Hacer un juego entre dos generaciones no es cosa fácil, y que la misma empresa se encargue de esas dos versiones mucho menos. Por eso últimamente hemos visto muchas compañías que se centran en el desarrollo de nueva generación mientras que dejan la versión de Xbox 360 y PS3 a otros. Sin embargo Bungie fue valiente y se lanzó con las versiones de Destiny de Xbox 360 y PS3, decisión de la que puede que después se arrepintieran a tenor de las últimas declaraciones de sus trabajadores.
Este pasado sábado Bungie publicó un vídeo de 100 minutos en el que muchísimos miembros de la compañía hablaban de su último proyecto.
Entre tantas declaraciones en Gamespresso destacan la siguiente:
«Otra cosa que este espacio hace, es separar La División de La Estepa. La Estepa y la División son áreas muy grandes, y cuando trabajamos en PS3 y Xbox 360, no había manera de que pudiéramos conseguir que esas dos áreas fueran adyacentes, debido a las limitaciones de memoria. Así que una de las razones que hicimos esto fue realmente para ayudar al búfer de memoria entre esos dos espacios».
Trabajar en cuatro versiones de un juego a la vez está claro que es complicado y más con un juego tan ambicioso como Destiny, aunque al final por suerte para los usuarios de la pasada generación se las arreglaron para hacer una gran versión.