Abres los ojos y te encuentras en el mar, naufragando, a lo lejos divisas lo que parecen ser varios barcos y una extraña criatura, te desmayas y te encuentras en una playa, sin nada, completamente perdida, sobrevive.
Windbound es, en esencia, un juego de supervivencia que se puede jugar de forma clásica (y suicida) que implica que si mueres a lo largo del transcurso de sus capítulos vuelves al primero de ellos y te toca volver a recorrer el camino, aunque también ofrece un modelo clásico donde la muerte solo supone regresar a la última partida guardada. En cualquier caso, la esencia de juego reside en la de gestionar recursos, materiales, no morir de hambre y derrotar a las bestias que se nos crucen. Aquí tenéis nuestro análisis de Windbound para Xbox One.
Una belleza traicionera
No os lo voy a negar, lo primero que me llamó la atención y me cautivó de Windbound fue su apartado artístico. Con ese estilo que parece que he Legend of Zelda: Breath of the Wild catapultó como moda, Windbound resulta cautivador y precioso. Obviamente en un juego de supervivencia no nos van a poner las cosas fáciles, así que las cosas por muy bonitas que sean también resultan mortales.
Nada más naufragar lo único que se nos indica son los controles básicos como moverse o pulsar un botón para recoger materiales. La primera tarea reside en recoger los materiales suficientes como para crear un bote y huir de la primera isla. Para ello tendremos que ir recogiendo hierba seca, crear cuerdas y encontrar un remo. Un remo que justamente forma parte de la parte «espiritual» de este título y es que estamos ante un juego con elementos de fantasía, tanto en los diseños de los animales como en el concepto en sí.
En Windbound daremos con una especie de «caracola» marina que se convertirá en remo para permitirnos navegar. Esa caracola, encontrada en un santuario da lugar a que más de esos puntos especiales aparezcan en el mapa. Por intuición, nuestra labor es la de llegar a cada uno de esos puntos e interactuar con la energía que hay allí.
No sabemos por qué, pero es lo que debemos hacer. Por el camino debemos sobrevivir al hambre, las fuertes corrientes marinas y algunos animales hostiles. Ya en el primer capítulo podemos morir a manos de grandes bestias, así que debemos ser conscientes de nuestras fuerzas, las armas que podemos hacer y el esfuerzo o estamina que consumiremos al enzarzarnos.
Como buen juego de supervivencia, la clave consiste en gestionar y ser inteligente, conociendo nuestras capacidades y las del enemigo y solo meternos en enfrentamientos cuando sea necesario y sepamos que vayamos a salir victoriosos. Mientras que la carne de los animales (cocinada en una hoguera) resulta de gran ayuda para recuperar mucha salud y energía, no siempre será nuestra principal fuente de alimentación, por lo que tendremos que buscar frutas u otros comestibles que sacien nuestra hambre.
¿Una historia de traición?
No os puedo contar mucho sobre la trama de Windbound, pero sí, tiene, no es un juego de supervivencia basado únicamente en esa mecánica, sino que se desarrolla a través de una historia, con sus capítulos, que nos obliga a avanzar a través de ella proponiendo cada vez desafíos más difíciles, combinando entornos (siempre basados en islas conectadas por viajes por el mar).
Al inicio del juego echamos un primer vistazo a la trama del mismo, algo que pasará cada vez que avancemos de capítulo, con una visita intermedia a un lugar especial que sirve para contarnos a través de murales qué es lo que pasó en esas tierras y explicarnos más sobre la extraña caracola que tenemos en nuestra posesión.
La motivación para seguir conociendo la trama, contada de forma original, así como su desafiante gameplay son dos de los mayores motivos para seguir disfrutando de Windbound, un juego que además goza de un apartado artístico excelente.
Gráficamente, Windbound no sorprende, pero sí nos brinda un gran apartado artístico. Con un rendimiento más que decente, la pega que se le puede achacar es el input lag en ciertos comandos como el de saltar. Muchas veces caeremos porque entre que le damos al botón A para saltar y el personaje realiza la acción pasa medio segundo, algo que extrañamente no pasa con otros botones.
Por lo demás, el juego no cuenta con voces, sino que se narra la historia de forma visual, acompañada por una banda sonora espectacular, con temas de gran calidad. Además, la distribución en España por parte de Deep Silver (Koch Media) nos asegura una localización al castellano de gran nivel.
Un juego con alma y desafiante
Windbound no es un juego para todo el mundo. Su propuesta es desafiante incluso jugando al modo historia. La gestión de recursos, exploración y estrategia hace que se convierta en un título de supervivencia puro y duro pero alejado de la imagen oscura que otros juegos del estilo nos puede proponer, Windbound nos trae una aventura colorida, con diseños espectaculares y música casi celestial.
5 Lives Studios nos presenta un juego notable, amparado por una editora potente como es Deep Silver. Esta aventura se aleja de Satellite Reign, su juego debut y sin duda marca el camino a seguir del estudio, que desde luego ha demostrado talento suficiente.