En la actualidad, muchas grandes obras de anteriores décadas han recibido una reinvención del producto original o nuevas entregas después de años de parón, como por ejemplo en el cine con Star Wars o Jurassic Park. No obstante, el mundo de los videojuegos también ha visto como títulos laureados por el público hace años han vuelto recientemente, como fue el caso de Crash Bandicoot, que el gran resultado de su remake ha provocado que se haya desarrollado incluso una cuarta entrega, o con Spyro.
No obstante, al igual que en el cine, hay algunos trabajos que no alcanzan el nivel necesario para ya no solo captar la atención de todos aquellos que antaño no probaron la obra original, sino que provocan el repudio por parte de los fans más acérrimos. ¿Formará parte PlayMagic entre el grupo de los que alcanzaron el éxito o el de los que no? Gracias a la copia cedida por Meridiem Games podréis salir de dudas en nuestro análisis de XIII (Remake) en Xbox One.
La amnesia por bandera
La historia del videojuego nos propone una trama ya vista en multitud de ocasiones en el género, especialmente en el cine. El protagonista será XIII, un agente secreto que ha perdido su memoria y que, mientras trata de recuperarla, deberá salvar a Estados Unidos de un intento de golpe de Estado que quiere acabar con la sociedad americana tal y como se conoce.
Con este argumento podríamos esperar un desarrollo serio, pero nada más lejos de la realidad, la trama de XII sabe perfectamente que es lo que pretende ofrecer, haciendo uso de multitud de clichés visto en las películas de espías y tomándose ciertos aspectos con cierto sentido del humor.
Como podemos esperar, conforme vayamos avanzando en la historia, nuestro personaje irá recordando fragmentos de su memoria, lo que permitirá que conozcamos un poco más al misterioso hombre que controlamos y podamos saber cual es realmente su objetivo.
Una de las mejores cosas que plantea XIII en lo relativo a su trama es la cantidad de escenarios que iremos visitando a lo largo de la aventura, empezando en una isla de lo más variopinta, pasando por las heladas montañas, así como por bases militares terrestres, otorgando la sensación de variedad en las diferentes misiones que integran la historia.
No obstante, hay que destacar que dichos escenarios son, por momentos, excesivamente pasilleros, algo lógico pensando en como era el género hace años, pero que no quita que todo aquel con un poco de pericia en los shooters sea capaz de superar algunos niveles en apenas 5 minutos.
Dejando de lado la historia y entrando de lleno en su modo multijugador, seremos breves: no merece la pena. XIII Remake ofrece una propuesta multijugador local y que se hace bastante escasa, por lo que no supondrá ningún reclamo para todos aquellos que busquen una experiencia online completa.
Gatillo encasquetado
En el apartado jugable, XIII Remake contaba con un reto importante, pues debía tratar de ser fiel a sí mismo, pero a la misma vez de adaptarse a los tiempos que corren y ser capaz de ofrecer una jugabilidad que fuese atractiva para el usuario actual, algo que, tristemente, no ha conseguido.
El gunplay de XIII Remake se siente especialmente tosco desde el primer momento, con un comportamiento algo errático si lo comparamos con cualquier shooter actual. Además, hay algunas ocasiones en las que el aim no funciona correctamente, pues dispararemos varias balas al pecho de los enemigos y solo algunas de ellas les impactarán. Aunque eso sí, he de decir que este problema fue especialmente notable en las dos primeras misiones, pero no en el resto del juego.
Otro aspecto a tener en cuenta en lo que a la jugabilidad de XIII Remake se refiere es el uso del sigilo. Al igual que en el gunplay, se nota que estas mecánicas han evolucionado muchísimo con los años, y el resultado final, sin llegar a ser malo, no ofrece una experiencia satisfactoria para el jugador, siendo mucho más divertido enzarzarse contra los enemigos “a pecho descubierto”.
En lo que respecta a la inteligencia artificial enemiga, debemos decir que el resultado es de todo menos satisfactorio. El comportamiento de los enemigos es bastante deficiente, pues habrá ocasiones en las que se abalancen sobre nosotros, mientras que en otros casos parecen intentar repelernos, pues irán retrocediendo lo máximo posible hasta que desaparecen de la escena. Además, será muy característico en las oleadas de enemigos que todos ellos vengan juntos en grupo, lo que sin duda facilita nuestro trabajo de acabar con todos ellos.
Pero el colofón se lo llevan sin lugar a dudas los jefes finales. Todos y cada uno de ellos se han bugueado en la historia, intercalando momentos en los que nos acribillaban a tiros (todos acertados) sin descanso y moviéndose a velocidad de la luz, con otros en los que no sabían responder y no eran capaces de moverse.
Si algo es bueno, no lo toques
Si por algo destacó en su momento XIII fue especialmente por el apartado artístico que tenía el juego, haciendo uso del cel shading y ofreciendo un estilo gráfico que simulaba ser páginas de cómic. Hay que decir que en este sentido la gente de PlayMagic ha querido tratar de actualizar el título, con un funcionamiento de la iluminación más cercano a lo visto hoy en día, y aunque siga manteniendo esa composición característica de cómic, lo cierto es que el cambio supone que el título pierda un poco esa personalidad que tenía.
Eso sí, de lo que no está libre el título es de fallos técnicos. Habrá ocasiones en las que las animaciones de los personajes no funcionen correctamente, incluso hemos tenido algún que otro caso de Diplodocus (más conocido como cuello largo) en el que algunos personajes que aparecían en pantalla estiraban varios metros su cabeza respecto a sus hombros.
Además, también habrá momentos en el que hay pequeños bugs gráficos, haciendo que desaparezcan algunos elementos, que estos se tornen negros, o provocando algún que otro destello extraño. Y esto también ocurre con el rendimiento, que incluso siendo jugado en Xbox Series X ha sufrido algún que otro tirón bastante inexplicable, ya que no se estaba ni mucho menos en una situación especialmente demandante.
Por último, en cuanto al sonido, hay que destacar que el doblaje es el mismo que Ubisoft utilizó en 2003, provocando que los diálogos se corten, haya momentos en los que no escuchemos absolutamente nada, e incluso que solamente escuchemos una leve música de fondo.
Conclusión
El resultado final de XIII Remake deja más oscuros que claros, siendo especialmente perjudicado por una basta cantidad de bugs que entorpecerán el disfrute en la experiencia de un título que es considerados por muchos como de culto. No obstante, hay que destacar que el estudio ya ha anunciado que se encuentra trabajando en todos estos errores, y que tratarán de solucionarlos en un parche futuro.
Por tanto, nuestra recomendación es que todos aquellos que estéis pensando en haceros con el título, echéis un vistazo para saber cuando llegarán todas las mejoras previstas, pues ahora mismo, aunque es posible acabar el juego e incluso disfrutar ciertos momentos, lo idóneo es volver a vivir por primera vez la experiencia de este título en mejores condiciones.