una aventura única, algo que más que un videojuego es un paseo por los sentidos, una vía de escape del estresante trajín diario.
El análisis de Submerged hay que afrontarlo de una manera poco convencional ya que es un videojuego poco convencional algo que incluso muchos no consideran videojuego sino ‘otra cosa’, algo como Nero, algo como Journey. Acompañadme en el viaje que supone el análisis de Submerged, un viaje en un mundo post-apocalíptico muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver que nos trae el estudio Uppercut Games, un estudio nacido al amparo de Google Play y los juegos para móviles y que estrenan con Submerged su andadura en consolas.
Navegando por tus sentimientos
En un mundo post-apocalíptico, parece que nada ha escapado al elemento que ha desencadenado el fin de la raza humana. Las ciudades del mundo han sido desoladas y el mar ha ocupado las calles. Sólo los más altos edificios asoman ente la superficie marina, conformando un paisaje en el que los delfines, ballenas y otras criaturas marinas recorren las avenidas que antes estaban controladas por el sonido del claxon de los coches, el rugir de los motores y el alboroto de una ciudad cualquiera.
En medio de este paisaje idílico donde las preocupaciones, la contaminación, la violencia y todos los males de nuestra sociedad se han esfumado y han sido limpiados por la salada agua marina, encontramos a una joven llamada Miku que lleva en sus brazos a un joven llamado Taku, su hermano, quien tiene una hendidura mortal en su estómago, algo que debemos curar a toda costa o perderemos el único vestigio de compañía humana que parece quedarnos tras los extraños y tristes sucesos que ocasionaron el fin del mundo.
Tras encontrar un lugar donde depositar a nuestro hermano, salimos en nuestra pequeña lancha manufacturada en búsqueda de provisiones no para nosotros, sino para compartirlas con nuestro hermano. Agua, alimento, vendas, combustible y fuego para formar una hoguera donde calentarnos a la noche, todo eso lo encontraremos fuera, en el pacífico océano urbano.
Parece que antes de que terminara el mundo, el ejército de salvamento repartió raciones con las provisiones que ahora necesitamos y las fue depositando en las zonas más elevadas de la ciudad, en lo alto de los edificios como un hotel, una estación o un edificio de oficinas. La manera de llegar a ellos será mediante nuestra barca pero no tendremos mini-mapa. No nos hará falta para encontrar la primera ración, un juego de vendas con las que taponar la herida de Taku.
Tras esto, nos encontraremos un catalejo con el que tendremos que peinar la ciudad en búsqueda de las demás raciones, así como objetos como hélices para poder navegar más rápido y durante más tiempo con nuestra barca y una serie de extras que irán explicando la catástrofe, tanto personal como mundial que hemos sufrido, algo que se muestra mediante pictogramas que nos transportan miles de años atrás, dibujos esquemáticos y que tendremos que interpretar.
Y es que, pocas veces escucharemos voces o tendremos que leer en el videojuego, sólo al principio de cada día, cuando Miku expresa en voz alta lo que su hermano necesita. Eso si, aunque no nos hace falta entender a Miku, tendremos subtitulos en castellano por si acaso aunque, la verdad, el tono de la aventura habría invitado a hacer el juego en ‘su propio idioma’ para dotarlo de un aura aún más especial.
Una vez que encontramos el edificio que contiene una ración o un coleccionable, tendremos que acercarnos, dejar nuestra lancha anclada y empezar a trepar por la fachada del edificio. Es algo muy simple y es que el juego ofrece pocos caminos alternativos y los poco que ofrece siempre nos premia con algo, como un coleccionable o la ansiada ración. Cuando conseguimos los suministros no tendremos que desandar lo avanzado sino que, directamente, el juego nos transportará a donde está Taku y en una breve escena veremos como otorga las provisiones al pequeño y luego descansa junto a él, pasando la noche y esperando que llegue un nuevo día en el que salir a por más provisiones.
Poco a poco seremos testigos del secreto de la ciudad y de algo que comienza a afectarnos, lo que desencadenará un viaje emocional que describía al principio del análisis. Pese a esto, el nuevo no nos ‘meterá prisa’ para conseguir las raciones. Podremos explorar cada rincón de la ciudad si así lo deseamos, así como permanecer el tiempo que gustemos en nuestra lancha, viendo como la luz del sol afecta al mundo, así como la luz de la luna, mientras suena un compendio de melodías misteriosas y muy ambientales.
El juego consistirá en hacer siempre lo mismo: despertar, buscar provisiones, conseguirlas y volver con Taku. No hay reto más allá de cruzar el mar y encontrar los paquetes con el catalejo. Hay un sentimiento lógico de repetitividad ya que no haremos otra cosa que lo descrito anteriormente, no sentiremos demasiada progresión. Sin embargo, Submerged es un título mágico, un viaje en el que los gráficos, aunque rascan, y bastante, en frame-rate, son muy llamativos gracias a las bondades de Unreal Engine 4. Y, sobre todo, la música, una banda sonora ambiental y emotiva que nos acompañará de principio a fin de la aventura, conseguirá atraparnos durante las 3-4 horas que nos llevará completarlo todo.
El juego es muy bello gracias a una dirección artística muy bien llevada aunque, eso si, en cuanto a animaciones Submerged deja mucho que desear, mostrando unas animaciones bruscas y antinaturales, más propias de un juego de hace dos generaciones.
Submerged os atrapará, no os lo podéis tomar como si de un videojuego convencional se tratase porque, si no, os decepcionará. Es corto, no es rejugable, no hay progresión jugable y no presenta un reto. Sin embargo, su apartado artístico, su banda sonora, la progresión de la historia y la interpretación de la misma que debemos hacer, es algo mágico y que nos alegrará tras un día de trabajo.
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Lo bueno
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- Una delicia audiovisual
- Desarrollo que despertará nuestras emociones
- Fantástica ambientación
- El sentimiento de soledad y empatía está muy logrado
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Lo malo
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- Es corto, apenas unas 3-4 horas para completarlo
- No presenta un reto
- Demasiado repetitivo y no es rejugable
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