La modalidad reina de billar en Reino Unido ha ido expandiendo sus fronteras durante los últimos años y generando afición en multitud de países, especialmente europeos y asiáticos. Pese a ello, el snooker no ha tenido gran presencia en el mundo de los videojuegos más allá de la franquicia WSC Real: World Snooker Championship, cuya última entrega data del año 2011. Ahora el deporte está viviendo otro gran momento en su historia, y es que ocho años después del mencionado título, Ripstone y Lab42 han conseguido traer a la vida un nuevo videojuego de snooker completamente licenciado por parte de World Snooker, el organismo responsable de esta popular modalidad.
Hemos tenido grandes juegos de billar en esta generación, como es el caso de Pure Pool (también editado por Ripstone). A pesar de que este título también contaba con una expansión de snooker y que la premisa básica estaba bien plasmada, la inteligencia artificial estaba diseñada para el billar americano clásico, de modo que la CPU no resolvía con coherencia y lógica muchas jugadas. Ahora todo eso ha cambiado. Pero, incluso llegados a este punto, es posible que estés interesado en Snooker 19 y que no sepas cómo funciona esta modalidad de billar británico.

Todos los jugadores del circuito profesional están licenciados
Snooker en su más pura esencia
Lo resumiremos a grandes rasgos: el snooker es un juego en el que participan dos personas y en el que hay 15 bolas rojas con valor de un punto y seis bolas de colores con puntuación creciente (amarilla, verde, marrón, azul, rosa y negra). El objetivo es embocar sucesivamente una bola roja y una de otro color. Las de color vuelven a su sitio hasta que no queden rojas en la mesa. El jugador que mayor puntuación obtenga, gana. Como ves, además de vistoso y colorido, el snooker es un deporte simple, al menos sin entrar a profundizar en su reglamentación y normativa. Pero ¿qué podemos encontrar en este Snooker 19 que hoy nos ocupa?
La primera gran alegría que nos da el título de Lab42 es que está licenciado e incluye a los 128 jugadores que forman parte del circuito profesional de snooker. Entre ellos están, por supuesto, leyendas de la talla de Ronnie O’Sullivan, Mark Williams, John Higgins o Mark Selby. También encontramos más de veinte recintos licenciados y que nos llevan por todo el mundo (Inglaterra, China, Alemania, Letonia, India, etc.), así como todos los torneos oficiales de la temporada de snooker. A ello cabe añadir la rotulación característica de las retransmisiones oficiales del deporte, por lo que cada partido será todo un deleite para la vista de los más fans.
Pero no solo de licencias vive Snooker 19, sino que también tiene diversos modos de juego. Tras un breve y sencillo tutorial podremos acceder a todos ellos. El primero que llama nuestra atención es el modo Partido Rápido, en el que podemos jugar contra la CPU o contra un amigo de forma local a tres modalidades diferentes: snooker, seis rojas y shootout (las dos últimas modalidades de exhibición que emplean las mismas bolas que el snooker en sí). Podremos escoger al jugador y reciento que prefiramos y enfrentarnos en un partido que vaya de uno hasta 35 frames, como ocurre en la finalísima del Campeonato Mundial de Snooker que se celebra cada año.

Desde las gradas hasta la mesa, la ambientación está muy cuidada
El espectáculo desde dentro
A esta modalidad básica debemos añadir el online (en el que podemos jugar partidas sueltas o torneos al completo) y la estrella del juego: el Modo Carrera. Lamentablemente no podemos crear a nuestro propio jugador de snooker y comenzar desde lo más bajo del escalafón, pero podemos escoger entre los 128 jugadores licenciados para competir en todos y cada uno de los torneos de la temporada. Podemos empezar con O’Sullivan y tratar de ganar todo lo que esté a nuestra disposición como en él acostumbra, o bien seleccionar a uno de los jugadores con peor ránking y tratar de superarnos a nosotros mismos con buenas actuaciones en las competiciones.
Controlar lo que ocurre en la mesa es relativamente sencillo y en un par de partidas ya estaremos acostumbrados al sistema de juego. Podemos apuntar la bola blanca, colocar el taco en diferentes posiciones y grados para imprimir un efecto u otro a la blanca y marcar una potencia de golpeo. Con los sticks del mando y los gatillos podremos realizar todas estas acciones de forma cómoda y sencilla. Una vez hayamos preparado el tiro ya solo nos quedará tirar hacia atrás el stick derecho como si del propio taco se tratase y de detenerlo en el momento justo para darle a la bola la velocidad, la potencia y la precisión que necesitamos para embocar.
Por supuesto, aunque tengas dominados los controles tú mismo serás quien se marque la dificultad del juego. Y es que aunque en el Modo Carrera se nos permite elegir entre modo fácil, medio o difícil (que afecta al nivel de los rivales), la verdadera dificultad reside en las trabas que nos pongamos a nosotros mismos con las ayudas de tiro. En este sentido tenemos nivel amateur, profesional, maestro o, sencillamente, sin ningún tipo de ayuda. La influencia de este medidor radica en lo lejos que llegan las líneas que nos muestran hacia dónde se dirige la bola que golpearemos y también el recorrido que hará la bola blanca tras golpear en la bola objetivo. Nosotros recomendamos comenzar jugando con ayudas e ir disminuyéndolas (y finalmente eliminándolas) a medida que nos vayamos acostumbrando al juego.

Rótulos, comentarios, público. Todo es muy televisivo
Ambientación televisiva
En lo técnico, Snooker 19 es lo que cabría esperar de él. A nivel de ambientación y hacernos sentir dentro de una retransmisión de snooker es impecable. Sin embargo el nivel gráfico no está a un nivel demasiado alto. La mesa y todo lo que hay en ella luce como debe, pero las gradas e incluso el modelado de los jugadores está lejos de lo que se podría esperar de un videojuego de esta generación. No es molesto al jugar y, de hecho, lo importante en un juego de billar (o en este caso de snooker) está: estamos hablando de las físicas en el golpeo y el choque de las bolas, así como el comportamiento de la inteligencia artificial de la CPU. Todo lo que ocurre en la mesa tiene sentido y nunca sorprende en el mal sentido.
Por si fuera poco, en su afán por hacernos sentir dentro de una retransmisión de snooker, Lab42 ha incluido comentaristas en inglés y planos televisivos, especialmente cuando le toca golpear al oponente. Es cierto que los narradores gozan de pocas frases, pero el snooker es un deporte en el que los comentaristas no se prodigan en largas expresiones y sencillamente describen lo que está sucediendo. En ese sentido, el público reacciona, generalmente, con criterio a la hora de juzgar nuestros movimientos. Si fallamos una bola fácil lamentan con pasión, y si defendemos bien una jugada llevando la bola blanca a lo más alto de la mesa nos ganamos una ovación de aprobación.