Desde la llegada de Portal allá por el año 2007, los juegos de puzles han ido cada vez más en aumento y con un resultado mejor. No hay duda de que la obra de Valve sentó un precedente importante en lo que al género se refería, y es algo que se nota en la obra desarrollada por el estudio valenciano Mighty Polygon. En este análisis de Relicta podréis saber si la opera prima del estudio es lo suficientemente buena para codearse con el resto de exponentes del género.
Relicta, un nuevo mineral
El argumento de Relicta no conseguirá sorprender a aquellos usuarios que tengan en la ciencia ficción uno de sus géneros favoritos. La historia se desarrollará en una base lunar en la que el ser humano ha conseguido encontrar un nuevo mineral que promete convertirse en toda una revolución.
Encarnando a la doctora Angelica Patel, nuestra misión consistirá en investigar los diferentes usos de este nuevo mineral, que al integrarlo en unos guantes, conseguirá que los objetos se atraigan o repelan gracias a la polaridad electromagnética. Sin embargo, mientras que la doctora Patel está centrada en su investigación, un problema en la base lunar nos obligará a “abandonar” nuestro estudio y tratar de solventar los contratiempos que han surgido.
Aunque se trate de una propuesta sencilla y mil veces vista en el género, la historia de Relicta consigue mantener el interés del usuario, especialmente gracias a algunos coleccionables que encontraremos a lo largo de la base, y que nos desvelará detalles de la investigación y de los personajes de la trama.
No obstante, si hay que destacar que pocos son los momentos en los que notamos una simbiosis entre lo que hacemos y lo que nos cuentan. En la mayoría de ocasiones, la historia se desarrolla únicamente cuando hemos acabado de realizar un puzle, lo que deja la sensación de que los diálogos están ahí por el mero hecho de invitar al jugador a continuar, en lugar de compenetrarse con lo vivido en pantalla.
Los polos opuestos se atraen
La jugabilidad de Relicta ofrece una premisa interesante, en la que, mediante el uso de los guantes citados anteriormente, conseguiremos que los objetos tengan una u otra carga electromagnética. En función de la carga que demos a los objetos, positiva o negativa, estos se atraerán o repelarán entre sí, algo fundamental para superar los diferentes niveles.
Al contrario que lo visto en otros títulos del género, en el que el uso de las manos es más bien escaso, en Relicta deberemos coger de forma manual los diferentes objetos que queramos mover o colocar. Una vez hecho esto, deberemos hacer uso de las cargas para superar el desafío ante el que nos encontremos.
Hay que hacer hincapié en que la jugabilidad no se basa únicamente en el uso de la carga positiva o negativa de los objetos. Además de esto, también podremos aplicar dicha carga a algunos elementos del escenario; pero eso no es todo, ya que también contaremos con la posibilidad de modificar la gravedad de los objetos, una mecánica que, aunque deja comportamientos algo extraños en ocasiones, es bastante ingeniosa y deja momentos en los que habrá que estrujarse el coco.
En los primeros compases de la aventura, la curva de aprendizaje se siente bastante orgánica, introduciéndonos las mecánicas poco a poco para dar al jugador la posibilidad de habituarse a ellas sin que se sienta abrumado por las diferentes posibilidades. No obstante, esto cambia conforme vayamos avanzando en la aventura, especialmente tras la segunda mitad del juego, en la que la dificultad aumenta sustancialmente, obligando a los jugadores a analizar el entorno al completo si pretenden no estar varios minutos en un mismo puzle.
Algo que sí que hay que destacar es que hay ocasiones que las físicas del juego no funcionan como nos gustaría. El uso de la gravedad es muy necesario en la mayoría de puzles una vez avanzamos un par de horas en el juego, y su comportamiento provoca en varias ocasiones que tengamos que repetir todo lo que hayamos hecho anteriormente.
En este sentido, es importante resaltar que parece que desde Mighty Polygon se ha sido consciente de la dificultad de algunos de los puzles, ya sea por un fallo en las decisiones que los jugadores tomemos o que un posible mal funcionamiento de la jugabilidad, y ha añadido la posibilidad de reiniciar el puzle desde el principio.
Un gran ecosistema
Aunque la historia de Relicta transcurra en una base lunar, eso no significa que todo se desarrolle entre cuatro paredes como ocurre en otros títulos del género de la ciencia ficción. En el título de Mighty Polygon ocurre más bien lo contrario, pues la mayoría ocurre en unos escenarios “abiertos” en los que predominan la variedad de ambientaciones, como desiertos, bosques o glaciares.
En este sentido, el juego sabe jugar muy bien con las apariencias. La tónica general será encontrar escenarios pequeños y delimitados por paredes, pero cuando llegamos a otros más abiertos, y donde parece que la exploración puede primar, nos veremos limitados por unas “paredes” invisibles.
El trabajo realizado por el estudio valenciano a nivel gráfico es notable, logrando dejar unos escenarios muy vistosos y detallados. Sin embargo, hay que destacar que en su versión para Xbox One S, consola en la que ha sido analizado, hay ocasiones en las que se aprecia una cierta borrosidad en la imagen, no siendo tan nítida como nos gustaría.
Finalmente, en lo que respecta a su apartado sonoro, Relicta llega con voces en inglés y textos perfectamente traducidos al castellano. Su banda sonora, pese a no ser revolucionaria en ningún sentido, acompaña perfectamente al título.
Conclusiones
La opera prima de Mighty Polygon consigue posicionarse como un notable juego de puzles, ofreciendo una propuesta exigente y divertida a partes iguales. No obstante, es importante destacar que, en algunas ocasiones, el comportamiento de las físicas no es tan bueno como nos gustaría, y supone estar atascado en ciertos puzles varios minutos.
Como hemos dicho, el apartado gráfico de Relicta está muy conseguido, pese a esa borrosidad que el juego acusa en su versión para Xbox One S.