Existen muchos factores que hoy día expone esta cuestión en varios ámbitos, donde incluso hemos llegado a ver que se está reclamando un mayor número de salas de cine para la emisión de películas en versión original y muchos no pueden aguantar a ver capítulos de sus series favoritas y sucumben al poder de los fansubs. Pero sabemos cuán cómodo resulta escuchar una producción en nuestro idioma natal, algo que se da por hecho en muchos casos, pero que en los videojuegos está abriendo una brecha por muchos motivos.
¿Cuantos optan por la versión original para adelantarse a los spoilers en series de televisión?
El auge de la industria independiente supone un impulso en el catálogo de todas las plataformas, pero estas pequeñas producciones muchas veces luchan económicamente por ver la luz, sujetas a programas de autofinanciación, programas de acceso anticipado o ayudas de grandes empresas. El objetivo, es hacer llegar nuevos productos, nuevas experiencias y conceptos, que enriquezcan a los jugadores con gran diversidad. Productos innovadores, gameplays inmersivos, mundos maravillosos y acción a raudales, son los principales elementos que han conferido al catálogo de cualquier plataforma, de gran cantidad de propuestas. Pero estas empresas apenas pueden costear ese producto, invirtiendo a ciegas esperando conseguir la retribución en base a las ventas, al éxito de su propuesta.
Dadas estas circunstancias, muchos de estos juegos, ni siquiera llegan traducidos, lo que supone un problema mucho mayor y condiciona, en gran medida, que los usuarios puedan adquirir este producto. No obstante, la cuestión que nos atañe ahora mismo es si estas empresas deben invertir su capital y beneficios en ofrecer un doblaje a todos los idiomas posibles, donde el castellano parece haber perdido fuerza frente a otros, donde grandes producciones obvian lo que venía siendo costumbre hasta ahora.
La pureza del original
La industria del entretenimiento norteamericano se ha hecho cada vez más poderosa. Las inversiones millonarias atraen a muchas estrellas que buscan su sueño americano, triunfar en Hollywood, para poder pasar a la historia del cine y la televisión. Nuevos actores, han crecido pegados a los videojuegos y su implicación con estos ha llevado a que sean partícipes de producciones, ofreciendo sus servicios para doblar a los protagonistas de los juegos, incluso, a caracteres que aparecen como curiosidades dentro de algunos.
Es de este modo que encontramos una gran cantidad de actores famosos poniendo voz a videojuegos, donde hoy día nadie puede olvidar el trabajo realizado por Mark Hamill con el Joker en Batman Arkham Asylum, bueno, los que jugaron al juego doblado lo hicieron. De este modo, citamos a actores como Udo Kier, Stephen Fray, que han narrado muchos juegos, Michelle Rodriguez o Iggy Pop en Driv3r, Gary Oldman en Medal of Honor: Allied Assault o Robert Carlyle como Gabriel Belmont, Michael Fassbender, Ellen Page, Dennis Hopper... ¿cuantos actores famosos han puesto la voz para videojuegos? da para un artículo. Un ejemplo claro puede ser la presencia en diferentes juegos de la saga Fallout, de actores de la talla de Liam Neeson o Ron Perlman, que es un habitual en el doblaje de muchos juegos.
Actores de Hollywood han dejado su semilla en muchos juegos que se pierden con el doblaje
Claro que la industria del doblaje también se ha encontrado con una gran diferencia, haciendo alusión a la comparación odiosa que puede surgir entre el mercado norteamericano y el español, donde la cantidad de actores de doblaje es muy desigual. Por gran mérito que puedan tener los escasos actores de doblaje que hoy día tiene España, la diversidad y el talento de los norteamericanos nos ha dejado obras magníficas, trabajos realmente apasionantes que se jactan de tener una comunicación más directa entre la obra conceptual y el resultado del producto. Los juegos que son creados en países angloparlantes cuentan con ese beneficio, que son creados a medida, ajustando mucho más lo que se ve, con lo que se escucha. Y no es solo por poner como ejemplo a los americanos, consideremos que esto se atribuye del mismo modo a obras procedentes de oriente, donde el caso más evidente es el ocurrido con Dragon Ball y su Kamehame, únicamente traducido, de aquella manera, como Onda Vital en la versión en castellano.
Es así como suele ocurrir, que la disonancia generada por una interpretación que no se ajusta igual, ofrece resultados tan poco atractivos que resultan desagradables. Por poner un ejemplo, posiblemente de los peores que se puede poner, cuando vio la luz Attila: Total War, en su secuencia de introducción, presenta un vídeo doblado que no se correspondía, tal siquiera, con el subtitulado. Resulta extravagante ver algo así, pero da cuenta de la poca comunicación y profesionalidad que se encuentra en este ámbito. Incluso, siendo Ubisoft una de las empresas que más énfasis pone en este ámbito, encontramos juegos como Tom Clancy’s: The Division, cuyo doblaje deja mucho que desear, con interpretaciones fuera de tono y personajes que no se ajustan al énfasis puesto por el actor de doblaje. Claro que lejos queda aquella fastuosa versión española de una de las mejores películas del suspense creada por Stanley Kubrick, El Resplandor, donde una joven Verónica Forqué hizo que hasta el propio director criticase la versión doblada al castellano.
El doblaje compromete la versión original, no tanto por las voces, incluso por los matices que se pierden al traducir
Aunque en el fondo, no se puede saber hasta que punto el problema que encontramos en esta situación, es algo derivado de la falta de talento o de la ausencia de una cantidad de actores dedicados a esta labor, aunque haya juegos que carezcan de la técnica para ser capaces de transmitir sensaciones vía pantalla. Pero no podemos obviar, que cuando se ha llegado a recurrir a figuras famosas, salvando una excepción, la de Brutal Legend, en cuya versión original tuvo a Jack Black, ha supuesto un auténtico fiasco en su resultado. En cierto modo, se podría señalar a la falta de profesionalidad y el auténtico abuso que se hace de los salarios que algunas de estas reconocidas figuras hacen para doblar por currículum y no por aptitudes. Es evidente que si se diese mayor cobertura a esta profesión, se ayudaría mucho más a que se ofreciera de forma más rentable a las empresas y su calidad fuese capaz de igualar a la del producto original.
Y es que aquí entra la dura realidad, porque todos los juegos que han ganado los premios más prestigiosos en esta generación, venían sin doblar. Juegos como Dragon Age: Inquisiton, The Witcher 3: Wild Hunt aportaban una brillante versión original con múltiples matices que, lo más probable, se habrían perdido por esa falta de profundidad que se lleva a cabo cuando se doblan muchos de estos juegos. Echando un vistazo a muchas de estas grandes producciones, donde la historia prima, donde los diálogos más allá de comunicar, ambientan, la versión original tiene como fortaleza la autenticidad. Nadie ha echado en cara a Bioware no doblar sus juegos, ni siquiera a Rockstar, que ha aportado obras maestras como Red Dead Redemption, Grand Theft Auto, donde los matices de la interpretación original se corresponden con el concepto original del juego.
Pero si la reiteración de las mismas voces es un problema en los videojuegos, dada la escasa cantidad de profesionales para esta labor, no es que sea un problema que se de solo en este ámbito. Cuántas veces habremos relacionado una voz de un carácter, en otras producciones. Resulta complicado dar veracidad a Castle cuando te das cuenta que tiene la misma voz que Phillip J. Fry de Futurama. En una época en las que se recurre de forma recurrente a los fansubs, donde la educación ha dado una mayor importancia al dominio del inglés, parece obvio que puede llegar a trascender este ámbito del doblaje, siempre y cuando no mejore la calidad del mismo.
¿cuántas veces hemos reconocido la voz de Bart Simpson en otros personajes?
Cada día, los videojuegos avanzan de forma inexorable hacia un concepto muy diferente del original. Aquellos juegos de plataformas simples, que se definieron como un simple pasatiempo, ahora son productos mucho más complejos, que narran historias, que introducen al jugador en un rol, en un personaje, en un mundo expuesto a una situación que debe resolver. La complejidad de los videojuegos ha llevado a que sean considerados un arte y se hayan ganado el respeto de la industria del entretenimiento, dados sus resultados, pues son el principal motor de esta. Aventuras conceptualizadas para interactuar, para ser parte de una experiencia, para escribir una nueva historia, algo que no debería trascender a un sucedáneo que desluzca la obra original.
Háblame en mi idioma
Pese a que la capacidad de las personas pueda ofrecer garantías a la hora de entender varios idiomas, la realidad es que no hay nada más efectivo como tratar de comunicarse en el idioma natal. En un país dividido por autonomías que, en muchas ocasiones tienen idiomas diferentes, la diversidad y el plurilingüismo, son elementos que enriquecen a todos los ciudadanos españoles. De hecho, incluso podemos observar que estos idiomas pueden contener varios dialectos, lo que hace que la comunicación pueda ser compleja dentro de un mismo país. Todos deseamos ser atendidos en nuestra lengua, poder expresarse con mayor precisión y, en gran medida, poder comprender del mismo modo lo que nos quieren decir.
Es por eso que la industria audiovisual y de entretenimiento debe ser respaldada con el mayor rigor posible. Dentro de esta diversidad, podrían generarse divisiones exigiendo que un mayor número de productos sean doblados a cualquiera de estos idiomas, pero se es consciente de que el principal, el más fuerte, es el castellano. Podríamos usar esta división como un criterio adicional contra la necesidad de doblar los juegos al castellano, pero no lo será, pues en el fondo, la obligación de la impartición de este idioma hace que el mercado español tenga más fuerza. Comprensión, lógica y un deseo de entender sin interferencias lo que nos quieren hacer llegar.
Se ha llegado a ofrecer productos de una calidad impresionante, como Vaas en Far Cry 3
Tramas cada vez más complejas, diálogos cuya trascendencia no se puede valorar si no se comprenden, y dadas las circunstancias, un videojuego no puede requerir dividir la atención en la acción y en el diálogo subtitulado. La traducción de los juegos es un mal menor, no cabe duda de que lo más importante es que el juego llegue en castellano en alguna de sus facetas, pero el doblaje es algo que debe considerarse como un fundamento. Este fundamento ha sido considerado por ley en algunos países, afectando en gran medida a las producciones, con la exigencia de que los juegos, al menos, lleguen traducidos. De este modo podemos observar como hay juegos, sobre todo los de corte independiente, que se olvidan de aquellos que no exigen esto por ley.
Muchos jugadores son conscientes de que la industria se ha diversificado y no se puede exigir que todos los juegos lleguen doblados, pero si que se debería hacer para su traducción. Claro que, esto es algo que habría que hacer llegar a los políticos, que deberían apelar a la razón y establecer este tipo de leyes. Pero ajenos a los desarrollos que por presupuesto no alcanzan, los que sí podrían ofrecer un producto doblado no lo están haciendo. Muchos apelan a la pureza del original, pero difícilmente se puede luchar contra esto si no se impulsa debidamente la industria de doblaje española.
De buena mano sabemos lo difícil que supone para estos actores trabajar, dada la saturación de productos que hacen llegar a un número escaso de dobladores. Pero ¿acaso no se puede observar la calidad que hay en el trabajo que han realizado hasta la fecha? Ubisoft es la empresa que más ha respaldado esta labor, doblando todos sus juegos con mayor acierto que el resto. La saga Assassin’s Creed ha aportado brillantes productos, y junto a esta insignia de los francocanadienses, otras producciones como Far Cry han dejado grandes actuaciones que han puesto los pelos de punta.
Y aunque debamos ser partidarios de fomentar la escuela de doblaje y crear más profesionales, confiados en que lo harán tan bien como los actores de doblaje originales, se ha comprobado que existen ciertos productos que pueden echar mano de los reconocidos actores de la televisión. Michelle Jenner o Santiago Segura, han dejado grandes aportaciones en juegos como Heavy Rain y Brutal Legend, respectivamente. Claro que usar a estas figuras u otras de cuestionable índole, con un afán publicitario más que de calidad para el producto, ha dejado en la estacada la reputación global de estos profesionales, aunque esta tendencia de usar actores reconocidos, no siempre ha dado buen resultado.
No se debe recurrir a los actores famosos, sino invertir y potenciar la industria de doblaje
La lengua española es una de las más diversas y ricas del mundo, lo que le confiere una fuerza extraordinaria frente a la capacidad de expresarse en cualquier otra lengua. Cuna de las más brillantes obras de la literatura, su riqueza y el empleo de todo tipo de metáforas y frases hechas, hacen de esta lengua una de las más apropiadas para comunicarse y expresar algo más que ideas y realidades. Siendo una de las lenguas más habladas en el mundo, la diseminación de la raiz de esta a dialectos y versiones divergentes, puede haber dividido a la comunidad hispanoparlante, pero toda ella está bajo un mismo techo de riqueza literaria.
Tomando esta riqueza como base, aunando esfuerzos para hacer llegar los medios necesarios a la industria que promulgaría la llegada de productos con doblajes adecuados, todo es una incógnita con grandes esperanzas y pocas luces de ser resuelta. Aguerridos ante el sueño de que pueda llevarse a cabo, aficionados han llegado a demostrar su valía doblando en vídeos de youtube producciones que han llegado sin doblaje. Desde aquí, recuerdos a esas jóvenes leonesas que nos hicieron llegar Life is Strange en castellano, aunque obviamente, sus límites no les permitieron doblar todo el juego. Pero la intención está ahí.
La realidad es que este debate abre las puertas a muchas perspectivas, las que apuestan por la pureza de la obra conceptualizada por su autor, la que representa la gran labor de venerados actores de la industria del entretenimiento más potente del mundo, frente a los que simplemente quieren disfrutar de la propuesta sin perder un ápice de la interacción o los que creen que la industria del doblaje en España debe tener el respaldo que no les hacen llegar. Algunos apuntan a la falta de fuerza de este mercado, lo que supone un riesgo inherente en las inversiones realizadas para lanzar productos, pareciendo menos rentable de lo habitual, ante la falta de diversidad y coste que supone el doblaje para España.
Existen muchos motivos que pueden avalar cualquier posición, sin embargo, cada producción es un mundo y mientras encontramos algunas obras maestras que nos obligarán a leer, también podemos pensar que existe la posibilidad de que encontremos obras maestras en un doblaje que comprendamos, sin obviar, que podemos perder matices que en la interpretación se pierden.
Hemos considerado la relevancia que tienen los videojuegos hoy día. Ya no son un pasatiempo, son una experiencia que aborda muchas funciones, que lleva al jugador a un mundo, a un ambiente, a una situación. Un personaje, un rol, un desafío o una vivencia que hay que encarar con la convicción de convertirse en un héroe. Ante la aparente intolerancia ante aquellas producciones que no pueden hacer frente a esta demanda, algún motivo extraño está determinando que más superproducciones obvien la comúnmente conocida localización. Aunque un producto original merece ser disfrutado como fue concebido, solo una inversión apropiada con un fundamento óptimo pueden hacer posible su localización, por ello, el debate queda abierto.
¿Merece la pena arriesgar la calidad del producto si no se puede garantizar un doblaje digno para él? ¿Un producto deja de ser óptimo por la barrera del idioma?¿Se puede exigir una inversión excesiva para este fin?¿Se deben poner medios para facilitar doblajes de calidad?