Mucho ha llovido desde que aterrizara en PC uno de los títulos que se financió en plataformas como Kickstarter cuando, aún, éstas no eran popularmente conocidas y no aparecían a diario en los medios. Nos referimos a Whispering Willows, un juego de aventura, terror y exploración de scroll lateral desarrollado por Night Light Interactive que llegó en su día no sólo a PC sino a OUYA.
Ahora, el pequeño estudio se ha animado a dar el salto a las consolas domésticas que juegan en primera división y es así como su interesante título nos llega a Xbox One. Acompañadnos en el análisis de Whispering Willows para ver qué esconde una mansión encantada.
Viaje astral
Whispering Willows nos pone en la piel de Elena Elkhorn, una adolescente que ha perdido a su padre y tiene pesadillas desde entonces. Una noche, en mitad de una de las pesadillas, Elena Despierta y siente el impulso de ir a buscar a su progenitor a la mansión Willows. Sin embargo, cuando estamos a punto de entrar en la tenebrosa mansión, caemos a una fosa y descubrimos la principal herramienta que tendremos a nuestra disposición en el juego, un colgante que brilla que con una luz verde mar y que nos permite comunicarnos con los espíritus y fantasmas que habitan los terrenos de la mansión.
Es en ese momento cuando vemos por primera vez a Flying Hawk, nuestro antepasado perteneciente a alguna tribu indígena que nos cuenta que en esa mansión hay un gran mal y nos pide ayuda para poder regresar con su cuerpo y, así, poder descansar en paz en la otra vida. En ese momento empezaremos a explorar la mansión, sus alrededores, pequeñas estancias dentro de los terrenos y, antes de nada, las catacumbas de la mansión.
El tramo de las catacumbas será donde aprendamos todo lo que nos hará falta conocer a nivel de mecánicas para superar Whispering Willows. Gracias al colgante antes mencionado, Elena tiene la capacidad de realizar un viaje astral es decir, separar su alma de su cuerpo para poder acceder a sitios a los que nos sería imposible llegar con nuestra forma terrenal, además de poseer algunos objetos para ayudarnos en nuestra tarea y, muy importante, poder ver a los espíritus que pululan por la mansión.
Aunque parece muy atractivo, y lo es en cierto modo, la jugabilidad que radica de esta propuesta es demasiado simple, extremadamente diría yo. Antes que nada se nos pone en aviso sobre los peligros del viaje astral y es que, si nuestra forma espiritual se aleja demasiado del cuerpo terrenal podríamos morir, algo que, en teoría, está muy bien pero que luego en la práctica no sucede. Podremos explorar libremente con nuestra Elena-espíritu sin que pase absolutamente nada por lo que la idea principal de »vamos a tener que solventar situaciones complicadas teniendo en cuenta que podemos caer si nos alejamos» la descartaremos casi desde el comienzo de la aventura.
Más de lo mismo sucede con la posesión de objetos, algo realmente interesante pero que, en la práctica, se limita a poseer un par de mesitas, un banco y alguna que otra palanca que se encuentra al otro extremo de la puerta atrancada y que, efectivamente, permitirá abrirla. Es una lástima, y sientes que se ha desperdiciado un gran valor, el no encontrar puzles basados en mecánicas de posesión. Hablando de puzles, Whispering Willows no es un juego de puzles. Que recuerde, tiene dos en toda la aventura cuya solución no se tiene que memorizar sino que nos la dan dos pasos, literalmente, atrás y podremos consultarla cuanto queramos.
Lo que si es el título de Night Light es un simulador de recadero y un juego de aventuras. La mansión tendrá cuatro estancias importantes: la propia mansión, las catacumbas, el observatorio y los jardines y, en todas ellas, habrá fantasmas atormentados que no pueden descansar en paz debido al mal que les persigue y a los remordimientos. Estos fantasmas, por lo general, no querrán hacernos ningún daño sino que sólo necesitarán que les hagamos algún favor para poder descansar. Es por ello que el juego lo pasaremos del punto A, el fantasma que nos pida algo, al B, punto donde está el objeto o lo que sea que necesite, y, de nuevo, al punto A para darle al espíritu lo que quería. Este es el modo en que la aventura avanza. Habrá otras secciones en las que necesitaremos acceder a una estancia determinada para coger una llave que abra una puerta concreta y así poder continuar.
Lo que no es, en absoluto, es un juego de terror como se había dejado entrever, tampoco nos pone en tensión (aunque puede ser que esto sea por estar curado de espanto) debido a que sólo sentiremos tensión en un único punto, al principio de la aventura, cuando nos perseguirá un espíritu maligno y tendremos que combinar forma astral y terrenal para subir por una escalera. Lo único, algo que nos produce una sensación de oportunidad perdida ya que Whispering Willows tiene todo para poder no asustar, ya que no es un juego de jump-scare sino, al menos, ponernos en tensión. A lo largo de la aventura encontraremos otros enemigos como una especie de ratas-arañas que tendremos que esquivar, es extremadamente fácil, y unos espíritus de arbustos que nos intentarán atrapar y a los que si veremos con nuestra forma terrenal, algo que no sucede con ningún otro espíritu del juego.
Además de esto, Whispering Willows es un juego terriblemente lento en las estancias interiores debido a que Elena es una niña bien educada y no corre en los interiores aunque, pensándolo bien, si lo hiciera se rompería un poco de la tensión y el espíritu del juego.
Sin embargo, Whispering Willows tiene algunos elementos fascinantes. El primer elemento es la propia Elena. Vale, nos dará la sensación de estar en un crossover entre Insidious, Supernatural y Entre Fantasmas pero nos da igual porque el propio carácter de la niña y su relación con el mundo que le rodea es fascinante. Los comentarios con los fantasmas, su bondad, sus gestos. Elena tiene un ‘no se qué que qué se yo’ que la hace adorable y que consigue que empaticemos con ella en todo momento.
Otro punto bueno es la forma en la que la trama avanza. Sólo encontraremos tres cinemáticas en todo el juego y corresponderán a una sucesión de imágenes estáticas que nos pondrán en situación. Y es que, Whispering Willows avanza a medida que vamos hablando con los fantasmas debido a las historias que nos cuentan, nos imaginamos sus muertes y los hechos terribles que ocurrieron en la vieja mansión Willows. Los conoceremos a todos y cada uno de ellos debido a que tendremos que ir hablando sucesivamente con todos para poder conseguir el fin último, encontrar a nuestro padre. Por si esto nos supiera a poco, habrá un montón de notas en forma de pergamino diseminadas por el mapa que irán desbloqueando entradas del diario, gracias al cual comprenderemos mejor la historia de los personajes.
Entre fantasmas
Sin embargo, lo mejor de Whispering Willows radica en su apartado artístico. Ya lo habéis podido ver en las imágenes y en el gameplay. Se trata de un juego pintado y animado a mano que tendrá un toque muy ‘de cómic’, sin grandes artificios visuales y donde prima la calidad del dibujo y lo detallado que está el escenario. Los cuadros, el estilo victoriano en la decoración de las estancias, el alto nivel de detalle de todas y cada una de las habitaciones, todo es perfecto y como debería ser en cualquier otro videojuego del estilo. Es algo que os dejará encandilados, creedme.
Mención a parte merece el apartado sonoro aunque, en esta ocasión, no por ser notable, precisamente. En Whispering Willows no encontraremos ninguna voz. Si algún susurro, cuchicheo o gruñido de vez en cuando por lo que el principal protagonista en el plano sonoro es, evidentemente, la música, ese elemento fundamental que puede ensalzar momentos brillantes de un videojuego o echarlos abajo si no se realiza de forma adecuada.
No es que la banda sonora eche por tierra a Whispering Willows pero, la verdad, es poco variada y, aunque se adecue a la acción, al ser tan repetitiva ocasionará que, si bajamos el volumen de la tele, nos dé exactamente igual ya que no sentiremos que perdemos algo importante a nivel contextual.
Por lo demás, el título llega traducido al castellano aunque, como podéis ver en la imagen a continuación, el nivel es ridículo. Y no es que al fantasma de la imagen le falten un par de piezas dentales, es que todos hablan así, incluso la propia Elena cuando emite sus pensamientos sobre algún objeto. Al principio pensé que era un tema de diseño pero no, parece que no es así.
Conclusión
Whispering Willows es un título interesante, muy interesante pero que nos deja con un sabor algo amargo debido a la sensación de ‘bala perdida’. Su propuesta no es original y jugablemente es muy limitado, la banda sonora no ayuda y la duración del juego, sobre las dos horas, no ayuda mucho. Sin embargo, el producto cuesta sólo 9,99€, lo que hace que ese tiempo sea rentable, como ver una película que, además, estamos jugando. Además, el gran apartado artístico y lo atractivo de la propuesta narrativa, el ir descubriendo los hechos a medida que hablamos con los espíritus y desbloqueamos entradas de diario, convierten a Whispering Willows en uno de esos títulos sobre los que hay que tener un ojo encima, ya sea en este momento o en una posible rebaja posterior.
Definitivamente no os va a decepcionar. No es un juego independiente que recordaréis, como propuestas similares como To The Moon, pero no terminaréis insatisfechos con el producto.
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Lo bueno
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- La ambientación, gracias a lo visual, está más que lograda
- Adorable el personaje de Elena
- La forma de contar la historia
- Precio muy atractivo
- Aunque con un nivel ínfimo, por lo menos está en castellano
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Lo malo
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- Propuesta jugable muy limitada
- Banda sonora mediocre
- Nula rejugabilidad y bastante corto
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