Durante el pasado verano en el E3 fue presentado DOOM por parte de Bethesda. El esperado regreso de una de las sagas más legendarias en cuanto a acción en primera persona. Ahora, por fin hemos podido probar DOOM en su beta multijugador abierta, que tuvo lugar durante el pasado fin de semana, y os contamos cuáles han sido nuestras impresiones de DOOM estando por fin a los mandos.
No estábamos muy seguros sobre lo que nos encontraríamos al probar DOOM. Lo que ocurre cuando sacas un juego al mercado después de tantos años sin una entrega, es que no sabes a qué se aferrarán sus desarrolladores. Y aunque siempre esperas que se vaya a mantener la esencia de la franquicia, no sabes si será con innovaciones, adaptando el juego a las tendencias actuales, o manteniendo lo más intacta posible su jugabilidad clásica. Esto último es justo lo que ocurre con el regreso de DOOM. Algo que, en cierto modo, será un arma de doble filo. Puesto que a estas alturas habrá quienes encuentren en la rareza clásica de DOOM algo que ya ha perdido su encanto, pero también habrá quienes se sientan como niños en el día de reyes, y recuerden con mucha nostalgia aquellas partidas al propio DOOM, Quake o Unreal Tournament. Lo que parece que está claro es que DOOM no llegará para convertirse en el referente en cuanto a shooter multijugador, sino que lo hará como un título cargado con mucha personalidad, que atrapará a quienes anhelen esa esencia clásica, a quienes queden atrapados en su frenetismo, o simplemente a quienes busquen desconectar de las fórmulas más comunes.
¿Qué es lo que hace diferente a DOOM? Pues para empezar, id olvidando la diferencia entre andar y correr, porque DOOM es puro dinamismo, y aquí no hay más que ir corriendo a todos lados, sin parar de moverse. No es que sea un consejo, que también, es que no tenéis más opciones, puesto que el control no nos permite realizar cambios de ritmo. Pero tampoco lo necesitaréis. DOOM es movimiento constante. Lo que prima es moverse, porque así no solo encontramos y escapamos de nuestros enemigos, sino que también recuperamos vida y munición al recogerla por el escenario.
Todo está pensado para que las partidas sean lo más rápidas posible. La forma más eficaz para acabar con nuestros enemigos es cuerpo a cuerpo o reventándolos con la escopeta . Las armas de mayor alcance, como el rifle de asalto, no son tan efectivas, e incluso el rifle de francontirador hace más daño si previamente hemos dado una carrerita. El modo sendero de guerra, que viene a ser un captura la zona, y uno de los dos modos multijugador presentes en la beta, el que a priori más opciones daba para campear o al menos ofrecer partidas más estáticas, termina siendo el más rápido, puesto que la zona que debemos de capturar va cambiando de zona cada poco tiempo.
Otra cuestión es el gunplay. DOOM resulta aquí igual de ágil que en el movimiento. No necesitamos ni siquiera pararnos a apuntar, y de hecho lo más eficaz por lo general es apretar el gatillo desde la cadera, puesto que esto nos permite permanecer en movimiento para esquivar proyectiles enemigos hacia los lados o saltando. Porque también disponemos de doble salto, con el que no solo podemos alcanzar las zonas más elevadas del mapa, sino también algunas capsulas de escudo o vida situadas en alto. Pero lo mejor es que no hay nada como aparecerle en la cara a un enemigo para dispararle nuestra escopeta en la cara gracias a un doble salto, o incluso escapar gracias a él cuando es el rival el que nos ha visualizado en primer lugar.
Por otra parte, aunque la variedad de armas, al menos en esta beta, no es excesiva, todas ellas están muy bien caracterizadas y su uso es muy diferente entre sí. Algo que sin duda a la larga beneficiará al juego, dotándolo de mayor variedad de lo que pueda aparentar de primeras. Otro de los elementos más característicos de DOOM es la necesidad de recoger constantemente por el escenario la vida, la munición y el escudo. Algo que, aunque parezca únicamente un guiño para los fans, es más que eso. El hecho de que la vida no se recupere sola al dejar de recibir disparos, provoca que después de cada enfrentamiento, en lugar de pararnos unos segundos para curarnos, volvamos rápidamente al movimiento para recuperar vida y escudo. Mientras que otros segundos, los que se pasan recargando el arma, también desaparecen. En su lugar, debemos estar constantemente recogiendo la munición para que nuestro arma no se quede vacía. En definitiva, correr y correr, no hay que pararse para nada.
Durante las partidas, ya sea un modo de juego u otro, tendrán también lugar unos eventos en los que aparece una runa que permite a quien primero llegue a ella transformarse en un poderosos demonio, con el que podemos causar verdaderos estragos. En la beta solo teníamos disponible el revenant, pero en el juego final habrá para elegir entre más demonios. Los demonios, no obstante, no son inmortales, por lo que si los enemigos son capaces de acabar con nosotros, dejaremos de nuevo la runa en el suelo y cualquier podrá hacerse con ella. Estos eventos más o menos suelen tener lugar un par de veces en cada partida, y puesto que no duran un tiempo excesivo, permiten liberar las partidas de la clásica rutina, además de dar una oportunidad al equipo que vaya perdiendo para recuperar distancias.
En cuanto a su aspecto gráfico, estamos hablando de una beta, y ya sabemos lo que ocurre. Es difícil saber con certeza cuánto de lo que hemos visto puede llegar a mejorar en su versión final. Aunque es cierto que a menos de un mes de su lanzamiento, la variación no podrá llegar a ser muy amplia. DOOM no sorprende técnicamente, y más allá de las frecuentes manchas de sangre, o incluso los chorros de esta misma que caen por algunas zonas dele escenario, no tenemos unos mapas (los dos que hemos podido probar) demasiado ricos en detalles. Y su resolución dinámica hace que, en determinados momentos, se pierda algo de calidad en la imagen. Sin embargo, su rendimiento a unos 60 fps muy sólidos es impecable. Y no nos cabe ninguna duda de que la apuesta de ID Software por este tipo de resolución para mantener un alto rendimiento ha sido todo un acierto, sobre todo teniendo en cuenta la naturaleza frenética y rápida de DOOM.
Con respecto a diseños, no hemos podido ver demasiado, ya que solo teníamos disponibles dos mapas, de los nueve que incluirá el juego en su lanzamiento. Y aunque por un lado nos ha gustado que se mantenga el aspecto retro en su diseño, con elementos como las cápsulas de vida y munición, también es cierto que la paleta de colores no ha terminado de convencernos, por no reflejar del todo esa aura, algo más oscura y cruda, que esperábamos del juego. Algo a lo que el diseño, un poco cómico, de los personajes, tampoco ayuda demasiado. En cualquier caso, el diseño de los dos escenarios que hemos podido probar en cuanto a disposición es muy acertado. Con zonas de pasillos más cerradas, ideales para enfrentamientos a escopeta, o algunas más amplias en las que se forman unas tanganas muy divertidas y tensas.
Resumiendo, DOOM nos ha gustado en muchos aspectos, aunque sin necesidad de probar su versión final, estamos bastante seguros de que no supondrá el bombazo que quizás algunos esperaban de él. Va a ser un juego con personalidad, que se aleja de los cánones multijugador más comunes, y nos ofrece una experiencia diferente, frenética y divertida; que gustará a sus fans, pero también engatusará a quienes busquen algo distinto, con partidas rápidas y dinámicas. Quizás no llegue a ser el título referencia del mercado, pero tiene muchas papeletas para ganarse un hueco en la estantería de los fans de la acción en primera persona. Y esto sin haber podido probar aún su campaña, que con certeza será espectacular.