Bike Mayhem 2 es la segunda entrega de un juego de plataformas móviles con éxito, buenas ideas y muy buenas intenciones. Esta segunda entrega nos llega ahora a Xbox One con unas premisas similares a las de su antecesor, sin embargo, ¿será suficiente esto para que merezca la pena su compra en nuestra consola? Como siempre, te lo contamos a continuación en nuestro análisis de Bike Mayhem 2.
Comenzando el descenso
Una vez más nos encontramos ante el debate de si realmente merece la pena el lanzamiento de este tipo de juegos en consolas de sobremesa. Ya no es que se trate de juegos independientes, sino de juegos que han sido directamente ideados para dispositivos móviles y posteriormente han sido adaptados, ya sea en su misma versión, o en una mejorada como en este caso. Por ello mismo, en su aspecto técnico, no esperéis encontrar nada destacable. Contamos con un diseño de personaje y BMX bastante chulo, con un aspecto entre realista y dibujo, y que además podremos ir personalizando conforme avancemos. En cambio, no podemos decir lo mismo de las pistas, que a pesar de ser lo suficientemente numerosas, no resultan demasiado inspiradas, y salvo algún pico de dificultad, todas vienen a ser muy similares entre sí, tanto por los escenarios como por el recorrido. Del mismo modo, nos encontramos con un aspecto sonoro pobre. Me parece incomprensible que a pesar de contar con música en los menús, no la tengamos mientras jugamos, ya que podría haber aportado un punto más de interés al gameplay.
En Bike Mayhem 2 nos pondremos en la piel de un ciclista que hace descenso, y deberemos ir superando una serie de niveles, más o menos cortos, mientras procuramos mantener nuestro cuerpo sobre la bici y sacar el máximo de estrellas posible en cada recorrido. Algunos de estos consistirán en pruebas contrarreloj en las que deberemos hacer el mínimo tiempo que podamos, mientras que en otras deberemos de realizar acrobacias a la vez que descendemos para conseguir dichas estrellas y pasar al siguiente nivel. Fácil en la teoría, pero no tanto en la práctica, porque veremos como nuestros huesos dan con el suelo de forma habitual. Por desgracia, lo más divertido frecuentemente es ver cómo y de qué estrambótica forma caerá en la siguiente ocasión nuestro personaje. Cada vez que muramos volveremos a partir del último punto de control, y volveremos a descender mientras vemos a nuestro fantasma del último intento a nuestro lado, lo que nos ayudará a no cometer de nuevo el mismo error.
En suspensión
Las bases para sostener este concepto son dos, las físicas y el control. Aunque como veremos Bike Mayhem, sin hacerlo mal del todo, no da en el clavo en ninguna de las dos. El control es sencillo. El stick izquierdo la usamos para inclinar la bici en función de la necesidad que tengamos, el derecho para hacer las piruetas, el gatillo derecho para acelerar y el izquierdo para frenar. Además, también contaremos con sprint que realizamos con la “B” y el salto, con la “A”.
Sin embargo, una vez a los mandos de nuestra BMX nos damos cuenta de que ciertas cosas se han simplificado demasiado. Así, la primera carencia la encontramos a la hora de realizar los trucos. Como hemos dicho, los hacemos con el stick derecho, pero no tenemos realmente ningún control sobre los movimientos de nuestro personaje, sino que en función de la dirección que seleccionemos el personaje de limitará a realizar un truco preestablecido por sí mismo. De manera que nuestra función será únicamente la de saber seleccionar el truco apropiado según el momento del vuelo para que de tiempo de llevar a cabo el movimiento y procurar que la bici no se desestabilice más de la cuenta. Esto hace que en ningún momento lleguemos a encontrar plena satisfacción haciendo trucos. Al principio, porque no conocemos cuáles son los movimientos disponibles ni el mejor momento para realizarlos; luego, porque nos limitamos a dar la instrucción sin llegar a sentir que realmente tenemos control sobre la situación.
Para más inri, en el momento más inesperado nos encontraremos con que la suspensión de nuestra bici queda destrozada y nosotros tirados en el suelo. Lógicamente la inclusión de este sistema de suspensión busca dar un giro más de tuerca, tanto en dificultad como en realismo, pero en la práctica resulta algo tan difícil de controlar que no hace más que darnos un quebradero extra de cabeza, restando además dinamismo al descenso, ya que tenemos que andar con ojo de no romper. Y es que las físicas del juego no solo parecen algo aleatorias en ocasiones, sino también demasiado pesadas. Salvo cuando llevamos a cabo los trucos, la sensación es que la BMX tiene un peso desproporcionado.
Por último, tenemos dos modos de juego extra, uno multijugador y otro que nos permite crear y descargar pistas de otros jugadores. Con respecto al multjugador, resulta cuanto menos decepcionante el hecho de que no podamos competir en directo contra el resto de jugadores, sino que lo hacemos mediante su fantasma. El funcionamiento es el siguiente, competimos en una pista en solitario y mandamos subimos nuestro fantasma para que otros jugadores puedan competir contra él, mientras que a su vez nosotros podemos competir contra lo de los demás jugadores. Aunque el sistema no funcional mal, resta mucho a la experiencia el hecho de saber que nuestro competidor no se encuentra realmente ahí en el momento en el que estamos jugando. Con respecto a la creación de pistas, es un aliciente muy interesante, y si os gusta el juego, encontraréis aquí una buena cantidad de nuevas pistas en las que jugar. Aunque probablemente no estén tan bien ideadas como las originales.
Conclusión
No puedo evitar tener la sensación de que le falta algo más de velocidad y frenetismo cuando el objetivo es hacer el menor tiempo posible. Mientras que cuando se trata de hacer puntos mediante acrobacias, carece de un mayor control que lo haga más interesante. Si a esto le sumamos ciertas dificultades puntuales e innecesarias en algunas pistas, y las veces que nuestra bici queda destrozada a causa de la amortiguación nos encontramos ante una experiencia no muy satisfactoria, que deja que desear y que podría haber dado bastante más de sí.
Cuando comencé a jugar a este Bike Mayhem 2 esperaba encontrarme algo bastante semejante al genial Hill Climb Racing que durante buenos meses me tuvo entretenido en mi móvil. Sin embargo, ha resultado ser un juego bastante alejado de este, no solo en cuanto a diversión, sino también en su concepto, que a pesar de contar con buenas ideas, no parecen estar muy bien aprovechadas. Sé que prácticamente no he dicho nada bueno de Bike Mayhem 2, aunque cuenta con algunos aciertos, pero es porque la sensación en general no ha resultado satisfactoria.