Vivimos un momento interesante para los servicios de streaming, pues se ha dicho que Microsoft acabará comprando Netflix. Las razones para esto son múltiples: por un lado los problemas que Netflix ha estado enfrentando con el descenso de suscriptores, la enorme competencia que ha surgido con otros servicios de streaming de compañías bastante musculosas en términos de producción, teniendo como resultado un pobre crecimiento.
Las consecuencias de esto han sido directas: las acciones de Netflix han estado en caída libre desde hace varios trimestres. Incluso después de un retorno acumulado de -68% en 2022, varios analistas de Wall Street todavía nombran la acción como «vender». Esto no quiere decir que la compañía haya dejado de ser importante o valiosa. Pero sí que está pasando por un periodo de crisis, y frente a este los analistas han comenzado a ver una oportunidad. Los analistas apuntan a que Microsoft acabará comprando Netflix.
¿Microsoft acabará comprando Netflix?
Una noticia reciente ha alegrado a algunos inversores: Netflix ha decidido asociarse con Microsoft. ¿Es aliarse con otra gran empresa tecnológica una buena estrategia para Netflix? El mercado parece pensar que sí. El día del anuncio de la asociación, NFLX subió un 1,11%. Pero entendamos la mecánica de este acuerdo y cómo Netflix pretende utilizarlo para potenciar sus propios beneficios. El proyecto de Netflix es desarrollar una plataforma basada en los ingresos por publicidad.
Ese concepto basado en la publicidad ya se había planteado en las últimas convocatorias de beneficios de la empresa, pero este plan concreta mucho más las cosas. La idea es que el nuevo producto de suscripción basado en la publicidad sea más barato para el consumidor final. La pérdida de ingresos de los suscriptores directos, a su vez, se compensará con los anuncios. Ahora, Microsoft está trabajando para entender cómo insertará los anuncios en el ecosistema de Netflix manteniendo una experiencia premium para los suscriptores.
Xbox Game Pass, el Netflix de los videojuegos
Es fácil ver por qué la idea ha captado la imaginación. Microsoft ya gestiona Xbox Game Pass, al que a menudo se llama el Netflix de los videojuegos, con un modelo de suscripción similar y una presentación a la carta. Netflix, por su parte, se ha adentrado recientemente en la publicación de juegos, y ha puesto a disposición de los suscriptores de pago más de 20 juegos para móviles de forma gratuita. Si se combinan los dos, sería efectivamente imbatible a nivel de consumidor.
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Incluso si un paquete de suscripción sólo ofreciera algunos de los contenidos de Netflix combinados con parte de la biblioteca de Xbox Game Pass por un precio único y competitivo, con la posibilidad de transmitirlo todo directamente a tu teléfono o tableta a través de la nube, sería un golpe fácil para el presupuesto de entretenimiento de cualquiera. Sobre el papel tiene sentido, pero cualquiera que apueste activamente por que ocurra parece que está exagerando, debido a lo que está ocurriendo con Microsoft en este momento.
En una actualización de Stratechery esta semana, el analista tecnológico Ben Thompson escribió que Microsoft lleva mucho tiempo buscando una forma de volver a entrar en el espacio de los consumidores, más allá de la Xbox. Netflix ofrece exactamente eso, y además se complementa perfectamente con Xbox.
Las compras de Microsoft
Este tipo de especulaciones surgen de los movimientos financieros que ha realizado Microsoft a la hora de fortalecer Xbox. Su visión es clara: crear un servicio con la capacidad para crear contenido atractivo y constante, lo que asegure que los suscriptores renueven su suscripción. Bethesda fue la primera gran compra, seguida por Activision que fue el real golpe sobre la mesa. En este momento, Microsoft está ultimando la adquisición de Activision Blizzard por 68.700 millones de dólares.
- Randolph, Marc(Autor)
Última actualización el 2025-06-22. Los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados. SomosXbox podría recibir una comisión por tus compras. Más información.
Si la operación se lleva a cabo según lo pronosticado y en el plazo previsto, Microsoft se convertirá en la tercera empresa de videojuegos del mundo (por detrás de Sony y Tencent), y en la mayor empresa de videojuegos de Norteamérica. El año pasado, nadie habría pensado que Microsoft pudiera o quisiera comprar Activision Blizzard. Desde esa perspectiva, cualquier cosa parece posible si le da a Microsoft una estrategia sólida para consolidar su producto en el mercado.
Los problemas de las adquisiciones
Las grandes compras que ha realizado Microsoft para fortalecer a Xbox no están exentas de problemas. Activision Blizzard publica algunas de las franquicias más valiosas del planeta, como Call of Duty y Warcraft, pero ambas mitades de la empresa han tenido problemas internos, por separado pero importantes, en los últimos años. En el caso de Activision, se trata principalmente de sus problemas laborales internos, que han llevado a uno de sus equipos internos de control de calidad a hacer historia en el mundo de los videojuegos al conseguir sindicarse.
Se considera que Blizzard está en un declive significativo, acelerado por múltiples revelaciones recientes sobre su cultura laboral extremadamente tóxica. Cuando Microsoft tome las riendas de Activision Blizzard, su primer movimiento tendrá que ser un período significativo y prolongado de reorganización y limpieza, o la adquisición simplemente no valdrá la pena a largo plazo. Va a costar mucho trabajo llevar a Activision Blizzard a donde debe estar.
La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft podría terminar pronto
Netflix podría resultar en problemas de ingresos bastante grandes para Microsoft, quienes deberían crear estrategias nuevas para revitalizar la compañía, mejorando la imagen comercial, y logrando mejorar el nivel de suscriptores. El reto no es pequeño, y mucho menos teniendo en cuenta lo gigantesca que se ha convertido solamente Xbox sin tener en cuenta el tamaño considerable que ya tiene Microsoft.
Microsoft acabará comprando Netflix, ¿o no?
El reciente acuerdo con Netflix ya convierte a Microsoft en una de las mayores empresas de publicidad en este ámbito, al darle acceso a lo que es potencialmente una audiencia cautiva de millones de personas. Si el nivel de apoyo publicitario de Netflix genera algún tipo de audiencia, Microsoft se beneficiará enormemente de esta asociación. Eso sugiere que Netflix es actualmente valioso para Microsoft como socio independiente, ya que está permitiendo la expansión en una nueva área para la empresa.
Lo que resulta contraproducente a la predicción de que Microsoft acabará comprando Netflix, pues sería poner en peligro esta proyección. Además, a Microsoft no le molesta demasiado trabajar con empresas que son ostensiblemente competidoras, como cuando se alegra de publicar Minecraft en las plataformas de Sony y Nintendo. Sin embargo, es difícil imaginar una versión de una teórica adquisición de Netflix por parte de Microsoft en la que el trabajo no sea trasladar todo el esfuerzo a su propio servicio en la nube Azure.
Es difícil saber cuánto tiempo llevaría eso, pero añadiría muchos gastos a la adquisición más allá del propio precio que pide Netflix, su capitalización de mercado se acerca a los 100.000 millones de dólares con la posibilidad no nula de que hunda todo el acuerdo. Entre estos tres factores, parece logísticamente inviable que Microsoft abra otro frente en la guerra de los contenidos en este momento. Todavía están ocurriendo muchas cosas con sus últimas adquisiciones importantes, el acuerdo de Netflix tiene muchas ramificaciones por sí mismo.
